—Deprisa... —¡Uooooohhhhh! Un fuerte ruido resonó alrededor de Neia mientras las piedras volaban. El sonido parecía barrer con la ansiedad de su corazón. Las piedras lanzadas golpearon a los demihumanos, que aún dudaban. Aunque distaba mucho de ser fatales, parecía que habían causado cierto daño.