Capítulo 204: Ming Dong
Aunque el hombre que Jian Chen había rescatado no estaba muerto, se encontraba al borde de la muerte. En esta pequeña aldea de montaña no era capaz de encontrar ninguna medicina de alta calidad para ayudar a tratar las heridas del hombre, por lo que Jian Chen solo podía confiar en la Fuerza Santa de luz para salvarle la vida.
Bajo el tratamiento de la Fuerza Santa de luz, Jian Chen fue capaz de forzar al hombre a alejarlo de la llamada de Yanluo Wang*. Justo cuando su salud se estabilizó, Jian Chen dejó de usar la Fuerza Santa de luz, ya que no deseaba revelar que podía usarla. Esto también significaba que las heridas del hombre no podrían ser curadas en un solo momento.
*Yanluo Wang: Es el equivalente de Yama (https://en.wikipedia.org/wiki/Yama_(East_Asia))
De pie delante de la cama, Jian Chen miró al hombre solo para ver la túnica azul que llevaba. Por su apariencia, el hombre parecía tener unos 28 años y era bastante guapo.
De repente, los ojos del joven empezaron a abrirse parpadeando mientras sus pupilas buscaban por todas partes. Finalmente, sus ojos aterrizaron sobre Jian Chen con una mirada confusa antes de darse cuenta de que estaba a salvo.
“¿Fuiste tú el que me salvó?”
Le preguntó a Jian Chen débilmente.
Asintiendo con la cabeza, Jian Chen contestó:
“Así es, fui yo.”
“Muchas gracias por salvarme. Estoy realmente agradecido y te devolveré el favor”. Respondió el joven.
Jian Chen dio una pequeña sonrisa antes de decir:
“Por ahora, no digas nada, y mucho menos pagarme. También fui salvado por alguien, así que al igual que tú, somos bastante similares.”
El joven tenía una leve sonrisa en su cara mientras oía esas palabras.
“Me llamo Ming Dong, ¿puedo saber el nombre de mi salvador?”
Jian Chen se sentó en un taburete cerca de la ventana y respondió:
“Puedes llamarme Jian Chen, no es necesario llamarme salvador.”
“Tus heridas aún son muy graves, si no fuera porque te traje de la montaña y use algo de medicina, habrías despertado en el inframundo en medio día.”
Repentinamente los ojos de Ming Dong mostraban un destello de odio intenso mientras mordía los labios y escupía:
“Estas heridas, tarde o temprano las pagaré de vuelta.”
Todavía sentado en el taburete, los ojos de Jian Chen brillaban con interés mientras miraba a Ming Dong. Apuntando con el dedo varias heridas, preguntó:
“Esas heridas, ¿fueron de un enemigo que odias?”
“No”. Ming dong sacudió la cabeza.
“Originalmente descubrí una Bestia Mágica de clase 4 herida que ya estaba a punto de morir. Después de una gran cantidad de esfuerzo, fui capaz de matarla y extraer el núcleo de monstruo, pero un grupo de mercenarios me encontró y me lo robaron. Si fuera un solo mercenario no me asustaría, pero eran un gran grupo. Combinado con mis heridas, fue suficiente para que tomaran mi cinturón espacial. En un esfuerzo final, escapé con todas mis fuerzas, de lo contrario, no habría sobrevivido.”
Jian Chen solo podía suspirar cuando oyó sobre la difícil situación de Ming Dong. Ese tipo de situaciones eran comunes en el continente Tian Yuan, ya que era un mundo en el que el fuerte se alimentaba del débil. La fuerza era vital aquí, y si no tenías fuerza, entonces vivir en el continente Tian Yuan sería extremadamente difícil. Incluso si uno intentara vivir una vida de perfil bajo para no ofender a nadie, no tendría garantizada una vida segura. El peligro podía descender de los cielos en cualquier momento, así que nadie sería capaz de evitarlo constantemente.
Después de eso, los dos empezaron a charlar durante un rato para aprender el uno del otro. Ming Dong era un chico de una aldea rural. Tenía un talento decente en el cultivo y también trabajaba duro. A la edad de 28 ya había alcanzado el nivel medio de un Maestro Santo. Este tipo de velocidad de cultivo estaba clasificada como una de las mejores del continente.
Debido a su hábito de vivir solo, nunca había querido viajar con nadie más. Incluso después de convertirse en un mercenario, no se unió a ningún grupo mercenario y en su lugar eligió la libertad
En los últimos años, Ming Dong cumplió unas cuantas misiones de mercenario que involucraban matar a unas cuantas bestias mágicas de bajo nivel por sus núcleos de monstruo. Aparte de vender unos pocos por dinero, usó el resto para ayudar su cultivo; haciendo su velocidad de cultivo más rápida que los de su edad.
Después de enterarse de eso, Jian Chen ganó un nuevo nivel de respeto por Ming Dong. No hacía falta decir que las dos cosas más importantes para ser fuerte eran el trabajo duro y buscar y matar bestias mágicas por ti mismo. Jian Chen estaba seguro, de corazón, que Ming Dong estaba destinado a muchos éxitos si continuaba cultivando estos aspectos.
Después de todo, para un joven de 28 años alcanzar el nivel medio de un Maestro Santo, era casi inaudito. Lo que era incluso más sorprendente era que lo había conseguido por sí mismo. Solo los jóvenes que nacieron en clanes ricos o que tenían algún tipo de tesoro serían capaces de alcanzar semejante nivel tan rápido.
Mirando fijamente con una mirada compleja la cara pálida de Ming Dong, Jian Chen vaciló un momento antes de finalmente decir,
“Ming Dong, no sé si estarías dispuesto a unirte a mi grupo mercenario. Después de experimentar esas cosas, estoy seguro de que puedes darte cuenta de lo beneficioso que puede ser unirte a un grupo mercenario.”
Ming Dong vaciló un momento. Ya estaba acostumbrado a su estilo de vida solitario y honestamente no estaba dispuesto a unirse a un grupo mercenario y estar restringido por él. Lo cierto era que, con su fuerza, podría haberse unido a cualquier grupo mercenario fuerte hace mucho tiempo si lo hubiera querido.
Sentado en la cama, Ming Dong había pensado en como Jian Chen había salvado su vida y así, a pesar de sus convicciones personales, se decidió.
“Si al joven Jian Chen no le importe, entonces yo, Ming Dong, me uniré a tu grupo mercenario.”
Jian Chen tenía una sonrisa feliz en su rostro mientras se reía,
“Bien, Ming Dong, contigo en el grupo nuestra fuerza aumentará. Dame algún tiempo, definitivamente haré a nuestro grupo mercenario el número uno en el continente Tian Yuan.”
Cuando habló, Jian Chen no pudo evitar pensar de nuevo en las palabras que el señor Kendall le había dicho una vez.
“Mi mayor deseo es que mis Mercenarios de Llama se conviertan en el grupo más fuerte en el continente Tian Yuan.”
Jian Chen había aceptado el deseo de Kendall por su cuenta. Remplazaría al señor Kendall y haría a los Mercenarios de Llama los más fuertes en el continente.
“Ah, cierto. Ni siquiera sé cómo se llama el grupo, cuanta gente hay, que fuertes son, o quien es el capitán.” Dijo Ming Dong.
Jian Chen sonrió,
“El grupo mercenario se llama Mercenarios de Llama. En este momento, soy el único miembro, pero contigo, ya somos dos. En lo que respecta a fuerza, ahora mismo soy un Gran Maestro Santo nivel temprano.”
“¿Qué, solo los dos?”
Atónito, Ming Dong miró a Jian Chen con incredulidad al darse cuenta de lo joven que era Jian Chen antes de continuar con una voz asombrada,
“Espera… ¿dijiste que tu fuerza es de un Gran Maestro Santo temprano? ¿Seguro que no estas bromeando?”
“Espera… ¿dijiste que tu fuerza es de un Gran Maestro Santo temprano? ¿Seguro que no estas bromeando?”
ResponderBorrarSi así es.