ANTES DE LA TORMENTA Una luz brillante me despierta de mi sueño ligero, despertando mi conciencia. Sintiendo la luz del sol de la mañana, abro los ojos. Las vistas familiares llenan mi campo de visión borroso: cristales que no podía vender y un frasco de semillas de fruta, un escritorio y una silla adornados con varias cosas tomadas del calabozo, unos cuantos libros y un grimorio agotado en una repisa de madera, un armario medio abierto y remodelado que almacena armas y armaduras.