Parte 2 La habitación no era muy grande. El interior desolado tenía un armario para guardar la ropa y una cama, nada más. La cama no era de mala calidad, tenía un colchón relleno de algodón, un lujo utilizado por nobles. Sin embargo, como si se centrara en la funcionalidad, el diseño era sencillo y sus adornos carecían de buen gusto. Y encima de aquella cama estaba un hombre desnudo. Parecía estar bien por encima de una edad madura. Debido a una vida de indulgencia, su cuerpo era gordo y poco atractivo. Aunque su aspecto podría ser promedio, la grasa en el rostro lo hacía ver como un cerdo. En cuanto a él, cualquiera podría pensar que este hombre era un animal. Los cerdos eran animales inteligentes, encantadores con gustos por las cosas que estaban limpias. Sin embargo, en este caso, el cerdo era estúpido e increíblemente feo.