"¡Retírate Hasen! Estos dos son MÍOS". Un tono furioso escapo de su boca, reprimió el enojo de su familiar instantáneamente. Memorias del pasado siendo oprimido por el mismo tipo de personas inundaron su fría y calculadora mente. -Tortura. -La muertes de sus seres amados. -Suplicas impotentes. -La oscuridad. -LA CARNICERÍA. -El vació... 'Nunca más'. Él se lo había prometido a sí mismo. Era tiempo... "Maestro..." Hasen murmuró, desapareciendo y retirándose dentro del anillo lleno de miedo. La sed de sangre emitida por su maestro era una que jamas había sentido desde aquel día fatídico en las afueras de Veratoraliz. Habiendo visto lo que recién ocurrió, los dos estudiantes estaban congelados en su lugar. Un terror como nunca antes los constreñía y se rehusaba a dejarlos escapar. El panorama previamente factible de derrotar al niño por medio de una emboscada se había evaporado. Ahora una presencia opresiva se enroscaba alrededor y los rodeaba