Skyfire Avenue, cap 17

Capítulo 17: Déjame ser tu antídoto


   El mecha medía casi veintitrés metros, brillando con un haz de luz zafiro. De hombro a hombro se extendía ocho metros, con una alta y delgada figura.

   Su textura era marcadamente distinta a la de los mechas promedio. Estaba moldeado en base de una única pieza de verdadero zafiro, una obra de arte. Entre más se acercaba a los bordes la armadura, su tono se volvía púrpura metálico. Cuando la luz descendía de los cielos, ésta se reflejaba magníficamente en la coraza. En el instante en que su pecho se cerró, emitió un intenso fulgor violeta. Creció hasta ser casi una bola de rayos violeta que de alzaban, desapareciendo en el bosque de arcos centelleantes de la tormenta que había.

"Eso...eso fue..."

   El mecha dorado ya se había asentado allí donde lo habían dejado en el aire. La rubia mujer de ojos verdes en la cabina se llenó de un Spock difícil de describir.

   "Thor. Ése era Thor. Realmente conocí a Thor...¿Zeus? ¿Era ese Zeus? En realidad...¿en realidad le dije a Zeus que entre más fuerte su disciplina, más fuerte se asombraría de mi mecha? ¡El Zeus que, con la virtud de su Disciplina, logró manejar a la perfección trece mechas estilizados de alto nivel!"

   Las estrellas brillaban en sus ojos, y ella ya se había olvidado por completo de la abducción.

  Se mantuvo estupefacta por un momento, luego musitó para sí misma. "¿Por qué no me secuestró a mí?"

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    Thor se había levantado con una velocidad sorprendente, con la atmósfera superior siendo dejaba atrás como el agua deslizándose tras un pato. En minutos, se encontraba flotando en la basta y quieta extensión del espacio.

   Ningún radar operativo sería capaz de localizar a Thor. La composición especial de su coraza era legendaria en el mundo de los Pilotos Mechas.

   La cabina que contenía a Zeus era un tanto más grande que lo normal, pero era acogedora para dos personas.

   Zeus se retiró la máscara, revelando su apuesto rostro. Sólo en ese momento, le resultó imposible mantener su calma tradicional.

   En este instante, no era Zeus. Era Lan Jue.

   Abrazo fuertemente a la mujer, como si temiera que fuese a desaparecer.

   "Jin Yu, finalmente volvemos a estar juntos. ¿Por qué...Por qué no me buscaste? ¡Tú eres mi Hera!"

   "Me estoy asando." Atrapada en sus brazos, secuestrada, eso fue lo primero que se le ocurrió decir.

   "¿Hum?" Lan Jue se detuvo, levantando su mano para presionará contra su frente.

   La frente de Lan Jue estaba ardiendo, y tenía los ojos cerrados. Su cuerpo temblaba suavemente. 

   ¿Tenía fiebre?

   El rostro de Lan Jue se ensombreció, notando cómo la carne de ella ardía en su cuello. Estaba enferma, ¿y esa gente quería cascarla?

   Levantando su mano, Lan Jue murmuró. "Thor, llevanos A casa."

   "Afirmativo, retornando a casa." Thor comenzó a transformarse, sus alas se extendieron en su espalda. Como un rayo, se disparó hacia la negrura del universo.

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   La Joyería de Zeus.

   Ke'er casi lloraba de aburrimiento, descansando en la barra.
   Xiuxiu estaba sentada a su lado, sirviendo una taza de ahí caliente en sus manos.

   La Joyería raramente tenía visitantes, algo muy común en Skyfire Avenue. Pero incluso si había uno o dos clientes, solía ser suficiente como para mantener la tienda funcionando.

   "Hey, Xiuxiu, ¿dónde fue el Jefe? No lo vi ayer y hoy aún no aparece." Dijo Ke'er.

   Xiuxiu rió. "El Jefe es un hombre muy importante. ¿Crees que simplemente desapareció? ¡No digas cosas tan molestas!"

   Ke'er quisquilló. "¿Yo? No me digas que no te interesa lo que esté haciendo. Llegaste tan temprano esta mañana, sin esperar a que yo llegará a ayudarte. ¡Incluso limpiaste la casa!"

   Xiuxiu se puso roja, añadiendo aún más encanto a su belleza clásica.

   En ese entonces, El suelo tembló en la tienda.

   Las muchachas de miraron. "Hablando del Rey de Roma," dijo Ke'er. "El Jefe debe de haber regresado. Iré a revisar."

   Mientras decía esto, se dirigió hacia el ala VIP.

   Cuando abrió la puerta, se sorprendió al notar su no se movía.

   "Xiuxiu, Ke'er, estoy algo cansado. Voy a descansar un rato." La voz de Lan Jue resonó por los parlantes de la puerta.

   "¿Eh?" Ke'er contempló la puerta, mientras Xiuxiu se acercaba.

   Ke'er se dirigió a Xiuxiu. "El Jefe no suena del todo bien. Tal vez tiene una mujer adentro y no quiere que la veamos..."

   Xiuxiu agarró a Ke'er del brazo y le dijo con agitación. "¿Qué Estás diciendo? En tres años, jamás he visto ni una vez..." Se detuvo, viendo la mirada de espanto en su rostro. "S-si realmente trajo una mujer, bien por él."

   Ke'er cerró su boca y no dijo nada más.

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   Lan Jue recortó cuidadosamente a Zhou Qianlin en su cama. Incluso en su estado, era de una belleza increíble.


   No había pasado ni media hora desde que descubrió su enfermedad y su temperatura ya había aumentado peligrosamente.  Usó el escáner de Thor para hacer un diagnóstico, pero no encontró rastro de veneno o enfermedades. Era una droga, una que causaba deseo en la víctima.

   ¿Por qué? ¿Por qué hoy, como novia, necestaba esa droga? A juzgar por el progreso de su reacción, el efecto iba a durar hasta después de la boda.

   ¡Esos desgraciados! ¿La boda fue forzada por los Austin? Se ATREVIERON a drogar a mi Hera.

  Era una droga poderosa.

   Gentilmente la abrazo. Sintió el calor que emitía y su familiar escencia.

   Susurró al oído de ella. "Mi Hera. En ese vida, estas destinada a ser mi novia, y sólo mía. Déjame ser tu antídoto."
   

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