Overlord, Volumen 9, Capitulo 1


Parte 1


Seis lujosos carruajes se desplazaban sobre las planicies.

Sus movimientos eran sorprendentemente estables a pesar del hecho de que estaban galopando sobre terreno irregular.

Para comenzar, las ruedas de cada carruaje eran ítems mágicos llamados ‘Ruedas Cómodas’. Adicionalmente, el chasis de los carruajes había sido tratado con un ítem llamado ‘Carga Liviana’.

Estos carruajes increíblemente magníficos costaban una fortuna exuberante, pero justo del mismo modo lo hacían las criaturas que tiraban de ellos. Las bestias mágicas de ocho patas se parecían a los caballos y eran conocidas como ‘Sleipnirs’.

Intentar calcular el precio de desplegar seis de estos vehículos era un ejercicio de insensatez.

Estos vehículos ---inalcanzables para los simplemente adinerados--- eran escoltados por un grupo de jinetes montados en poderosos caballos.

Había más de veinte de estos jinetes, cada uno vestido con una armadura de cota de malla, armados con espadas largas en sus cinturas y ballestas en sus espaldas.

Sin embargo, una mujer cabalgaba al frente de todos estos hombres.

Sola entre los guerreros, la mujer vestía un traje de armadura completa. Adicionalmente a esto, llevaba una lanza de caballería del mismo modo que un soldado de infantería llevaría una lanza normal. El visor de su casco estaba levantado, pero la parte derecha de su cara estaba cubierta con algún tipo de tela dorada, lo que hacía que se viera bastante única.

Aunque esta banda de hombres a caballo eran el retrato mismo de guerreros mercenarios, sin embargo sus entrenados movimientos y sus cortantes y precisas palabras no eran nada como las de un mercenario común. Sus ojos eran agudos, y su nivel de alerta era alto.

Algunos podrían tomar su vigilancia incesante como alguna forma de paranoia o de cobardía, pero en un mundo donde la magia era real y los monstruos volaban a través del cielo y corrían libremente sobre las tierra, incluso estar en guardia contra todo no era suficiente para asegurar su seguridad.

Habían arañas gigantes que podían sobrevivir por meses sin beber nada mientras aguardaban por su presa, cambiaformas amorfos que daban la impresión de ser bancos de niebla, monstruos inmundos que se deslizaban por el aire, lagartos venenosos con miradas petrificantes que sólo podían ser evitados si se eran encontrados a campo abierto…

Todos estaban muy nerviosos porque temían a monstruos con tales poderes mortales. Sin embargo, unos mercenarios normales no llegarían a tal punto en su vigilancia.

Lo que los separaba de simples mercenarios era la gente invisible en el cielo. Se trataba de una banda de jinetes que mantenían el paso con los jinetes de tierra mientras se encontraban bajo los efectos de magia de invisibilidad.

En este mundo había criaturas llamadas hipogrifos. Estos nacían de la unión entre un grifo macho y una yegua, estas bestias tenían la parte frontal de un grifo y la patas traseras de un caballo. Tal vez era debido a su mezcla de sangres, pero los hipogrifos eran más fáciles de criar y entrenar que los grifos, y eran muy populares como monturas voladoras.

Y luego, había que considerar a los jinetes de estas bestias.

Las criaturas voladoras ---incluso aunque fueran monstruos--- costarían un precio extremadamente alto si fueran puestos a la venta. No sería algo que un simple mercenario podría permitirse.

En efecto, todo el acto de ser mercenarios era una fachada con el objetivo de engañar a diversas personas.

Las verdaderas identidades de los que iban en tierra era la de los guardias reales del Imperio, mientras que los que iban por aire eran la Guardia Aérea Imperial. Estos últimos eran tropas de élite que se cubrían con mantos de invisibilidad que ocultaban tanto a los jinetes como a sus monturas de la vista.

Por supuesto, eso significaba que el dueño de los carruajes no era otro que el gobernante del Imperio Baharuth, el Emperador Jircniv Rune Farlord El Nix en persona.

Había muchas razones por las que había tenido que ocultar su unidad de esta manera, pero la más importante era porque tener al Emperador y a sus caballeros cabalgando abiertamente a través del territorio del Reino causaría un incidente internacional --- y eso no podía permitirse. Como tal, el exterior de los carruajes era más sencillo que el interior --- aunque seguía siendo mucho más lujoso que un carruaje regular.

En su caravana, la seguridad alrededor del tercer carruaje desde atrás ---el carruaje de Jircniv--- era superior a la de alrededor de los otros.

Incluso el techo de su carruaje había sido reacondicionado y en ese momento había dos arqueros escondidos en el compartimiento de maletas.

El interior del carruaje era supremamente decadente. A juzgar sólo por los muebles, era más parecido a una suite de clase alta que a un simple carruaje, desde la tapicería de piel en las paredes y el piso a los suaves y cómodos asientos, que habían sido diseñados para no causar la más mínima incomodidad durante viajes largos.

Sólo tres personas tenían permitido compartir este lujoso transporte con Jircniv, lo que significaba que un total de cuatro personas ocupaban los espacios en la cabina. Aunque la idea de cuatro personas apretujándose en un solo carruaje podría parecer restrictiva e incómoda, ésta era simplemente la desinformada imaginación de aquellos que nunca antes habían viajado en un carruaje de clase alta. En realidad, los cuatro tenían un espacio adecuado para sentarse de cualquier forma que quisieran.

“--- Su Majestad, Su Majestad, ¿tal vez es hora de despertarse?”

La voz despertó a Jircniv de su siesta.

Con los dedos apretó el puente de su nariz, y bostezó, seguido por un gruñido mientras se estiraba. Una sensación de alivio recorrió a través de él mientras su rígido cuerpo se relajaba y bostezó de nuevo.

“Su Majestad, parece que tuvo un buen descanso, ¿pero aún sigue preocupado?”

Jircniv sacudió la cabeza hacia el hombre que le había hablado, el secretario Roune Varmilinen, al que se le había permitido viajar en el mismo carruaje que el Emperador.

“Ah, no, no es nada de eso. Aún necesito algo de tiempo para despejar mi mente, ya me estoy sintiendo mejor. Aunque, parece ser que mi siesta de la tarde tomó más tiempo de lo esperado. ¿He dormido así de largo alguna vez incluso siendo niño? Después de todo, hay una montaña entera de asuntos sin terminar de vuelta en la capital, y nunca había tenido tiempo para gastarlo en ese tipo de cosas. Tal vez debería agradecerle a Gown por esto. ”

“Ah, efectivamente, Su Majestad está siempre ocupado, ¿pero por qué es eso?”

El hombre que había hablado como si no estuviese dirigiéndose al emperador era el líder de los Cuatro Caballeros del Imperio, Baziwood.

Normalmente, esas palabras habrían invitado censura, pero nadie dijo nada en el carruaje.

Jircniv sonrió con amargura y respondió a su excesivamente informal, y sin embargo excelente subordinado:

“La culpa de eso puede ser puesta a los pies del Emperador de Sangre, porque sus reformas fueron llevadas a cabo demasiado rápido para que la sociedad esté a la par con ellas. Realmente es un hombre tonto. Se podría haber ahorrado tanto esfuerzo si sólo hubiese esperado a acumular un cuerpo de hombres competentes antes de pasar a la acción. Todos ustedes deberían regañarlo cuando tengan la oportunidad. Ah, pero recuerden, cuando lo hagan, también deberán sugerir un plan de acción adecuado para que él pueda llevar a cabo.”

Todos en la cabina sonrieron irónicamente como respuesta.

Originalmente la administración del imperio estaba a cargo de los nobles --- en particular, el Consejo de la Corte. Los escaños en el Consejo les eran encargados a aquellos que habían sido educados desde su nacimiento para manejarlos, o a aquellos con el suficiente dinero como para inventar una razón apropiada para que se les encargue tal responsabilidad. Dados los beneficios que confería tal posición, esto era simplemente natural.

Sin embargo, debido a la purga de nobles de Jircniv, la cantidad de oficiales y burócratas había sido reducida, pero el trabajo que ellos debían hacer sólo se había incrementado. Aunque esta era una consecuencia lógica de tales acciones, significaba que la carga de trabajo de todos los implicados se había incrementado explosivamente, y Jircniv mismo no era la excepción.

Sólo fue luego de haberse deshecho de numerosos nobles inútiles con el poder del Emperador de Sangre que él se dio cuenta que incluso tales individuos sin valor tenían sus usos.

Sin embargo, no se arrepentía de su decisión.

Él tenía que lleva a cabo la purga en el momento en que lo hizo. Si hubiera dejado pasar la oportunidad, la autoridad para dirigir a los caballeros le habría sido arrebatada por los nobles, y la muerte de su padre no hubiera significado nada.

Y así él dio la orden, y abrió un camino hacia el futuro para el Imperio.

Las mujeres tenían que soportar dolor para lograr dar a luz a un niño. De manera similar, las grandes cantidades de trabajo que él hacía todos los días eran un dolor necesario que tenía que soportar para dar nacimiento a un Imperio renacido y radiante. Más allá de las dificultades, ante él se encontraba el tesoro que estaba buscando.

Esta línea de pensamientos trajo el tema de sus propios descendientes a la mente de Jircniv.

Jircniv no estaba casado, pero ya tenía hijos. No había tomado una emperatriz consorte y simplemente había tenido algunos hijos con unas cuantas mujeres que ni siquiera podían ser consideradas amantes, sólo eran concubinas por las cuales sentía algo de afecto.

Desafortunadamente, no había amor en esas relaciones, pero él esperaba que uno de sus hijos probara ser adecuadamente talentoso.

En el futuro, si los hijos de su emperatriz eran incompetentes, y los hijos de las concubinas resultaran ser más adecuados, él gustosamente cambiaria sus lugares en la sucesión si fuera necesario.

“Incluso así, todo el trabajo que me he esforzado día y noche para completar difícilmente podría ser considerado el estado regular de los asuntos del estado. Si tan sólo pudiera entrenar a un pequeño grupo de oficiales que pudieran encargarse de estas tareas… eso me dejaría regresar a las tareas que debería estar haciendo, como pronunciamientos de alto nivel del mismo modo que los Emperadores de antaño. Y ciertamente no quiero que mi hijo, el siguiente Emperador, tenga que sufrir como yo lo hice. Después de todo, si mis descendientes sufrieran una presión excesiva, maldecirían mi nombre.”

El actual Imperio había sido construido con el trabajo de un excelente joven, o mejor dicho, generaciones de hombres talentosos habían sentado los cimientos estables que eran el Imperio. Eran estos cimientos los que Jircniv planeaba usar para construir su mayor obra, el Imperio del futuro. Sin embargo, eso no garantizaría que el siguiente Emperador o el que le siguiera serían igual de talentosos.

¿Podré construir un Imperio que resista el paso del tiempo, y una burocracia que pueda manejar el país sin la necesidad de un gobernante talentoso para guiarlos? ---Jircniv se preguntaba.

“Eso sería muy difícil. Después de todo, Su Majestad ha cambiado el Imperio usando su poder absoluto, y no puede administrar el Imperio de las maneras en que lo hacían los antiguos Emperadores.”

“Varmilinen, tu trabajo es buscar una forma de lograr mis objetivos. Por supuesto que poseo un poder absoluto; todos los Emperadores en el pasado se esforzaron para concentrar los poderes de la nación en sus personas. Sin embargo, incluso si soy tal ser supremo, estaría mal controlar hasta los mínimos detalles los asuntos de estado. Si eso sucediera, entonces ¿qué uso tendrían los burócratas? ¿Tal vez has extraviado la cabeza?”

“Por lo menos, él no debería haberla dejado en la Academia Imperial de Encantadores Mágicos. Su Majestad.”

Esas palabras fueron dichas por Fluder Paradyne, uno de los miembros más importantes de la Academia de Magia Imperial y también el miembro de más alto rango del Ministerio de Magia. Lo que quería dar a entender era que su academia no habría educado a semejante tonto.

“Jaja, sí, tienes razón abuelo.”

Jircniv tosió ligeramente, y con eso, la atmósfera dentro del carruaje se tornó seria.

“En mi generación, el Imperio ha rejuvenecido, como un niño recién nacido. Desterraremos todo aquello que es viejo y podrido y lo reemplazaremos con lo nuevo. Como dijo Varmilinen, tendré que trabajar duro hasta que el Imperio madure, pero si nunca llegara a hacerlo, sería desastroso. En el futuro, lo único que haré es definir metas para el Imperio, y los oficiales bajo mi mando ayudarán a hacer realidad esas metas.”

Un país gobernado por un solo hombre era débil. Jircniv tenía perfectamente claro ese punto.

Roune agachó la cabeza, cuyo cabello estaba volviéndose gris y delgado en contraste con su edad, y esperó por las ordenes de su Emperador.

“El Emperador de la siguiente generación… hablando de ello, ¿Su Majestad tuvo un hijo con ésa?”

Jircniv supo instantáneamente lo que Baziwood quería decir con ‘ésa’. Después de todo, Baziwood sabía que Jircniv era particularmente afectuoso con una de las concubinas.

Las amantes de Jircniv eran seleccionadas por su apariencia o por el nivel social de sus padres, pero una mujer entre ellas ignoraba estos criterios. Esta mujer había sido escogida por su intelecto, en lugar de por su apariencia o por su crianza. Así, ella tenía permitido discutir política con Jircniv ---aunque no en público y sólo en la cama--- y era la única mujer a la que se lo había permitido.

Al principio, él no pretendía tomarla como concubina, pero las cosas habían terminado de este modo por su propia insistencia.

Jircniv, sin embargo, estaría muy contento si ella se hubiera convertido en su emperatriz consorte.

“No, eso no es lo que ella desea. Ella incluso llegó a decir, ‘La belleza es un tesoro con el que naces, y para aquellos que ocupan los estratos superiores de la sociedad, es una cualidad importante. Uno puede compensar la falta de intelecto con trabajo duro o subordinados excelentes, pero la belleza no puede cambiarse.’ O algo como eso.”

“¿No sería suficiente el linaje de sangre de Su Majestad para asegurar que cualquier niño de su unión sea agradable a la vista? Bueno, es cierto que cualquiera de sus subordinados estarían más contentos recibiendo órdenes de un Emperador apuesto.”

“¿Es realmente así?”

Jircniv no tenía superiores y no tenía forma de entender esta situación. Por su parte, él usaría a una persona capaz sin importar que tan feo fuese, e incluso le daría una posición clave si fuese necesario.

“Por lo menos, sería mejor que tener que ver a algún sapo. Después de todo, ¿no preferiría Su Majestad que la mujer sacudiendo las caderas encima suyo fuese una mujer bella?”

“… Lo supongo, sí. Bueno, no es como si no entendiera lo que quieres decir, pero… ¿es ése realmente el caso?”

Jircniv torció e hizo sonar su cuello. Algo no encajaba, pero no estaba seguro de qué era.

“Entonces, en ese caso, ¿a quién tomaría Su Majestad como esposa?”

La pregunta de Fluder provocó que Jircniv frunciera el ceño.

“Bueno, si tuviera que escoger entre casarme con alguien de dentro del país o fuera del país, tendría que escoger lo último. No hay beneficios en casarse con un nativo, entonces, con quién casarme de fuera del Imperio… bueno, está esa mujer incomprensible que aquel sujeto recomendó.”

Fluder acarició su barba.

“La princesa Renner, ¿cierto?”

Jircniv frunció el ceño nuevamente.

La tercera princesa del Reino de Re-Estize --- Renner Theiere Chardelon Ryle Vaiself.

Ella era conocida como la “Princesa Dorada”, y su apariencia y su reputación estaban a la par de ese sobrenombre, pero por varios años había sido la número uno en la lista de las mujeres que Jircniv más despreciaba. En contraste, el tipo de mujer que más prefería sería alguien como la Alcaldesa Kabelia que administraba la ciudad de Peibart en las Ciudades-Estado.

“No tengo idea de lo que piensa esa mujer. Luego de oír sobre sus acciones, es casi como si fallara porque quisiera fallar.”

Aunque Jircniv pensaba que tales personas no deberían existir, él reconocía que los seres humanos eran lo suficientemente extraños y complejos como para que no pudiera eliminar la posibilidad de tales casos. Entonces, si ella realmente planeaba fallar desde el comienzo, ¿qué estaba planeando? Mientras más intentaba entender la forma de pensar de Renner, más sentía como si se estuviese enredando en una telaraña. Era una sensación completamente desagradable.

“… Si sólo alguien me pudiera ayudar a deshacerme de esa mujer repugnante.”

“Contrataremos inmediatamente a Ijaniya, si eso es lo que Su Majestad desea.”

“Ijaniya” era un grupo de asesinos que habían tomado el nombre de uno de los Trece Héroes para sí mismos. Estaban localizados entre la esquina noreste del Imperio y la Alianza de Ciudades-Estado, y eran adeptos a usar métodos inusuales. Aunque él había intentado que trabajasen para el Imperio como un departamento de operaciones encubiertas, ellos no habían respondido a los intentos de acercamiento del Imperio.

“Suficiente con eso, necesitamos la ideas revolucionarias de esa mujer. Es mejor dejarla vivir en lugar de matarla… Hm. ¿No será que esa mujer también tomó en cuenta estos acontecimientos?”

“¿Podría alguien haber planeado con tanta antelación?”

“Si claro.” Jircniv dijo esto, pero incluso mientras daba su respuesta, tenía que admitir que era una posibilidad.

Las palabras de Renner habían sido transmitidas a Jircniv a través de sus espías en el Reino. Las políticas que ella proponía eran tales que Jircniv no podía evitar admirarlas. El hecho de que esas políticas habían sido silenciosamente adoptadas por el Imperio era un claro respaldo a su utilidad.

Sería algo malo para el Imperio si algo le llegara a suceder a ella.

Los momentos oportunos que Renner escogía para sus sugerencias hacia el Reino hacían que él se preguntara si ella había anticipado los movimientos del Imperio. Si eso era cierto, eso significaba que Renner podía predecir los planes del Imperio sin ninguna fuente confiable desde dentro.

Como resultado, incluso Jircniv, que codiciaba la fuerza del Capitán Guerrero Gazef para el Imperio, no podía obligarse a desearla a ella.

“El Reino no sufrirá daños mayores incluso si la Princesa muere, pero por el contrario, el Imperio estaría acabado si Su Majestad pereciera. Nosotros, los Cuatro Caballeros, tal vez podríamos ser capaces de hacernos cargo de asesinos pero otros factores son un asunto completamente diferente, así que espero que Su Majestad no se sumerja a sí mismo demasiado profundamente en su trabajo.”

“Por supuesto. Sin importar la razón, no puedo permitirme morir antes de haber formado un gobierno fuerte para el Imperio.”

Si la cabeza de una organización ---la persona más importante--- se perdiera, eso implicaría que pronto le seguiría el catastrófico colapso de la organización misma.

El Imperio podía convertirse en una gran nación en el futuro. Si alguien supiera esto y quisiera evitarlo, podrían sacrificarlo todo para prevenir esto al convertir al Emperador en un mártir. Los sospechosos más probables serian los países vecinos, como el Reino y la Teocracia.

Parte de la razón por la que quería a Ijaniya bajo su mando era para poder usarlos como contra-asesinos.

“Eso es correcto, si Su Majestad fuera a perecer, los cosas serían difíciles. Tenemos a lanzadores de magia divina en espera para protegerlo contra veneno y lesiones, pero al final, nos hace falta personal suficientemente calificado para estas tareas. Desearía que mi experiencia en ese campo fuera más extensa, pero mi entendimiento de la magia divina aún es inadecuado para la tarea.”

“Bueno, ya eres un excelente lanzador de magia arcana, así que una pequeña debilidad como esa es inevitable. Ah sí. Hemos pedido ayuda a la Teocracia, pero no hemos recibido respuesta de ellos. ¿Por qué no dejar que los templos de los Cuatro Dioses y los dioses menores compitan entre ellos? Luego dejemos que el Imperio apoye a cualquiera de la fe que produzca los mejores resultados.”

La competición era la fuerza impulsora para el desarrollo de nuevas técnicas. Sin embargo, la mención de eso hizo que Roune agitara la cabeza violentamente, arrojando sus escasos cabellos por su frente.

“Es muy peligroso. Los templos en el Imperio se financian con las donaciones de la población, y se mantienen independientes por medio de la venta de varios productos que sólo ellos saben cómo manufacturar. Si el Imperio ejerce alguna influencia sobre ellos o interfiere con sus medios de vida, la repercusiones podrían ser… severas.”

“Es verdad… si sólo pudiéramos nacionalizar los distintos templos, el Imperio se haría más fuerte. En ese respecto, la Teocracia ha hecho un excelente trabajo. Me pregunto qué métodos usaron para mantener bajo control a los sacerdotes durante todos estos siglos.”

“La práctica de la magia divina está estrechamente relacionada a la salud general de todos, así que creo que es una buena idea si pudiéramos hacer que más lanzadores de magia divina se conviertan en caballeros, o por lo menos, enseñarle a los caballeros cómo usar magia divina. Atacar monstruos usando sólo armas únicamente generará muertes.”

Baziwood era un hombre que había tenido que cazar monstruos en el pasado, y había pasado una buena cantidad de tiempo al filo de la muerte. Él asintió y continuó en voz baja.

“Personalmente, siento que sería más seguro si pudiéramos contar con magia de resurrección. Con eso, podríamos reducir el número de situaciones en las que la gente tiene que llorar la muerte de jóvenes talentosos. Aunque, he oído que la magia de resurrección consume fuerza vital, y una persona ordinaria sería reducida a cenizas brillantes si fuese resucitada. ¿Es eso cierto?”

Fluder inclinó su cuerpo hacia adelante.

Tal vez era porque este anciano había sido el tutor del Emperador por demasiado tiempo, o tal vez era porque su tema favorito había sido tocado, pero ahora, estaba hablando animadamente, con los ojos encendidos. Jircniv sabía que el anciano divagaría sin parar una vez que había comenzado a hablar del tema, y Baziwood vio que una expresión de molestia cruzaba la cara del joven Emperador.

“Eso es un hecho. Entre los hechizos divinos del quinto nivel, la magia de resurrección ‘Levantar Muerto’ consume vastas cantidades de fuerza vital. Tal vez otros hechizos de resurrección de alto nivel podría reducir el requerimiento de fuerza vital… pero no hay persona viva que pueda usarlos, así que es algo meramente académico. Por otra parte, he oído que los Señores Dragones y su magia antigua podían devolver a los muertos a la vida sin la pérdida de fuerza vital---”

“---Entonces, ¿podría la Reina del Reino Dracónico lograr tal hazaña?”

“Es una pregunta excelente, Varmilinen. Así es, ha sido confirmado que la Reina de ese país ha heredado la habilidad de usar lo que llamamos magia antigua, o magia primordial, o tal vez magia del alma. Hay muchos nombres para ese tipo de magia. Esto es debido a que la sangre del Señor Dragón de la Brillantez (Brightness Dragon Lord) fluye por sus venas--- eso es sabido. La única pregunta es si puede o no usar magia de resurrección. La magia antigua y nuestro actual estilo de magia son completamente diferentes la una de la otra, y nosotros que sólo podemos usar magia moderna tal vez nunca seamos capaces de entenderla.

Fluder cerró la boca, y al mismo tiempo Jircniv lo observó. Aunque la irritación y la preocupación eran evidentes en la cara de Jircniv, las siguientes palabras de Fluder lo tranquilizaron.

“Magia antigua… cómo desearía investigarla. Si sólo aquellos con el linaje del Dragón de la Brillantez pueden usarla, entonces el pedigrí es lo más importante. Por tanto, siento que si Su Majestad fuera a casarse, él haría bien en escoger a esa Reina o a uno de sus parientes…”

“Dame un respiro, abuelo… no estoy interesado en viejas brujas que pretenden ser niñas pequeñas…”

Él ni siquiera quería tener que pensar sobre tener que casarse con la mujer que se encontraba en el segundo puesto de su lista de las mujeres más odiadas. Adicionalmente, incluso si no amara a sus hijos, sería demasiado cruel hacer que se conviertan en conejillos de indias.

Aún así, si él tuviese que sopesar esa crueldad contra los beneficios que cosecharía el Imperio, no había forma de saber qué curso de acción decidiría.

En ese momento, un fuerte golpe vino de la puerta del carruaje.

Este carruaje había sido equipado con defensas contra ataques físicos y contra magia de tipo información. El chasis entero estaba cubierto de una cobertura metálica, y como tal ni siquiera tenía ventanas. Baziwood se puso de pie y abrió la puerta para examinar el exterior --- o mejor dicho, a la persona que había tocado la puerta.

Aunque estaban rodeados de caballeros protegiéndolos y estaba seguro de que esa persona era un aliado, no pudo evitar permanecer en guardia ante cualquier situación inesperada.

“Su Majestad, es Leinas.”

“Abre la puerta.”

El aire fresco de las planicies ingresó al mismo tiempo que la puerta era completamente abierta, soplando el cabello de todos adentro. Durante esta estación, el aire que venía del exterior debería haber estado helado, pero la briza que les llegó a las personas dentro fue confortablemente cálida.

De más está decir, éste era el resultado de la magia usada en el carruaje.

El jinete manteniendo el paso del carruaje era la mujer que había estado a la cabeza de la formación.

“Perdóneme Su Majestad. Hay---”

Era difícil entender sus palabras a través de las ráfagas de viento entre ellos.

“No hay necesidad de hablar. Pasa, no necesitas seguir el protocolo.”

“Entendido. Entonces, permítame la intrusión.”

Con eso, la mujer dejó su caballo de un salto y aterrizó elegantemente en la puerta del carruaje en movimiento. Aunque ella hizo parecer que era simple, dado que estaba usando armadura completa y que tanto su caballo como el carruaje se movían a todo galope, era prueba de que poseía una considerable habilidad atlética.

De todas maneras, esto era de esperarse de uno de los Cuatro Caballeros que eran el orgullo del Imperio. Entre ellos, ella tenía la mayor habilidad de ataque. Su nombre era Leinas Rockbluth, también conocida como “Explosión Severa”.

Luego de traspasarse al carruaje, Leinas cerró la puerta detrás de ella en silencio y se sentó al lado de Baziwood. Lo último que vieron del exterior mientras cerraba la puerta, fueron las riendas del caballo de Leinas siendo tomadas por uno de los caballeros que cabalgaba a su lado.

Ya que la magia del carruaje sólo calentaba el aire que ingresaba, cualquier otra cosa fría que entrara permanecería de ese modo. Considerando que Leinas llevaba un traje de armadura completa que se había enfriado por los vientos cortantes del exterior, ella era como un bloque de hielo cuando tomó asiento al lado de Baziwood, que no pudo evitar sino tiritar.

“Las personas que enviamos por delante nos han enviado un ‘Mensaje’.”

Una de las defensas ofrecidas por el carruaje era la interferencia contra magia de tipo información lanzada desde el exterior. Aunque prevenía que el enemigo los encontrara usando hechizos, también significaba que los hechizos como ‘Mensaje’ serían bloqueados, así que era el deber de Leinas recibir los ‘Mensajes’ en lugar de Jircniv.

“Las escoltas de avanzada han llegado a la Gran Tumba de Nazarick. En ese lugar parece haber una cabaña de troncos, y luego de que informaron a las sirvientas en el lugar del tiempo de llegada de Su Majestad, las sirvientas respondieron que habría una bienvenida esperando por Su Majestad. ”

“¿Sirvientas? Pensé que eran… ¿Sirvientas? Sirvientas… ¿podría ser? He oído que algunos países entierran a las sirvientas con sus Reyes muertos para que les sirvan en el más allá. ¿Es eso lo que sucedió aquí? ¿O significa esto que los elfos oscuros que dejaron el bosque hicieron de esta tumba su nuevo hogar?”

“Lamentablemente, el ‘Mensaje’ no contenía ningún detalle adicional, Su Majestad.”

“…No puedo entenderlo. El bosque no es un reino humano, así que tampoco hay historias sobre el lugar… bueno, me gustaría esperar que las sirvientas no sean monstruos como los que vinieron a la capital. Dile a tu gente que sean cautelosos.”

“Es como dice Su Majestad. A juzgar por la fuerza de esos emisarios, lo más seguro es que nos dirigimos a una situación completamente desconocida. Lo mejor que podemos hacer es actuar con cuidado. Adicionalmente, espero que Su Majestad venga rápidamente a mi lado si algo inesperado llegara a suceder.”

“¿Con ello quieres decir que nos teletransportaremos en caso de una emergencia?”

La ligera sonrisa de Fluder fue una respuesta afirmativa.

“Si eso llegara a suceder, entonces iniciaremos una maniobra de distracción. Sin importar cuantos enemigos nos ataquen, por lo menos seremos capaces de ganar algo de tiempo para que Su Majestad pueda escapar. ”

Baziwood dijo esto con una sonrisa, pero su camarada Leinas no respondió. En lugar de ser un entendimiento sin palabras, era una forma de reproche que fue inmediatamente visible en la cara de la mujer. Sin embargo los otros no dijeron nada.

Al final, ella nunca había jurado lealtad a Jircniv a pesar de su posición entre los Cuatro Caballeros. La verdad era que servir a Jircniv era el plan de acción más rentable para ella. Si alguien más aparecía que pudiese darle lo que quería, ella abandonaría inmediatamente su actual posición.

En otras palabras, su lealtad a Jircniv era la más baja entre los Cuatro Caballeros.

Los Cuatro Caballeros habían sido seleccionados solamente con base en sus habilidades de lucha y no en su personalidad o lealtad. Incluso así, no había nadie más que tuviera motivos más interesados en el dinero que ella.

La única razón por la que ella estaba aquí era debido a que uno de los Cuatro Caballeros tenía que estar en la capital Imperial en todo momento. El que había sido seleccionado para esa tarea fue “Vendaval Feroz”, Nimble Ark Dale Anock, lo que había sido inevitable. Si el “Inamovible” siguiera con vida, Nimble hubiese sido el que estuviera aquí en lugar de ella

“Perdone mi descortesía.”

Leinas tomó un pañuelo de un bolsillo en su pecho y lo llevó a un lado de su cara. Y resultó que, la tela dorada era en realidad su cabello. Ella metió el pañuelo debajo de ese cabello y se limpió suavemente.

Luego del breve procedimiento, el pañuelo se volvió amarillo por la cantidad de pus que había absorbido*.
(*No estoy seguro de por qué dice ‘pus’, no hay forma de que signifique ‘sudor’ ¿cierto?)

“Por favor permítame darle la mayor prioridad a mi vida. Me disculpo si soy un obstáculo.”

“Ahh, está bien, después de todo, eso fue lo que acordamos cuando te convertiste en uno de los Cuatro Caballeros --- o mejor dicho, eso fue para lo que fuiste contratada.”

“Ya veo, entonces todos saben lo que planeo hacer. Entonces, en ese lugar haré mi mayor esfuerzo por ponerme en cuclillas en un rincón y no estorbar su camino.”

Era tiempo para un cambio en el ambiente del carruaje, así que todos rieron con gusto por lo que dijo Roune.

“Entonces, a juzgar por nuestra velocidad actual, ¿en cuánto tiempo llegaremos a Nazarick?”

Roune, a quién Jircniv estaba dirigiéndose, tomó un reloj de su bolsillo. Luego de confirmar la hora, se volvió hacia Leinas, mirándola mientras ella asentía, y respondió.

“Si todo sale de acuerdo al plan, en alrededor de una hora.”

“¿Entonces es así? Espero el momento con ansias. Veremos lo que Ainz Ooal Gown está tratando de vendernos.”

Parte 2


El carruaje de Jircniv lentamente redujo la velocidad, hasta que finalmente se detuvo. Sin embargo, él no podía bajar inmediatamente. Era molesto, pero Jircniv tenía que llevar a cabo sus propios preparativos en nombre del estilo y la seguridad.

Normalmente, esta tarea sería realizada por sus subordinados, tales como las sirvientas en los otros carruajes. Sin embargo, ellos no podían darse el lujo de esperar a que esos carruajes llegaran. Después de todo, habían venido a disculparse, y hacer esperar mucho tiempo a la parte agraviada sería una acción estúpida.

Luego de que Jircniv había ajustado su ropa, abrochó su capa sobre ella. Era un ítem extremadamente valioso hecho de la piel de una bestia mágica y tratada adicionalmente con magia. Con ella puesta, ni siquiera las más heladas temperaturas del exterior lo molestarían.

Luego, deslizó el Cetro Imperial en su cinturón, lo que completaba los preparativos mínimos para que el Emperador apareciese en público.

Jircniv se miró a sí mismo una vez más, para asegurarse de que su apariencia no lo avergonzaría a él o al Imperio.

Lo que seguiría era una negociación con Ainz Ooal Gown, aunque en verdad sería algo más parecido a una guerra de palabras. En otras palabras, su atuendo formal era el equivalente social a la espada y escudo de un guerrero. Las consecuencias de cualquier defecto o deficiencia en su persona no sería algo limitado simplemente a la vergüenza. Aunque sería algo bueno si su oponente no fuera lo suficientemente observador como para darse cuenta de estos defectos, él no podía contar con que no se percatara de los detalles de su atuendo.

Jircniv asintió con satisfacción, y justo en ese momento, un golpe sonó en la puerta.

“Entonces, desembarcaré primero, Su Majestad.”

“Te lo encargo.”

Luego de esa corta respuesta, Baziwood abrió la puerta del carruaje.

Era una salida majestuosa y adecuada que estaba al nivel del carruaje que poseía la mayor autoridad en el Imperio Baharuth. Sólo por si acaso, Roune se interpuso entre el Emperador y la salida mientras la puerta se abría, sirviendo de escudo para Jircniv.

Ellos pudieron ver lo que se encontraba fuera, más allá de Baziwood.

Lo primero que les llegó a la vista fue el pasto de las planicies. Luego fueron los guardias reales, alineados al frente del carruaje. Más allá se encontraba una colina creciendo desde las planicies, y lo que parecía ser una enorme puerta entramada que parecía haber sido medio enterrada.

(¿Ésta es la Gran Tumba Subterránea de Nazarick? Parece un poco diferente a lo que me habían dicho… bueno, errores como éste están dentro de los rangos aceptables.)

Luego de desembarcar del carruaje, Jircniv caminó hacia Baziwood ---que ya se encontraba en formación con los otros guardias reales--- y avanzó.

Jircniv respiró profundamente. El encantamiento en su ropa aseguraba que el aire que entraba a sus pulmones era fresco y limpio. Es cierto, era frío, pero no al punto de ser incómodo.

Mientras respiraba, ejercitó su mandíbula, y miró rápidamente a los subordinados que lo rodeaban.

Fluder, en su larga túnica y sosteniendo su bastón, era seguido por sus acólitos.

Los lanzadores de magia divina, con símbolos sagrados prendidos en sus vestiduras--- ellos eran caballeros en las órdenes de caballeros imperiales, aunque no eran guerreros de profesión.

Los guardias reales, que se mantenían en sus posiciones ahora contaban entre sus filas a las escoltas de avanzada que habían sido enviadas por delante de los carruajes.

Personalmente, Jircniv quería ver lo que esos pioneros habían visto, pero justo ahora, esa no era una opción.

Parecía que las sirvientas, que estaban en otro carruaje, no habían llegado aún.

(Bueno, ellas eran regalos de todos modos. Está dentro de lo esperado. Entonces, ¿cuando ellos dijeron una cabaña se referían a esa puerta entramada?)

Cuando miró a la izquierda, vio una cabaña de madera de un solo piso. Parecía estar totalmente fuera de lugar tanto con las planicies como con un cementerio, y él sonrió amargamente. Después de todo, ¿de dónde había venido toda esta madera? Las cordilleras de la montaña Azerlisia se asomaban en la distancia, y pensó en el Bosque de Tob.

(¿Acaso trajeron todo desde allá? No sé cuantos muchos kilómetros haya viajado esta madera, pero hubieran necesitado de mucha mano de obra para traerla hasta aquí.)

Aunque él no sabía mucho sobre cabañas, Jircniv no sentía que esta estructura era particularmente llamativa. Incluso así, cuando tomaba en cuenta los alrededores, tenía que admitir que el hecho de que hubiesen podido construir esto aquí era impresionante en sí mismo.

(Pero… esa es una puerta enorme… una puerta doble, ¿huh? Y tan alta… es tan alta como tres pisos por sí misma. ¿Podría este lugar haber sido construido como algún tipo de almacén?)

Jircniv observó la cabaña, con Baziwood y Leinas a su derecha, Fluder a su izquierda y Roune detrás.

“Su Majestad. ¿Deberíamos ordenarle a las personas en los otros carruajes que desembarquen también?”

Jircniv no se volvió hacia Roune ---que estaba susurrándole al oído--- mientras respondía.

“No, no hay necesidad de eso. Al contrario, deberíamos---”

Las palabras de Jircniv fueron interrumpidas. No se debía sólo a que la puerta de la cabaña se hubiese abierto, sino debido a que sus ojos habían sido atraídos hacia las dos bellezas que ahora caminaban lentamente fuera de ella.

Ellas vestían los atuendos clásicos de una sirvienta --- de muy buen corte, pero por lo demás común y corriente. Sin embargo, las sirvientas mismas tenían una manera de comportarse anormalmente formal y educada. Incluso Jircniv, que era un experto cínico de mujeres bellas, estaba visiblemente sorprendido y observaba sin reparo como si ellas hubiesen tocado su corazón mismo.

(Esto… qué belleza… pero…)

Eran hermosas realmente. Cualquier hija de noble del Imperio aplaudiría la belleza de estas mujeres sin reserva. Jircniv sentía que él incluso querría añadirlas a su harem. Sin embargo, esta era una tumba en medio de la planicie de pastizales. Ellas estaban totalmente fuera de lugar aquí, y como resultado, un sentimiento de mal augurio se apoderó de él.

Él pudo oír el sonido del chasquido de una lengua suavemente a su lado, pero no tenía la energía para desperdiciarla en tales asuntos.

“Oye, abuelo, ¿podría ser esto una ilusión?”

“Sobre eso… bueno, no puedo decirlo con seguridad, pero no lo creo.”

“¿Son humanas? No parecen ser elfos oscuros…”

“Sobre eso… tampoco puedo estar seguro, pero dudo que sean humanas.”

Esas respuestas hicieron que Jircniv sintiera un poco de alivio. Ya que no eran humanas no sería extraño que aparecieran en un lugar como éste.

Era una respuesta que él podía entender y que desesperadamente trataba de creer.

Ambas sirvientas hicieron una reverencia simultáneamente, y la que tenía un moño habló.

“Saludos y bienvenido, Su Majestad Imperial Emperador Jircniv Rune Farlord El Nix. Mi nombre es Yuri Alfa y tengo la tarea de darle la bienvenida. Detrás de mí se encuentra mi asistente, Lupusregina Beta. Aunque el tiempo que estaremos juntos puede ser corto, esperamos que se haga cargo de nosotras.”

Aunque se demoró en responder por que estaba abrumado por las dos mujeres, Jircniv logró responder al final.

“Entonces, les agradezco por todo este trabajo debido a nosotros. De hecho, también debo darle las gracias a Ainz Ooal Gown-dono, por permitir que tan hermosas damas como ustedes se pongan a nuestro cuidado. Con eso en mente, no hay necesidad de llamarme Emperador o usar otros honoríficos. Estaría complacido si me tratan como a un individuo ordinario y me llamaran Jir ---no, en realidad espero que lo hagan.”

Jircniv mostró una sonrisa brillante a Yuri.

Sin embargo, incluso luego de recibir una sonrisa que habría hecho que cualquier otra mujer suspirase por él, la expresión de seriedad en Yuri se mantuvo como estaba. Jircniv también pudo sentir al ver esos ojos, que de manera similar su corazón tampoco se había conmovido.

¿Acaso él no era de su gusto, o era que ella no era del tipo que mezclaba negocios con placer? ¿O estaba llena de lealtad hacia la persona a la que servía?

(No puedo ver a través de ella. Quería dejar una buena impresión, pero parece que eso será muy difícil. Y estaba bastante confiado en que podría manejar a cualquiera si se tratase de una mujer… ah, si el Abuelo está en lo correcto, entonces debe ser debido a que no son humanas. No es como si mis encantos fuesen a funcionar en mujeres no humanas… aún así, ¿a qué especie pertenecen? Parecerían ser humanas, o por lo menos, cercanas a serlo…)

 Él no tenía ninguna pista sobre lo que eran ellas realmente.

A juzgar por esos dos elfos oscuros y estas dos sirvientas, Ainz Ooal Gown debía ser un hombre que le daba una gran importancia a las apariencias.

(Si ése es el caso… si mis regalos no son mejores que esas dos, entonces bien podría haber venido con las manos vacías…)

Jircniv consideró a las damas en espera que había traído en los carruajes. Él estaba orgulloso de lo hermosas que eran. Cada una de ellas era un noble al que se le había hecho entender completamente lo que les pasaría a sus familias si desobedecían las ordenes de Jircniv, y se habían despedido llorando de sus familiares antes de dejarlos y venir aquí con determinación en sus corazones.

(No tiene importancia. Aún así, luego de saber que la otra parte posee bellezas superiores a ellas, ¿se alegrarán porque ya no son necesarias? ¿O como mujeres se sentirán celosas de ellas? Supongo que debí haber traído algunos elfos, ¿no?)

Jircniv no había sido capaz de traer esclavos elfos del Imperio con ellos porque no había tenido tiempo suficiente para prepararlos, y también porque quería tenerlos de reserva en la capital para futuras negociaciones. Esas negociaciones no serían con Ainz, sino con Mare.

Él quería apoderarse de Mare, esa pequeña niña asustadiza, y desnudarla ante él. Entonces usarían los pequeños secretos inconfesables que podrían descubrir sobre ella con sus propios fines.

(Para comenzar, obtendríamos su atención con promesas sobre la liberación de su gente esclavizada. A cambio, ella accedería a hacernos algunos favores a espaldas de Gown. Luego de eso, podríamos usar esos incidentes como material de chantaje para hacer que haga más cosas por nosotros. Al menos, ése era el plan…)

Justo cuando Jircniv estaba dándole vueltas a sus planes para Mare, Yuri le respondió.

“Su Majestad Imperial es muy amable al decir eso. Sin embargo, nuestro amo Ainz Ooal Gown nos ha ordenado explícitamente que no mostremos descortesía o falta de respeto al Emperador, y como tal, lamento que no podamos acceder a su generoso pedido.”

 “¿Es así? Bueno, qué lástima. ”

Jircniv se encogió de hombros de manera exagerada, como si estuviera actuando en una comedia.

“De todas formas, por favor siéntanse libres de dirigirse a mí tan íntimamente como les plazca. ¿Y qué es de Gown-dono?”

“Entendido. Nuestro amo aún se encuentra haciendo sus preparativos, y necesitará más tiempo. Ruego que sean pacientes y esperen por él.”

“Ya veo. Entonces, ¿dónde esperaremos? ¿Dentro de esa cabaña?”

“No. Esperamos que puedan aguardar aquí.”

Jircniv elevó la cabeza al cielo. Aunque no parecía que fuese a llover pronto, era difícil de decir si el clima era bueno con esas nubes oscuras en el cielo. Adicionalmente, el aire debía de estar helado ya que era invierno, aunque Jircniv no podía sentirlo debido al encantamiento de su ropa.

(¿Qué está pensando al decirnos que esperemos aquí? ¿Podría ser que quiere que sepamos cuál es nuestro lugar? )

Ya que le habían ordenado venir al hogar de la parte ofendida para disculpase, las circunstancias de Jircniv ya eran bastante malas para empezar. Y luego, encima de eso, Ainz Ooal Gown quería humillarlo más con esto. Claramente, Gown tenía una mala personalidad.

“¿Es eso así?”

Jircniv entrecerró los ojos. Respondería a las cosas conforme sucedieran.

“Entonces, regresaremos a nuestros carruajes y esperaremos por él dentro.”

Jircniv podía sentir la rabia hirviente de sus numerosos guardias mientras decía estas palabras.

Ellos podrían estar en un país vecino ---y uno que podría terminar siendo un enemigo hacia ellos--- pero incluso así, dejar esperando al Emperador de una gran nación en un lugar como éste era demasiado irrespetuoso.

Sin embargo, nadie pudo vocalizar estos sentimientos. Ya que su señor había aceptado claramente estos términos, no había lugar para que ellos como sirvientes leales dijeran nada más. A no ser---

(¿Es debido a que vieron la masacre que esa elfa oscura fue capaz de provocar? Si es así… Gown, eres un hombre difícil de tratar. Con sólo un movimiento has infundido miedo en todos nuestros corazones. Incluso si esa habilidad sólo se pudiese usar una vez al día, ¿quién sería tan valiente como para ponerla a prueba? Y también está el hecho de que fue una niña la que lo hizo. Nos estás dando la impresión de que incluso un niño puede ser así de poderoso.)

“Le ruego que espere.”

La voz clara y tranquila de Yuri cortó el aire antes de que Jircniv pudiera moverse.

“Ya que la demora tuvo origen en nuestro lado, seríamos pobres anfitriones y desafiaríamos las ordenes de Ainz-sama si no pudiésemos mostrarles todo tipo de cortesía a ustedes en compensación.”

Jircniv estaba algo sorprendido.

(Ainz… ¿permite que estas sirvientas se dirijan a él tan directamente? Tal vez no son sirvientas… no, ya veo. Al menos, son así de cercanos el uno al otro. ¿Ya habrá tomado sus cuerpos? No, cualquier hombre lo entendería. Con tales bellezas trabajando para él, lo difícil sería mantener las manos apartadas de ellas.)

Jircniv dio su respuesta con una exagerada cortesía, aunque su tono de voz estaba teñido de ternura.

“¡Ohhh! Entonces, debemos estar agradecidos a Gown-dono. Bueno entonces… ¿qué tipo de recepción podemos esperar, y dónde podemos esperar encontrarla?”

“Siendo ése el caso, permítanme comenzar los preparativos. Para comenzar, el clima no parece ser muy acogedor. Cambiemos eso.”

“¿Qué quieres de---…? ¡Uooooh!”

Jircniv no fue el único que jadeando por la sorpresa. Los lanzadores de magia, los guardias reales, Baziwood, Leinas, incluso Fluder, todos ellos no pudieron evitar exclamar maravillados.

Las nubes negras sobre ellos comenzaron a moverse lentamente.

En poco tiempo, habían desaparecido sin dejar rastro, como si algún gigante invisible las hubiese dispersado con las manos. La caballería de hipogrifos en el cielo cayó presa de la confusión, que era algo que los que estaban en tierra podían comprender.

“¿Qué fue eso… se siente… más cálido…?”

“¿Tú también? ¿Quieres decir que está sucediendo realmente?”

Cuando Jircniv oyó los intercambios en voz baja entre sus guardias, se desabrochó el abrigo y disipó la magia que mantenía la temperatura de su cuerpo. Justo en ese momento.

“¡S-Su Majestad!”

Roune exclamó ante la súbita decisión de Jircniv de quitarse el abrigo, pero el Emperador no le respondió a su subordinado.

“Ju… juja… jujajajaja. ¿Qué es esto… qué demonios es esto? ¡Abuelo! ¡ ¿Qué está pasando?!”

Jircniv abandonó su calma y miró a Fluder con una expresión torcida en el rostro.

El refrescante, aire fresco que lo rodeaba debía poder sentirse sólo en primavera. El toque helado del invierno no se podía sentir en ningún lado. Jircniv nunca había oído de magia como esta durante las lecciones de Fluder. En ese caso, ¿qué tipo de hechizo era este, de todos modos?

“Esta no debería ser obra de la magia arcana… creo recordar un hechizo divino druídico que podía controlar el clima…”

Fluder parecía incapaz de controlar la amplia sonrisa en su rostro mientras hablaba.

“El control del clima debería ser un hechizo de nivel 6. Sin embargo, a juzgar por la reacción de Su Majestad, puede que esto no se trate de la simple manipulación del clima. Debe ser un hechizo de un nivel mayor… qué increíble…”

“¿Y este hechizo es el trabajo de esa elfa oscura --- de esa emisaria, entonces?”

Jircniv podía forzarse a sí mismo a aceptar que este hechizo era el trabajo de esa lanzadora de magia que podía provocar que la tierra se tragase a sus hombres en sus grietas. No, en realidad, esperaba que ése fuera el caso. No quería creer que había otro lanzador de magia allá afuera que era más fuerte que ella. Eso sería una pesadilla.

“En efecto, ese puede ser el caso… pero no puedo estar seguro.”

Fluder parecía encontrar todo esto terriblemente entretenido, lo cual encendió las chispas de inquietud en el corazón de Jircniv.

Aunque su mentor era un excelente profesor digno de respeto, él se volvía prácticamente inútil una vez que el asunto tenía que ver con magia. Era extremadamente irritante cuando se ponía de esa forma.

“Creo que eso debe haberlos refrescado un poco. Entonces, comencemos la siguiente fase.”

La sirvienta ignoró el creciente pánico en Jircniv y soltó otra bomba.

El joven Emperador luchaba contra el impulso de extender las manos y rendirse en el intento de mantener su dignidad. La tentación de sucumbir a los temblores de su corazón era muy fuerte, pero al final, sus obligaciones como Emperador del Imperio Baharuth ganaron y logró controlarse.

“Ahora entonces. Vengan aquí.”

En respuesta a las órdenes de Yuri, las puertas de la cabaña se abrieron, y algo enorme salió.

“¡Kehhhh!”

Un grito solitario resonó. Fue un extraño sonido que uno podría esperar de una gallina estrangulada.

Cuando se dieron cuenta de quién lo había producido, los corazones de todos los presentes, no sólo el de Jircniv, se llenaron de terror. De hecho, se sintió como si estuviesen soñando despiertos.

El que   había hecho ese sonido inusitado era el alto mago de la corte del Imperio, el “Lanzador Triple de Magia”, Fluder Paradyne. Él era un hombre que se decía era capaz de rivalizar con los Trece Héroes. Un hombre como ése se encontraba ahora con los ojos abiertos de terror, con la mirada fija sobre las cosas emergiendo de la cabaña.

Poco tiempo después, varios gritos llenaron el aire, todo ellos de los discípulos de Fluder.

“¡¿Cómo puede ser posible?! ¡Eso es---!”

“¡In-Increíble! ¡Es imposible!”

“¡Es peligroso! ¡Un ataque es inminente! ¡Magia defensiva! ¡Por favor permítanos usar magia defensiva!”

Fluder miró con rabia a sus discípulos, todos los cuales se encontraban listos para luchar.

“¡Silencio! ¡Tranquilícense, todos!”

El ser que salía de la cabaña era digno de su temor y cautela. Los ojos de todos los del contingente del Imperio fueron inexorablemente atraídos hacia un solo punto.

No había ninguna duda de que era un monstruo. Era un monstruo cubierto de una armadura negra.

Su cuerpo era excesivamente grande, y su silueta estaba cubierta de maldad. Era como si un dios hubiese extraído la esencia de todo lo violento y brutal de la humanidad, y la hubiese concentrado y dado forma física. Su cara podrida no tenía expresión, sin embargo ellos podían sentir un odio brillante y resplandeciente ardiendo en sus vacías cuentas oculares.

Y eran cinco de ellos.

El gran cuerpo del que iba delante estaba cargando una gran mesa de piedra. Los que iban detrás sostenían varios utensilios y muchas sillas.

Ninguno de ellos poseía intenciones hostiles. En contraste, la alerta y el pánico en los discípulos de Fluder parecía casi risible.

Se oyó el sonido de algo cayendo al suelo.

Uno de los acólitos de Fluder había colapsado al suelo como una marioneta a la que le hubiesen cortado las cuerdas. O mejor dicho, de los cuatro acólitos que había traído, casi todos habían terminado de esa forma. Con las pálidas caras congeladas por la conmoción mientras comenzaban a hiperventilar.

“Imposible. Cómo puede esto… no, no, no puede ser. ¿Son esos Caballeros de la Muerte? ¿Están siendo controlados? ¿Y en tales cantidades?”

Algo brilló a través de la mente de Jircniv. No pudo evitar sino abandonar su compostura y gritar con rabia.

Ya no podía darse el lujo de preservar su dignidad.

“¿Caballeros de la Muerte? ¿Qué quieren decir con Caballeros de la Muerte? ¡Abuelo! ¡Respóndeme! ¡He oído ese nombre antes, ¿tiene algo que ver con esa criatura no-muerta que se rumorea está encerrada bajo el Ministerio de Magia?!

Ciertamente. Era un Caballero de la Muerte. Ése era el nombre de un monstruo que por sí mismo podría sumir al Imperio en una situación desesperada.

Sin embargo, Jircniv no recibió respuesta.

Fluder observaba con los ojos bien abiertos. Jircniv se dio cuenta de que hablarle era una pérdida de tiempo y en su lugar se movió apresuradamente, con pasos llenos de preocupación, hasta tomar a uno de los acólitos de las solapas y levantarlo del suelo.

“¡¿Qué son estos ‘Caballeros de la Muerte’?! ¡Respóndeme!”

“¡Aieee! ¡Su, Su Majestad! ¡Como dijo usted, ese monstruo no-muerto legendario sellado dentro de las regiones más profundas del Ministerio de Magia es, en realidad, un Caballero de la Muerte! ¡Son criaturas a las cuales ni siquiera nuestro Maestro puede controlar!”

Todo lo que Jircniv pudo hacer es reír. La reserva a la que se había estado aferrando por ser el Emperador del Imperio Baharuth se había desvanecido. Se había derrumbado hasta hacerse cenizas y había sido soplada por el viento.

“… Ju, juju. Jujuju. ¿Qué quieres decir con, no-muerto legendario? ¡Hay cinco de ellos frente a nosotros! ¿O estás diciendo que los Caballeros de la Muerte vienen en grupos y que cinco de ellos se cuentan como una sola entidad? ¡¿Eh?! ¡¿Estas bromeando conmigo?!”

“¡N-no! ¡Nada como eso!”

Jircniv sintió a alguien parado a su lado. Cuando se volvió a verlo, vio que era uno de los guerreros más fuertes del Imperio, Baziwood. La cara del hombre estaba pálida, y Jircniv podía ver los comienzos de un tic nervioso.

“Eh, ah, Su Majestad. Por favor escuche esto con calma. La situación actual es muy mala. Esa criatura es de un nivel tal que nosotros, incluso formando filas y con apoyo mágico completo, no podríamos ser capaces de superar. Tal vez sería buena idea ordenar la retirada. Esto es malo. Realmente malo. Mire como me tiembla la mano.”

Al mismo tiempo que Jircniv miraba la mano de Baziwood, ésta comenzó a temblar. Luego de ver las contracciones nerviosas de su rostro, la razón para este tipo de movimiento que no le correspondía a un guerrero se volvió abundantemente clara.

“Es esto lo que se quiere decir con la palabra ‘insondable’… ¿crees que podría ser más fuerte que Stronoff-san?”

El otro miembro de los Cuatro Caballeros estaba más atrás de cuando todo había empezado, y seguía continuando con su lenta retirada. La única razón por la que ella no había echado a correr a toda velocidad era porque no quería atraer la atención de los Caballeros de la Muerte y por consiguiente, su hostilidad.

Todo esto se sentía como si una pesadilla se hubiese hecho realidad.

Y entonces, ante ellos…

La forma en que los Caballeros de la Muerte se encontraban tranquilamente ordenando los muebles y utensilios en las llanuras cubiertas de hierba era la viva imagen de un sirviente leal. No había nada en sus acciones que sugiriera que se trataba de no-muertos legendarios que podrían destruir un país.

Sin embargo, era un hecho que eran no-muertos a los que incluso el lanzador de magia más fuerte de Jircniv, Fluder Paradyne, no podía controlar. Cualquiera podría decir eso mirando las reacciones de todos los presentes.

Esto implicaba que podría haber más de cinco de estos monstruos, cuyas habilidades de pelea excedían por mucho a las de Fluder.

En contraste, el mismo Fluder Paradyne era un lanzador de magia que se podría decir que tenía el poder de combate del Ejército Imperial entero. Por supuesto, él no poseía mana infinito, y en una pelea directa, el Ejército debería ser capaz de vencerlo. Sin embargo, si él usaba su teletransportación o magia de vuelo, podría ser capaz de exterminar a todo el Ejército Imperial por sí sólo. Ése era el verdadero poder de Fluder.

Eso significaba que los cinco Caballeros de la Muerte representaban cinco veces la fuerza de todo el Ejército Imperial.

Imposible.

Era algo que no se podía permitir suceder.

Éste era un poder demasiado excesivo para que lo poseyera un solo hombre. Incluso un país se vería en apuros para contener toda esta fuerza. Éste era el tipo de poder que sólo unas cuantas naciones fabulosas o repúblicas de leyenda podían poseer. ¿Podía el amo de una pequeña y pobre tumba realmente poseer tanto poder?

Cuando los dos elfos oscuros aparecieron, él forzó su mente a alejarse de este tema y se concentró en lo que estaba ante él.

“Ainz Ooal Gown… un monstruo al que no podemos hacerle nada, no, al que ni siquiera podemos tocar…”

El corazón de Jircniv era como un pequeño bote siendo arrastrado en medio de una furiosa tormenta.

Al final, sin embargo, logró dominar sus emociones y recuperó la calma con su voluntad de acero.

Sus leales guardias, aniquilados. La sombra del enorme cuerpo del dragón. Ya que había aceptado estas cosas en el pasado, podía permitirse aceptar lo que ahora se mostraba ante él.

Sin estas experiencias previas para amortiguar el golpe, el impacto en él hubiera sido mayor. Él incluso podría haber mostrado a todos un lado más vergonzoso de sí mismo.

(Esta tumba es… ¿Qué tan poderoso es Ainz Ooal Gown? Estos cinco Caballeros de la Muerte y esos dos. Incluso incluyendo al dragón, no puede ser todo, ¿cierto? ¿Por qué se está ocultando en un lugar como éste? ¿Cuándo fue que tomó residencia aquí? ¿O tal vez sus preparativos finalmente están completos? He oído que cuando las criaturas no-muertas se reúnen en un solo lugar, un no-muerto incluso más poderoso es creado. Es por eso que estos Caballeros de la Muerte… no, ¿podría ser algo incluso más poderoso que los Caballeros de la Muerte…? No es nada bueno. No hay tiempo, pero aún tengo que buscar un camino…)

Mientras los procesos de pensamiento a alta velocidad de Jircniv lo confundían cada vez más, Yuri lo interrumpió.

“No tengan miedo. Estos Caballeros de la Muerte fueron creados por el mismo Ainz-sama. Ellos son absolutamente obedientes con él, y en su lugar, he obtenido el derecho a darles órdenes. No permitiré que ninguno de ustedes sea lastimado.”

Las palabras de Yuri hicieron añicos los pensamientos que Jircniv había intentado ordenar como si fueran cristal.

“Él… los creó…”

Ainz Ooal Gown podía crear a estos seres con la sola fuerza de su voluntad. Ésa era la terrible verdad. El hecho era que crear tales criaturas requeriría de recursos y esfuerzos iguales a su inmenso poder. La pesadilla era que, o él cumplía esos requerimientos, o los ignoraba completamente.

(No, esto debe ser un farol. ¿Cómo podría alguien crear cosas como esas? Debe estar mintiendo para inflar su propio poder. Porque si no lo está---)

Una extraña sonrisa apareció en el rostro de Jircniv.

Por alguna razón, todo parecía tan molesto ahora.

(---Ah. Ya me harté de esto. Ya no sé nada. Esta vez, simplemente conformémonos con ver lo que la otra parte puede hacer, sí.)

“¡Fu, fuajajajajaja!”

Justo cuando Jircniv había decidido abandonar todos sus delirios de estar en control, una risa de pura alegría resonó a su lado.

Venía de Fluder.

Ya sean los guardias reales, los acólitos o los sacerdotes, las caras de todos excepto la de Jircniv se congelaron por la conmoción.

Fluder Paradyne era el lanzador de magia del orden más alto, y un héroe que poseía además una educación y conocimientos incomparables. Innumerables pasajes en los libros de historia del Imperio contaban sobre como él se enfrentó por sí sólo a los monstruos que amenazaban la paz de la nación, y emergió triunfante. Su comportamiento santo también significaba que era honrado y respetado por muchas personas.

En verdad, muchas de las personas aquí presentes sentían eso por él.

Y ahora, Fluder estaba riendo de una manera que hacia pedazos la imagen mental que todos tenían de él.

Había poder en esa risa.

El aura de un héroe.

No había duda de que Fluder irradiaba una presión aterradora, y no era la sensación cálida que Jircniv sentía algunas veces del hombre que era tan cercano a él como su padre.

Él poseía un poderío mágico inmenso, suficiente como para enfrentarse a los Cuatro Caballeros al mismo tiempo. Y su voz había tomado un tono demencial mientras parecía estar volviéndose loco.

Era natural que los guardias reales cercanos sintieran la piel de gallina.

En medio de todo, sólo las personas de Nazarick y Jircniv conservaban la calma.

“… ¡poder controlar a los Caballeros de la Muerte, y en tales números! ¡Maravilloso! ¡ ¡Maravilloso!! ¡ ¡ ¡Maravilloso!!! ¡Fuajajajaja!”

Una sola lágrima brotaba de una esquina su ojo, y sonreía como si su rostro estuviese roto.

---No, eso no estaba bien.

Esta era la verdadera naturaleza de un hombre que había abandonado su posición como mago de la corte Imperial para asomarse y dar un vistazo a los profundos misterios del abismo llamado “magia.”

Hasta ahora, había estado oculta bajo la máscara de un héroe, pero frente a un poderoso lanzador de magia, no podía evitar mostrarse.

“Bueno entonces, Su Majestad. ¿Qué deberíamos hacer ahora? ¿Deberíamos escapar con magia de teletransportación? Creo que si nos teletransportamos ahora, seremos capaces de lograrlo, ¿cierto? Asumiendo que el terreno lo permita…”

Fluder le dijo esto a Jircniv con una sonrisa burlona en el rostro.

“Me gusta la expresión que tienes, abuelo. Entonces, déjame hacerte una pregunta. ¿Crees que escaparé?”

El rostro de Fluder se llenó de grietas. Era la sonrisa de un demente, que podría inspirar un terror incalculable en cualquiera que la viera.

“Era de esperarse de Su Majestad, no, mi querido Jir. Mis pupilos, abran bien los ojos y agradezcan el hecho de que pueden posarlos sobre el más grande, el más eminente de todos los lanzadores de magia en el continente. ¡Ahora que han visto el final de su viaje, deben trabajar duro para alcanzarlo!”

Las caras de los discípulos de Fluder y de los guardias reales se volvieron incluso más pálidas al darse cuenda de a qué tipo de persona pertenecía el hogar al que estaban visitando.

Ellos sabían que sus camaradas habían sido masacrados por Ainz. Sin embargo, el legendario lanzador de magia de sus libros de historia lo había llamado “el más eminente de todos los lanzadores de magia.” Se sentía como si una gran piedra hubiese sido alojada en sus barrigas.

“Su Majestad, esto es malo, ¿cierto?”

“… ¿Le importa si corro primero?”

Baziwood parecía confundido, y la pregunta de Leinas estaba llena de desesperación.

Jircniv los miró a ambos.

Aparte de Fluder y sus discípulos, la tensión en los guardias reales se incrementaba poco a poco, y parecía que se derrumbarían en cualquier momento.

 Esto era debido a que el comportamiento anormal de Fluder y a la descripción del poder de los Caballeros de la Muerte habían quebrado su moral.

“¿Qué más podemos hacer? Y si quieres correr, adelante. Sin embargo, si haces eso tal vez piensen que no eres una de nosotros. Lo que significa que para ellos, serás una intrusa. Tendrás suerte si no terminas como esos trabajadores que vinieron aquí antes.”

Leinas apretó los dientes y su cara se retorció.

“Lo que significa que está bien, ¿cierto?”

“Baziwood, mira al abuelo--- no, a Fluder. De entre todos nosotros, él es el más familiarizado con la magia y mira en qué estado se encuentra. Todo lo que podemos hacer es dejar todo en manos de nuestros anfitriones.”

“¿Qué tal si rogamos para que Dios nos dé suerte, y luego escapamos?”

“¿Realmente crees que podemos escapar?”

Baziwood dio un vistazo a la sirvienta, que claramente había oído lo que decían sobre escapar, pero tranquilamente continuaba con sus preparativos de todas formas.

“¿Qué tal si tomamos un rehén?”

“No me gusta oír a las personas hablar de hacer cosas imposibles, ‘Relámpago’, di algo así una vez más y verás lo que sucede.”

“…Perdóneme. En realidad, siento que esa sirvienta es incluso más poderosa que los Caballeros de la Muerte. Ciertamente son más misteriosas… ah, mírela, ni siquiera le importa que hablemos de tales cosas justo frente a ella. Qué aterrador…”

La sirvienta también era monstruosamente fuerte.

Mientras pensaba sobre esto, Jircniv agitó la cabeza. Quería creer desesperadamente que eso no era cierto. Mientras lo pensaba, intentó con todas sus fuerzas alejar de su mente las frías sonrisas de esos dos elfos oscuros.

“Parece que casi estamos… ¿ya estamos listos, entonces? En ese caso, todos, espero que puedan relajarse por aquí.”

Había muchas mesas y sillas sobre la hierba. Las mesas estaban cubiertas de manteles blancos y grandes sombrillas proveían sombra. Los Caballeros de la Muerte que habían estado acomodando los muebles se encontraban de pie al lado de la cabaña a fin de no ponerse en el camino.

“También hemos preparado bebidas para ustedes.”

Había botellas de vino ordenadas sobre las mesas, llenas de un líquido naranja. A su lado se encontraban unas copas altas de vino hechas de cristal transparente. Cada una de ellas estaba grabada con elaborados diseños.

Incluso Jircniv, un Emperador que disfrutaba de las mejores cosas de la vida diariamente, no pudo evitar mirar boquiabierto lo que tenía ante él.

“Por favor déjenos saber si necesita cualquier otra cosa. Entonces, todos---”

Las puertas de la cabaña de troncos se abrieron una vez más, y más sirvientas salieron del interior. El contingente Imperial fue golpeado por su belleza extraordinaria, lo que fue suficiente para eliminar todo el miedo y preocupación que habían experimentado hasta ahora.

Cada una de ellas era únicamente hermosa a su manera. Una de ellas tenía el cabello recogido en dos moños, otra tenía el cabello largo y lacio, y una tercera tenía el cabello rizado.

“¿Es que están teniendo una venta de bellezas?”

Aunque Jircniv no sabía cuál de los guardias reales había dicho esto, él tenía que estar de acuerdo. Después de todo, ¿qué podrían hacer tales bellezas en una tumba?

(¿Acaso esa tumba produce mujeres hermosas en masa? ¿Crecen de la tierra como hongos?)

Nuevamente oyó el chasquido de una lengua, pero no le prestó atención.

“Entonces, por favor disfruten las bebidas que tenemos---”

“---Ah, antes de eso, ¿podríamos conocer a Ainz Ooal Gown primero? Me gustaría agilizar las cosas… y si no hay problema, ¿podría conversar con él justo antes de que se reúna con Jir---?”

“Fluder, contrólate.”

Sin importar qué, ninguno de ellos podía deshonrase a sí mismo o al Imperio en este lugar.

“No olvides tu posición, Fluder. Estamos aquí como representantes del Imperio, no para satisfacer tu sed de conocimientos mágicos.”

Para entonces, una luz calmada llenaba los ojos de Fluder. Él había, en su mayor parte, logrado controlar sus deseos desenfrenados.

“Perdóneme, Su Majestad. Me dejé llevar por la emoción. También ruego por el perdón de todos los presentes.”

“Así es, abuelo. Toma algo, tranquilízate. Entonces, ¿podemos?”

“Entendido.”

Yuri lentamente llenó las copas en la mesa ante Jircniv con el mismo líquido naranja. Un aroma cítrico fragante flotó en el aire.

Jircniv tomó un sorbo del jugo, y el sabor era tal que no pudo evitar sonreír. Y pensó amargamente, ‘¿qué he estado bebiendo toda mi vida?’. Los guardias reales que lo rodeaban murmuraban sorprendidos mientras compartían las bebidas. Si hasta el cínico Jircniv podía sorprenderse con esto, ¿qué tanto más lo harían estos hombres comunes? Como para ilustrar este punto, había muchos que olvidaron la etiqueta y estaban bebiendo el jugo a tragos tan rápido como podían.

Poco después, se oyeron expresiones de asombro de los hombres reunidos.

“¡Es delicioso!”

“¡Qué tiene este jugo, es la mezcla perfecta de sabores dulce y ácido!”

“¡Se desliza por tu garganta, y no queda un regusto empalagoso!”

Jircniv tomó otro sorbo mientras oía los elogios de todos alrededor de él. De pronto, se sintió como si se llenara de poder.

(Incluso mi cuerpo se está emocionando debido a este sabor, eh. Pensar que Nazarick podría producir bebidas de tal calidad. Parece que realmente insulté a esos dos elfos oscuros en aquel entonces. Si ellos podían conseguir esta bebida maravillosa todos los días, entonces no es de extrañar que no estuvieran impresionado por las nuestras.)

Jircniv sonrió amargamente.

Pensar, que incluso el simple sabor de esto podía derrotarlos completamente.

(Ahhh… me siento tan tranquilo. Ésta es la primera vez que me he sentido tan relajado desde que llegué aquí. Es como… es como si hubiese vuelto a casa…)

¿Cuánto tiempo habían estado lejos del sol bajo la sombra de las sombrillas y oído el viento soplar a través de la hierba? Eventualmente, Yuri dijo las palabras que Jircniv deseaba oír.

“Me disculpo por la demora. Ainz-sama está listo para verlos ahora, así que por favor síganme.”

Parte 3


Jircniv llegó a un cuarto hemisférico que parecía ser un teatro. Estaba situado frente a un par de puertas dobles enormes. Intrincadas estatuas decoraban ambos lados de la puerta; bellas diosas a la derecha y demonios de aspecto cruel a la izquierda. Incontables estatuas de aspecto ominoso.

Hacían que los que las miraban pensaran en ‘Las Puertas del Juicio’.

Jircniv reflexionó sobre las puertas mientras las miraba.

El enorme cuarto, era silencioso, tan silencioso que imaginaba que podía oír el metafórico ‘sonido del silencio’.

De hecho, ninguno dentro del contingente Imperial había dicho una sola palabra desde que habían sido llevados a este lugar. Los únicos sonidos eran aquellos del roce de las armaduras.

Antes de llegar a esta habitación del silencio, habían pasado a través de lugares de belleza incomparable en su camino hasta aquí, y sus almas les habían sido robadas por las maravillas de las que habían sido testigos.

Sería demasiado esperar que ellos no hubiesen sido cautivados por las visiones míticas que habían presenciado.

En verdad, incluso Jircniv encontraba difícil controlar el impulso de mirar los alrededores abiertamente boquiabierto, dado el magnífico mundo por el que habían atravesado.

Jircniv dio un vistazo sobre el hombro para mirar a sus subordinados que lo habían seguido hasta aquí.

Detrás de él se encontraban Baziwood y diez guardias reales especialmente seleccionados, Fluder y cuatro de sus acólitos, Roune, su secretario, y los sacerdotes de la orden de caballeros. Leinas y los otros guardias reales se habían quedado atrás con los carruajes por seguridad.

Todos los que lo seguían ---con la excepción de Fluder--- tenían los hombros retraídos cerca al cuerpo.

Esto era debido a que recordaban constantemente cuan pequeños e insignificantes eran, mientras presenciaban unas vistas que la élite artística del Imperio tendría difícil reproducir.

La Gran Tumba de Nazarick era una tumba sólo en nombre. En realidad, era un mundo hermoso que era más cercano a un reino divino que a cualquier otra cosa. La impresión que tenían del gobernante de este lugar, del lanzador de magia Ainz Ooal Gown, era casi indescriptible.

La sonrisa en el rostro de Jircniv estaba llena de burla, dirigida a sí mismo. Los humanos naturalmente agacharían la cabeza ante aquellos que los sobrepasaban. Cualquiera que no estuviera impresionado por estas maravillas arquitectónicas y artísticas seguramente debía poseer el sentido estético de una piedra.

(…Esto es muy inquietante.)

Ainz Ooal Gown esperaba detrás de esa puerta. Era un lanzador de magia que sobrepasaba incluso a Fluder Paradyne. De hecho, tal vez no habría nadie igual a él en el pasado o en el futuro. Su magnífico hogar excedía por mucho la capacidad de imaginación de los humanos, y sus seguidores poseían un poder increíble. Era un ser que poseía todas las ventajas que Jircniv podía imaginar.

¿Por qué alguien así se esconde en un lugar como éste? Aunque Jircniv no podía saber la respuesta, probablemente lo averiguaría muy pronto.

Esperaba lograr por lo menos eso durante las discusiones por venir.

(Dudo que quede satisfecho con una simple disculpa luego del espectacular despliegue de fuerza que dio.)

En un inicio, los planes de Jircniv eran determinar los deseos de Ainz Ooal Gown y entonces concedérselos para lograr obtener beneficios para el Imperio. Toda esta charada de venir a disculparse era una simple excusa para lograr ese objetivo.

Sin embargo---

(Como si yo pudiera siguiera imaginar conceder los deseos de alguien tan poderoso como éste. No podría hacerlo, incluso si tuviera más riqueza y poder de las que tengo.)

Del mismo modo que una pequeña piedra preciosa no llamaría la atención de Jircniv, era imposible que Ainz Ooal Gown estuviera interesado en nada de lo que Jircniv podía ofrecerle.

Para comenzar, las riquezas estaban completamente fuera de discusión.

(Y sobre proveer apoyo militar --- bueno, ¿por qué estaría interesado en cosas que son muy inferiores a las suyas?)

Incluso usar miembros del sexo opuesto como trampas de miel sería imposible. Jircniv recordó esto con firmeza mientras pensaba sobre Yuri y las otras sirvientas.

Ofertas de rangos y autoridad serían inútiles para alguien que vivía en un lugar como éste.

Jircniv se preguntaba si los deseos humanos podían mover el corazón de Ainz Ooal Gown.

“… Sería muy difícil, eh.”

La mente de Jircniv había pensado en incontables estratagemas y tácticas para usar contra Ainz Ooal Gown.

La conclusión a la que había llegado era que él no podría superarlo.

El mejor resultado que podía esperar era que Ainz no lo considerara un enemigo.

(Las condiciones de victoria para este compromiso son: El Imperio sigue intacto, y que yo regrese con vida.)

Mientras daba voz a estos pensamientos, Jircniv se dio cuenta de que lo había dicho con un volumen de voz más alto del que había imaginado. Sin embargo, nadie alrededor del él reaccionó. Estaban demasiado fascinados por lo que los rodeaba.

“Éste es el cuarto del trono. Ainz-sama espera por usted adentro.”

Luego de eso, Yuri anunció que su rol había terminado, e hizo una profunda reverencia hacia Jircniv.

Como si estuviesen esperando por estas palabras, las enormes puertas dobles giraron lentamente abriéndose por sí mismas.

Muchas súbitas ingestas de aire llegaron a los oídos de Jircniv. No fueron sólo uno o dos casos, sino más de diez, probablemente muchos más de la mitad de los que habían venido a este lugar. Muchos entre ellos no habían sido capaces de controlar su determinación y permitieron que sus rostros mostraran los deseos que tenían de huir. En otras palabras, muchos en el contingente Imperial estaban esperando que las puertas no se abrieran.

Era precisamente debido a esa razón que Jircniv estuvo agradecido que las puertas se abrieran automáticamente. Quién sabe cuánto hubiesen tenido que esperar si primero necesitaban reunir el valor para atravesar esas puertas.

El techo que pudieron ver era muy alto y muy amplio. Las paredes eran predominantemente blancas, con extensas decoraciones de oro e iluminaciones.

Candelabros multicolores ---hechos de piedras preciosos de todos los colores del arcoíris--- se encontraban suspendidos sobre el techo, irradiando una luz extraña. Y unas banderas colgaban de perchas ubicadas en las paredes.

Jircniv y los otros se pusieron pálidos al tiempo que un aire opresivo los envolvió viniendo desde el interior del cuarto.

Una alfombra carmesí recorría el centro de la habitación, y a los lados se encontraban una serie de seres inconmensurablemente poderosos.

Demonios, dragones, seres humanoides de formas extrañas, caballeros en armadura, insectos bípedos y elfos. Cada uno diferente al otro, pero una de las cosas que tenían en común era el sobrecogedor poder que cada uno poseía. Tales seres se encontraban en dos filas a ambos lados de la alfombra, y se sintió demasiado desalentador intentar contarlos.

En silencio, miraban a Jircniv y compañía. Aunque era dicho que uno podía sentir cierto tipo de fuerza en la mirada de aquellos en una posición de poder, esta era la primera vez que Jircniv sentía una fuerza física presionando sobre él mientras miraba los ojos de alguien.

El sonido de suaves gemidos y el temblor de las placas de metal de las armaduras vinieron de detrás de Jircniv.

Era prueba de que sus súbditos sentían miedo más allá de la razón.

Sin embargo, Jircniv no planeaba reprochar a sus subordinados por mostrar miedo. En lugar de eso, quería elogiarlos, porque cada uno de ellos había conquistado ese miedo y se encontraba detrás de él.

Habían permanecido firmes de cara a este terror primordial del principio del a humanidad.

La evaluación de la peligrosidad de Ainz que Jircniv sentía se incrementó varias docenas de puntos al mismo tiempo. Hasta ahora él había mantenido su guardia en alto, y ésa evaluación del poder de Ainz había estado cambiando siempre, elevándose, desde que llegó aquí. Pero había sido demasiado ingenuo por mucho.

El asunto de lidiar con Ainz Ooal Gown no era ya simplemente un asunto concerniente a la supervivencia del Imperio, sino más bien, era concerniente a la supervivencia de toda la raza humana --- incluso de los semi-humanos.

Los ojos de Jircniv siguieron la alfombra roja hacia adelante.

Ante ellos se encontraban unas escaleras, y alrededor de ellas estaban reunidas varias personas que Jircniv consideraba eran los asistentes de Ainz. Una bella niña de cabello plateado. Un monstruo de color azul blanquecino que parecía un insecto erguido. Un hombre parecido a un sapo en un traje. Los gemelos de antes --- aquí Jircniv sintió algo de alivio. Si resultaba que los que habían barrido con sus guardias reales eran soldados de a pie, eso sería difícilmente algo de lo que reírse.

Sobre ellos, en las escaleras, se encontraba una hermosa mujer con alas, y justo detrás de ella---

“Eso es…”

Sobre un trono de cristal estaba sentada la personificación de la muerte. Sosteniendo un bastón de apariencia extraña en la mano.

Era un monstruo con un cráneo por cabeza.

Era como un ser que había sido formado luego de concentrar la oscuridad en un solo punto.

Era Ainz Ooal Gown.

Una corona magnífica descansaba sobre su cabeza, y su cuerpo estaba cubierto de una lujosa túnica azabache. Unos anillos relucían brillantes sobre sus dedos. Incluso desde tal distancia, Jircniv podía ver claramente que los exquisitos accesorios que Ainz llevaba estaban más allá de las habilidades de sus artesanos en el Imperio.

Unos puntos de luz roja como sangre brillaban dentro de las órbitas oculares vacías del cráneo de Ainz Ooal Gown. Mientras cubrían a Jircniv y a su contingente, se sintió como si los estuviera saboreando.

Jircniv estaba conmocionado por el hecho de que Ainz no fuera humano, y al mismo tiempo se sentía aliviado.

Era debido a que Ainz no era humano que Jircniv podía aceptar honestamente que Ainz era un ser superior que lo sobrepasaba por mucho.

“Hu…”

Jircniv exhaló en silencio.

Era prueba de su determinación.

Las puertas se habían abierto, pero no había pasado mucho tiempo desde eso. Ciertamente no había pasado tanto tiempo como para que nadie comentara sobre su inactividad. De todas formas, no podían esperar allí por siempre. Y así, Jircniv dio un paso al frente.

“”Vamos.”

Las palabras de Jircniv fueron lo suficientemente bajas como para que sólo los que estaban detrás de él pudieran oírlo. Cualquiera que lo viera quedaría sorprendido por cómo podía hablar sin abrir la boca. No era magia, sino habilidad pura. Era una habilidad que era particularmente útil en momentos como éste.

Sin embargo, Jircniv pudo sentir que nadie respondía a sus palabras.

Avanzar hasta los pies de Ainz, significaba que debían atravesar entre las filas de monstruos. Incluso aunque estaba seguro de que estos oponentes aterradores no los atacarían, caminar frente a estas criaturas requeriría de todas formas de muchísimo valor.

Su juicio de que no serían atacados era más que un simple deseo optimista.

Las razones para usar un cuarto del trono como éste eran usualmente para proveer un lugar formal para las comunicaciones oficiales, y también para demostrar el poder nacional. Estos eran hechos que cualquiera sabría.

Lo que significaba que las razones para escoger este lugar eran para demostrar el poder de Nazarick, y para mostrar que no tenían intenciones de matar a Jircniv y a sus seguidores. Después de todo, si Ainz quisiera deshacerse de ellos, simplemente los hubiese llevado a un matadero en lugar de aquí.

Los subordinados de Jircniv deberían de haber entendido este hecho. Sin embargo, esa no era la razón por la que habían permanecido inmóviles.

La razón era simplemente porque no querían acercarse a Ainz.

Más allá de las filas de monstruos estaban los asistentes de Ainz Ooal Gown. El poder de esos seres estaba claramente más allá de poder ser estimado por un hombre cuerdo.

Y en el trono estaba el mismo Ainz Ooal Gown.

En gran medida, Jircniv se dio cuenta de algo en las profundidades de su alma.

Se dio cuenta de que estaban ante la presencia de lo que los hombres llamarían un dios.

Jircniv poseía un ítem mágico que lo defendía de ataques mentales, pero la presión que enfrentaba estaba más allá de la protección del ítem. Si perdía la concentración siquiera una vez, incluso el hombre conocido como el Emperador de Sangre sería incapaz de hacer nada más que arrodillarse ante Ainz.

Aún así, era precisamente por esta razón que debía ir.

Del mismo modo que Jircniv estaba observando a Ainz Ooal Gown, Ainz Ooal Gown estaba también observando a Jircniv. Y si no aprobaba lo que veía, ¿qué le sucedería al Imperio en el futuro? Por lo menos, Jircniv tenía que lograr que Ainz reconociese su valor, y por extensión, asegurar la continua existencia del Imperio.

Jircniv se rió de su propia ingenuidad.

Qué había estado pensando con ‘una guerra de palabras’.

(Supongo que esto es lo que significa arrepentirse de algo. Nada importa más. Todo lo que puedo esperar ahora es minimizar el daño al Imperio.)

“¡Vamos!”

La severa orden de Jircniv estaba dirigida a sus subordinados, pero más importante aún para sí mismo, para lograr regresar a la realidad. Podía sentir que sus seguidores lo observaban expectantes.

Era una alfombra muy suave, pero en este momento para Jircniv, parecía ser demasiado ligera y efímera.

Con firmeza puso a un lado las innumerables miradas severas dirigidas hacia él y avanzó, manteniendo los ojos fijos en la persona ante él ---Ainz Ooal Gown. Sus instintos le decían que si desviaba la mirada por un momento, ya no sería capaz de seguir moviéndose.

Jircniv no era un guerrero excelente ni nada como eso, pero la razón por la que podía seguir avanzando a la cabeza de sus hombres cuando sus guardias reales temían moverse era debido a la fortitud mental que le había sido inculcada desde niño como Emperador.

Finalmente, llegó a la base de las escaleras, frente a los asistentes cercanos a Ainz Ooal Gown.

“Ainz-sama, éste es el gobernante del Imperio Baharuth, el Emperador Jircniv Rune Farlord El Nix, para su deleite visual.”

La voz dulce vino de la mujer con alas parada al lado del trono. El tono dulce de su voz coincidía con su radiante apariencia.

En respuesta, el ser que era verdaderamente un dios de la muerte le habló a Jircniv.

“Estoy contento de que hallas venido, Emperador del Imperio Baharuth. Soy el amo de la Gran Tumba de Nazarick, Ainz Ooal Gown.”

Una leve punzada de alivio recorrió a Jircniv. Su voz era más normal de lo esperado --- como la de un ser humano.

Si ese era el caso, entonces leer de sus palabras podría seguir siendo posible.

“Humildemente le agradezco esta su tan generosa bienvenida, Ainz Ooal Gown-dono.”

Uno no podía leer las expresiones faciales de un cráneo. ¿Qué tipo de saludo estaría más acorde con la situación actual? Jircniv reflexionó cuidadosamente sobre esa pregunta.

Sin embargo, el que habló primero no fue ni Jircniv, ni Ainz.

“Ainz-sama. Es descortés que seres inferiores como estos humanos se dirijan a usted como si fueran iguales,” dijo la voz de un hombre. “「Arrodíllense」.”

Jircniv oyó el sonido de innumerables placas metálicas golpeando el suelo, pero no necesitó darse la vuelta para saber qué estaba pasando. Sus súbditos debían de haberse arrodillado en respuesta a la voz del hombre. Al mismo tiempo pudo oír el desesperado rechinar de dientes que venía de aquellos que querían ponerse de pie, pero no podían.

Debía ser algún poderoso tipo de efecto de dominación mental.

Si Jircniv no llevara el collar que nunca se quitaba, estaría arrodillándose como sus hombres.

Incontables miradas se centraron sobre Jircniv, el único que permanecía de pie. Eran miradas frías y clínicas, como si Jircniv no fuese más que un conejillo de indias.

“---Suficiente, Demiurge.”

“¡Entendido!”

El monstruo parecido a un sapo llamado Demiurge hiso una respetuosa reverencia a su amo.

“「Liberando el control」.”

Casi pudo sentir que la presión alrededor de ellos desaparecía, y pudo oír los suspiros de alivio de los estaban detrás de él.

“… Jircniv Rune Farlord El Nix, mi subordinado ha hecho algo descortés a un noble invitado que ha venido de muy lejos a visitar mis dominios. Los pecados de los vasallos son los de su señor, y como tal te ruego perdón. Espero que este asunto pueda resolverse agachando la cabeza.”

Conmoción y desorden vinieron de las filas de monstruos detrás de ellos.

Incontables emociones se arremolinaban en el corazón de Jircniv.

Jircniv se mostraba cauteloso, porque se había dado cuenta que Ainz no era del tipo que resolvía sus asuntos usando sólo la fuerza bruta. Claramente, se trataba de una persona astuta, y tenía que observarlo con cuidado.

Similarmente, se sintió aliviado porque Ainz no era de ese tipo de persona. Al menos, Ainz no parecía ser alguien que aplastaría a Jircniv sin molestarse con una negociación.

Y más importante que todo, Jircniv estaba asustado. Él sabía sin ninguna duda que Ainz poseía la completa lealtad de los monstruos aquí presentes.

Al mismo tiempo, Jircniv se dio cuenta con desagrado de que todo lo que había sucedido hasta ahora había ocurrido de acuerdo a los deseos de Ainz Ooal Gown. Era la sensación ominosa de que todo había tenido lugar justo como Ainz lo había planeado.

“No hay necesidad de disculparse por eso, Gown-dono. No es extraño que los subordinados de uno actúen como les plazca de cuando en cuando. Los ciudadanos de nuestro Imperio también hacen lo mismo. Y por eso, debo disculparme.”

Uno de los guardias reales que habían sido liberados del efecto de dominación, se movió y de manera preocupada y con pánico colocó una urna al lado de Jircniv. Jircniv debería de haberla tomado inmediatamente, pero fue detenido por sus pensamientos.

(¿Pudieron las acciones del subordinado de Gown ser hechas con la intención de hacerme decir lo que acabo de decir? ¿Si ese es el caso, debería salirme del guion? No, esa no es una opción. Esto es como una pelea escenificada con espadas reales. Un solo tropiezo resultaría en graves heridas… eso sería muy malo.)

“Esta es la cabeza del noble insensato que tomó acciones por sí mismo para irrumpir en su tumba… aunque no sé si ‘tumba’ es la palabra adecuada. Por favor acéptela.”

La urna contenía la cabeza del Earl* Femel. Él era el noble al que Jircniv había inducido a reclutar y enviar a los trabajadores.
(*Earl es un título, es un miembro de la nobleza, el líder de una pequeña fuerza de hombres.)

Esos nobles que no eran ni bendición ni perdición eran elevados para ser usados en momentos como estos.

Los muertos no hablan. Aunque él no sabía cuanta información poseía Ainz Ooal Gown, pensó que sería más prudente silenciarlo para prevenir más filtraciones.

Era muy probable que Ainz haya enviado a sus emisarios porque los trabajadores habían irrumpido en sus dominios, y quería que su amo se hiciera responsable por ello. Debido a esto, él tenía que negar todo conocimiento del incidente con la esperanza de mejorar sus relaciones.

La hermosa mujer parada al lado de Ainz suavemente asintió con la cabeza, y el que se llamaba Demiurge tomó la urna y subió las escaleras.

Luego, se arrodilló ante Ainz, y le presentó la cabeza de dentro de la urna.

Ainz levantó la cabeza.

“La aceptaré. Pero ¿qué debería hacer con ella ahora? Sería un desperdicio tirarla simplemente.”

(… ¿Hmm? ¿Se burlará entonces? Ya veo. De lo único que está seguro es de que los trabajadores fueron contratados por Femel… la pregunta ahora es de dónde se filtró la información…)

De pronto, la cabeza del Earl Femel se sacudió en la mano esquelética que la sostenía.

A simple vista, uno podría pensar que Ainz era el que la movía, pero una inspección más cercana revelaría la verdad. La cabeza estaba cubierta de algún tipo de líquido, y Ainz la soltó de su mano.

Al mismo tiempo que el cambio de posición obstruía su visión, una fuente de un pegajoso líquido negro emergió del suelo.

Luego de que el líquido había terminado de fluir, lo que quedó fue un enorme traje de armadura metálica negra.

Era un Caballero de la Muerte.

Como si fuesen uno sólo, todas las personas detrás de Jircniv inhalaron fuertemente por la sorpresa.

“Cómo… pudo esto…”

Él lo había creado. Las palabras de la sirvienta habían sido ciertas. Jircniv quería desesperadamente morderse el labio pero se obligó a no hacerlo. No podía hacer un acto tan vergonzoso en público.

“Ve, ponte e la fila.”

Con un profundo gemido que pareció venir de algún lugar por debajo de la tierra, el Caballero de la Muerte obedientemente descendió las escaleras y se esfumó del campo de visión de Jircniv.

(¿Cuántos más de estos Caballeros de la Muerte puede seguir creando Ainz Ooal Gown? No me digas que… ¿un número ilimitado, mientras pueda obtener cadáveres? Pero, si es capaz de eso--- espera, antes de eso, ¿puede crear no-muertos más poderosos? Eso significaría que…)

“Entonces, Jircniv Rune Farlord El Nix-dono.”

La suave voz de Azin hizo que Jircniv nuevamente cobrara conciencia de sí mismo, y le sonrió fácilmente a Ainz.

“Ah, Gown-dono, bastará con que me llame Jircniv solamente. Después de todo, es un nombre largo.”

“¿Es así? Bueno entonces, Jircniv-dono. Para comenzar, permítame disculparme por ese impresentable comportamiento de hace un momento. Dado que mi maleducado vasallo fue descortés con usted y aquellos a los que dirige, considero por terminado el asunto de la invasión del noble a Nazarick. Entonces, eso es todo. Aunque hice que viniera de tan lejos, ahora es libre de marcharse.”

“---¿Ah?”

Nadie pudo entender lo que estaba pasando.

“Ah, perdóneme. Temo que no oí bien sus palabras. ¿Podría repetirlas una vez más?”

“No hay necesidad de disculparse. Estará bien si regresa a casa. Después de todo, estaremos bastante ocupados por aquí dentro de poco.”

Ainz se encogió de hombros, como si hubiese estado bromeando.

Jircniv ya no tenía idea de lo que estaba pasando.

¿Podría ser que la disculpa fuese sólo un pretexto para hacer que él viniera a este lugar para cumplir algún otro objetivo? Ése claramente parecía ser el caso, pero las circunstancias parecían ser mucho más extrañas para ser explicadas de esta forma.

Algo no tenía sentido aquí.

(---Espera un minuto. ¿Qué acaba de decir?)

“Perdóneme pero, ¿qué quiere decir con ‘estaremos bastante ocupados’?”

“Gracias a este incidente, ahora sabemos que seremos arrastrados a asuntos molestos incluso si no nos involucramos. Siendo ese el caso, estaba pensando que deberíamos movernos a la superficie para hacernos cargo de esos asuntos nosotros mismo.”

“Eso, eso significa que…”

“Primero, haremos que esos tontos que trataron de hacernos daños paguen un precio adecuado. Luego de eso, aplastaremos a todos las personas conflictivas que encontremos hasta que la paz que tanto anhelo sea restaurada.”

Esas palabras eran los desvaríos de un lunático.

No--- eso sería incorrecto. Él no estaba loco. Cuando uno consideraba la fuerza personal, militar y económica de Gown, esas palabras no eran para nada descabelladas. Era solamente que Jircniv ---cegado por su limitada experiencia--- encontraba difícil aceptar los hechos.

Ainz Ooal Gown era un hombre que podía hacer lo que había dicho.

Una incontrolable sensación de terror emergió desde debajo de los pies de Jircniv.

La Gran Tumba de Nazarick. Lo que se suponía debía haber sido un gigante dormido había sido despertado, y estaba a punto de comenzar un reinado de terror en el mundo de la superficie.

(¿Podría ser que fui llamado a este lugar para esto? ¿Es ésta una declaración de guerra? ¿Qué debería hacer? ¡Ainz Ooal Gown está esencialmente declarándole la guerra al Imperio! ¿Debería arrodillarme ante él aquí mismo por el bien del futuro?)

En verdad, eso podría haber sido lo más sensato.

Sin embargo--- el destino que les esperaba no sería placentero si aceptaban el gobierno de un monstruo. Existía la posibilidad de que Ainz simplemente matara a todos en el Imperio y los volviera a la vida como más Caballeros de la Muerte. Podría ser un destino incluso peor que simplemente la muerte.

Jircniv se devanó los sesos como nunca lo había hecho en su vida. Por derecho, él debería de haber llevado esta pregunta de vuelta y consultado con docenas de sabios sobre cuál debería ser el rumbo adecuado de acciones a tomar. Pero para entonces, ya sería muy tarde.

Con una sonrisa que cortó a través de todo, Jircniv habló.

“Tengo una propuesta. ¿Qué tal si formamos una alianza?”

“Nos estás confundiendo con tus lacayos--- ¡uwah!”

Se oyó una clara voz acampanada, seguida de un sonido de algo moviéndose con rapidez. La chica del cabello plateado frunció el ceño, mientras Aura, parada a su lado, pretendía no saber qué pasaba.

Aunque la visión dinámica de Jircniv no era lo suficientemente buena como para haber visto lo que había pasado, parecía que la elfa oscura acababa de patear a la chica del cabello plateado en la pierna.

“… Oi, tú---”

“--- Hacen mucho ruido. Silencio.”

Como un rey demonio, Ainz agitó majestuosamente su brazo izquierdo para pedirles que se callaran.

Tales movimientos reales sólo podrían haber nacido de largos años de gobierno sobre sus dominios.

El nivel de alerta de Jircniv se disparó a las nubes.

(Ya veo, él ha presidido sobre estas tierras por mucho tiempo. Y pensar que un ser tan digno…)

Las voces de las dos niñas se superpusieron, expresando pesar por su insensatez.

Él no podía sentir ni una pizca de la arrogancia que Aura había demostrado mientras estaba en la capital. Justo después de eso, observó a Ainz Ooal Gown, con la esperanza de que tuviera a sus subordinados completamente bajo su control. Luego reunió todo su valor y se preparó para hablar.

Éste era el evento principal.

Su lengua parpadeó sobre sus labios.

Jircniv había escogido el mejor plan en el que podía pensar de entre las innumerables conspiraciones y estratagemas que se le habían ocurrido hasta este día.

“Construir una nación y gobernarla --- creo que es una gran idea. Es la posición que mejor va con Ainz-dono. Nuestra nación gustosamente proveerá toda la ayuda y recursos que necesita para fundar esta nación. ¿Qué le parece?”

La cara sin piel de Ainz no se movió. Sin embargo, Jircniv pudo sentir que los brillantes puntos de luz en las órbitas oculares de Ainz brillaban ligeramente más fuerte.

“… Jircniv-dono, no creo que ese plan signifique ninguna ventaja para ti.”

Era lo más natural, era por ello que pudo predecir con confianza que Ainz preguntaría eso. Reuniendo toda la experiencia en actuación que poseía, Jircniv dio su respuesta.

“Deseo forjar buenas relaciones con el país que su estimada persona eventualmente establecerá. Esto también es una consideración para el futuro.”

“Ya veo. Entonces, que así sea. Los detalles los dejaré a tu cargo.”

Jircniv se quedó sin palabras ante la velocidad con la que Ainz había accedido a su propuesta. De ningún modo había esperado eso. Ni siquiera podía reunir la suficiente voluntad para decir nada más.

Para comenzar…

(¿Por qué no me pidió que le jurara lealtad? Siendo un individuo arrolladoramente superior en una posición ventajosa, ¿por qué habría siquiera aceptado la oferta de una alianza?)

Él había preparado docenas de respuestas para cuando Ainz le pidiera un juramento de lealtad. Pero la respuesta de Ainz había excedido el alcance de las predicciones de Jircniv.

(¿Qué es lo que pretende?)

Jircniv no podía entender para nada la forma de pensar de Ainz.

En un enfrentamiento contra un oponente más fuerte, un hombre más débil debía pensar en cómo volver la fuerza de su enemigo hacia sí mismo y hacer que se tropiece. Así era como uno explotaba la arrogancia de los fuertes. Pero si el oponente más fuerte no fuese un ser arrogante, entonces esa táctica era inútil. La única forma de luchar que poseía el hombre más débil no tendría efecto.

Ainz debía de haber estado pensando de esa forma. Él nunca actuaría de una manera arrogante que otros pudieran aprovechar.

No…

(Es posible que todo hasta ahora haya estado marchando de acuerdo a los planes de Ainz. Después de todo, la demora en sus respuestas fue demasiado corta. ¿Esto significa que ya predijo todas mis posibles acciones y preparó las respuestas adecuadas?)

Jircniv estaba muy al tanto de que el terror que acompañaba a Ainz Ooal Gown no procedía simplemente de su poderío incomparable, sino también de su insondable intelecto.

“Es, ¿es así? Entonces, es maravilloso. Podría, podría decirme si hay algo, cualquier cosa, que podamos hacer por usted.”

“No puedo pensar en nada en este momento. Por ahora, ¿qué tal si establecemos lugares donde podamos enviar de visita a nuestros embajadores? Como embajadas, tal vez. Me gustaría tener un medio para contactarlo, honrado Emperador.”

Si realmente todo iba de acuerdo a los planes de Ainz, entonces no había forma de que no hubiese pensado en todo. Por tanto, el significado de estas palabras era obvio.

(Estas palabras también deben de ser una estratagema. Él debe pensar que si hace sus demandas inmediatamente, sus planes serán revelados. Este monstruo ciertamente tiene muchos planes. O mejor dicho…tal vez es debido a que es un monstruo que su intelecto sobrepasa al de la humanidad.)

“Ah, sí, por supuesto. Qué descuidado de mi parte no haber pensado en eso. Era de esperarse de Ainz-dono.”

“… Ah.”

(¿Acaso no le gustan los elogios?)

Luego de oír esa respuesta poco entusiasta, Jircniv tomó nota mental de esa pizca de información.

“Entonces, regresaré primero. Dejaré a mi secretario aquí. ¿Podría discutir los detalles con él? Su nombre es Roune Varmilinen.”

“--- ¡Entendido! ¡En nombre del Imperio me dedicaré en cuerpo y alma a usted!”

Aunque Jircniv no podía ver el rostro de Roune, pudo oír la fuerte convicción en su voz. En verdad, las decisiones tomadas aquí decidirían el futuro del Imperio. Si él no tuviese que regresar a toda prisa al Imperio para inmediatamente formar los comités adecuados y llevar a cabo el planeamiento necesario con el objetivo de adaptarse a Ainz Ooal Gown, Jircniv habría preferido quedarse él mismo.

“Una excelente respuesta. Pude sentir tu lealtad hacia el Emperador en cada palabra. Entonces, nosotros enviaremos a Demiurge. Ya que antes ha sido descortés con usted, considérelo una forma de disculpa por su rudeza anterior.”

El monstruo que parecía un sapo hizo una reverencia en silencio desde el rabillo del ojo de Jircniv, y él sintió que estaba a punto de perder a un subordinado valioso. Luchó por controlarse a sí mismo para no dirigir una mirada de rabia hacia Ainz por accidente.

(¡Me dio jaque mate desde el comienzo!)

El monstruo que parecía un sapo podía controlar la mente con sus palabras. No había duda de que las usaría para lavarle el cerebro a Roune y hacer que revelara todo lo que sabía sobre el Imperio.

(Estas no son las acciones que haría un aliado. Sin embargo, el hecho de que lo hiciera tan abiertamente es prueba de su naturaleza insidiosa. Demiurge… debe estar planeando enviar a este monstruo que parece estúpido para llevar a cabo un trabajo que requiere tanta inteligencia con el objetivo de poder echarle la culpa a sus acciones si surge cualquier problema. Ainz Ooal Gown, ¿cuántos otros trucos tienes bajo la manga? ¡Maldito seas!)

Aunque maldecía y juraba contra Ainz en su corazón, Jircniv tenía que reconocer su habilidad.

(Su anterior tropiezo fue un movimiento calculado para evitar que nos quejáramos luego. Tenemos que levantar la voz ahora si tenemos cualquier reparo sobre esto. Si no lo hacemos, él podría asumir que no tendremos quejas sobre esto en el futuro.)

Justo cuando Jircniv estaba a punto de decir algo, Ainz habló antes que él.

“Demiurge es uno de mis más leales seguidores. Estoy seguro de que no habrán más problemas si él y Roune discuten el asunto.”

“Eso sería maravilloso.”

Jircniv se forzó a sonreír.

Ésta era la primera vez que había visto tal maestral aprovechamiento de una oportunidad. Como él ya había dicho esto, cualquier otra cosa que dijera sería un desperdicio de aliento.

Sin embargo, mientras Jircniv oía las siguientes palabras de Ainz, se dio cuenta de lo ingenuo que había sido.

“Entonces, ahora la situación es diferente. Ahora, Jircniv-dono es un aliado de Nazarick. Enviarlo a casa con tanta prisa parece ser descortés. Ya que está aquí, ¿por qué no pasar la noche? Piense en ello como en una bienvenida.”

(¡Así que no es sólo Roune, ¿quiere a todos aquí también?!)

Era peor, tal vez incluso estaba planeando algo más perverso. Sin importar qué, era difícil de creer que éste era un inocente acto de caridad sin segundas intenciones. Desde las profundidades de su corazón Jircniv maldijo la retorcida cara de Demiurge mientras éste respondía “entendido”.

“No, no, no, de ningún modo podemos causarles esas molestias. Después de todo, tenemos que regresar a hacer los preparativos.”

“¿Es así? Es una pena. Entonces, si es conveniente--- no, por favor permitan que uno de mis sirvientes los envíe a casa.”

Jircniv se imaginó a sí mismo montando un dragón, y con curiosidad sopesó la sugerencia de Ainz. De todos modos, Jircniv hizo a un lado esa idea. No había forma de que Ainz simplemente los transportara a casa, y no deseaba deberle un favor.

“Aprecio profundamente la generosa oferta de Gown-dono y le agradezco por ella. Sin embargo, siento que ya que vine en un carruaje, debería regresar también del mismo modo.”

“Un caballo sin cabeza no-muerto podría correr día y noche sin necesitar descaso---”

“---Por favor discúlpeme, pero respetuosamente debo rechazar su oferta.”

“¿Debe? Ya veo.”

Jircniv pudo sentir que había algo de decepción en esas palabras. ¿Se trataba de una actuación, o era la verdad? Jircniv no estaba seguro, aunque sospechaba que podría ser una actuación.

De cualquier modo, mientras que no entendieran completamente la situación actual, quería evitar anunciar las noticias de la alianza entre el Imperio y el no-muerto Ainz.

Para comenzar, si él cabalgara un caballo no-muerto que odiaba a los vivos de vuelta al Imperio, sin tener en cuenta a los sacerdotes que había traído consigo, ¿qué dirían los sacerdotes de los templos de la capital?

“Entonces, permítame regresar a mis dominios.”

“Muy bien. Demiurge… escolta a los invitados afuera.”

“No, no, no hay necesidad de que se moleste… bueno, ya que es una rara oportunidad, ¿Qué tal si nos acompañan las sirvientas? Nunca antes había visto a mujeres tan hermosas.”

Ainz hizo crujir su cuello al torcerlo por la sorpresa.

---Fue un movimiento increíblemente falso.

Jircniv luchó para mantener su ira bajo control mientras le sonreía a Ainz.

(¡Sabe que desconfiamos de Demiurge pero aún así nos provoca de esta forma!)

No existía la intención de formar una alianza en este lugar. Era sólo una forma indirecta de hacerle saber a Jircniv quien estaba a cargo.

(Nunca antes había visto tanta maldad… él es una amenaza a para la continua supervivencia de la humanidad…)

“Ah, gracias por eso. Entonces, por favor hablen con las sirvientas que esperan afuera. Ah que gran día para forjar una alianza. ¡Como desearía dar un banquete!”

(¡¿Quieres decir, para celebrar el día en que hiciste esclavos de nosotros?!)

Mientras gritaba interiormente, Jircniv le sonrió una vez más a Ainz.

“Por supuesto. Sí… por supuesto.”

Parte 4


Luego de concluir las negociaciones, Ainz reunió a los Guardianes en su cuarto --- Albedo, Demiurge, Aura, Mare, Cocytus, Shalltear, y Sebas.

Hizo una señal a sus subordinados arrodillados para que se pusieran de pie.

Puso ambos codos en su mesa y juntó las manos intercalando los dedos, y cubriendo la mitad inferior de su rostro.

Su inexistente estómago le dolía. Éste era el momento de la evaluación. Mientras sostenía ese sentimiento en su corazón, dio un vistazo a Demiurge y Albedo.

No parecían estar molestos. Ni tampoco parecían haber quedado sin palabras.

Sin embargo, ¿quién podría decir si esas eran o no caras de póker? Luego de pensarlo, los miró de cerca nuevamente, para ver si sus rostros estaban congelados por la ira.

(Quiero irme de aquí. En primer lugar, ¿por qué tuve que sentarme aquí?... no, ya es muy tarde. Las palabras una vez dichas no se podían desdecir. ¡Ten valor, Ainz Ooal Gown!)

Con eso, el fantasma del dolor en su estómago pareció desaparecer, pero aún sentía como si quisiera vomitar.

Cuando supo que el Emperador se estaba acercando a Nazarick como estaba planeado, Ainz no pudo evitar preguntarle directamente a Demiurge “Entonces, ¿cuál será nuestro siguiente paso?”, pero en lugar de una respuesta lo que obtuvo fue “Ya que todo está saliendo como previmos, nos ceñiremos al plan.”

¡Pero yo no sé cuál es el plan!

Por supuesto, en realidad no había dicho eso.

Como gobernante de la Gran Tumba de Nazarick, Ainz tenía que adoptar una actitud acorde con las expectativas de los NPCs. Para él, ellos eran como los hijos de sus compañeros de gremio, que habían sido dejados a su cuidado. Por tanto, él daba todo de sí para dejar una buena impresión en ellos, incluso si todo lo que tenía que hacer era asentir y responder “Entonces es así” de la forma en la que lo haría un rey.

Con respecto al plan de Demiurge, sin embargo, Ainz estaba dando manotazos desesperados en la oscuridad.

En realidad las conversaciones con Jircniv Rune Farlord El-Nix habían sido llevadas a cabo de manera totalmente improvisada, confiando en que lograría encontrar un camino para sortearlas sin importar qué. Y sobre el nivel de confianza que sentía de haber dicho lo correcto durante las negociaciones… bueno, en pocas palabras, no tenía ningún tipo de confianza en ello.

Como un estudiante esperando el resultado de un examen, los miraba furtivamente a los dos.

(Es como una entrevista de trabajo…)

Cuando había comenzado a trabajar, recordaba haber sentido algo similar a esto.

“Entonces, como estaba planeado, el Emperador hizo su movimiento.”

Ainz tomó una profunda bocanada de aire. Justo cuando estaba a punto de hablar, una voz a su lado lo interrumpió.

“Ainz-sama, temo preguntar, pero tengo una duda. ¿Por qué tuvo que darles un lugar a los humanos como colaboradores? ¿No podría haber simplemente conquistado el Imperio a la fuerza?”

En respuesta a la pregunta de Shalltear, el corazón inexistente de Ainz dio un vuelco.

Para poder conquistar el mundo, ellos debían primero aplicar presión al Imperio. Debido a ello, le permitirían al Imperio lanzar un ataque contra Nazarick, y usarían eso para amenazar al Imperio y forzar al Emperador a entablar conversaciones directas. Entonces, ellos demostrarían el poder abrumador de Nazarick. Así era como debía haber sido la operación.

Eso era todo lo que Ainz sabía. La exacta importancia del porqué debían de impresionar al Emperador con el poderío de Nazarick era un misterio para él.

Debido a eso, no tenía idea de cómo responder correctamente la pregunta de Shalltear.

Aura continuó después de ella.

“Shalltear tiene razón. Nosotros fuimos a su capital y no es gran cosa.”

Ainz observó a los Guardianes. Todos ellos parecían sentir lo mismo.

Incluso si ellos no tenían intención de ir en contra de la decisión tomada por Ainz, su amo, incluso si pensaran que era la forma correcta, las dudas que sentían seguirían aumentando.

Adicionalmente, ellos querían conocer por qué Ainz había tomado la decisión que tomó, para entender sus verdaderas intenciones, y con esto poder servirle más eficientemente.

Si ellos no sabían sus motivos, entonces las posibilidades de que actuaran accidentalmente en contra de sus objetivos serían mayores. En particular, dos de los Guardianes se sentían intranquilos sobre esta falta de conocimiento, concretamente Shalltear y Sebas, quienes ya habían cometido errores en el pasado. Ambos observaban a Ainz con rostros expectantes, y las orejas alertas para no perderse ni una sola palabra de la respuesta de Ainz.

Ainz suprimió la presión que sentía por ser el foco de atención de todos, y buscó una forma de librarse de este predicamento.

(Primero, necesito decidir si afirmar o negar las palabras de Shalltear y Aura. Si estoy de acuerdo con ellas, eso significa que conquistar el Imperio es parte del plan. Si estoy en desacuerdo, significa que no conquistaremos el Imperio por ahora… pero ¿qué es lo que esperaran que haga Albedo y Demiurge? Oh no, no es bueno, me tomé demasiado tiempo…)

Con una fría sonrisa en la cara, Ainz rió.

Luego exhaló profundamente.

Las posibilidades de acertar eran de una en dos.

Si se equivocaba aquí, todo lo que tendría que hacer era cambiar de rumbo de alguna forma. Y además---

(Shalltear siempre se está equivocando, ¡así que la rechazaré en esto!)

“--- Siento que sería un plan de acción imprudente, Shalltear.”

Las luces en los ojos de los Guardianes brillaron mientras oían las palabras de Ainz. Probablemente ese no era un error. Luego de oír las palabras de su gran amo, ellos podrían ser capaces de obtener algo de sabiduría de esa erudita mente que poseía.

(¡No soy lo que creen que soy!)

Ainz miró hacia Demiurge. Para no equivocarse y como un grito de ayuda en toda regla, comenzó lenta y cuidadosamente.

“…Demiurge.”

Un hombre listo como él debería entender incluso si sólo digo su nombre. Ésa era la esperanza de Ainz.

“¡Sí! ¡Por favor disculpe que este incompetente vasallo sea incapaz de entender completamente sus planes a largo plazo!”

“Ah, no, no, incompetente es demasiado…”

“¡Una vez más, ofrezco mis disculpas! ¡Le ruego me perdone!”

“…Ah, ahhh…”

(¡No es así! Por qué, ¿por qué no puedes explicarlo por mí? Esto es malo, si llamo a Demiurge de nuevo… ¡¿por qué no pudo sólo responder directamente?!)

“… Albedo.”

“Me conmueve hasta las lagrimas la compasión sin límite de de Ainz-sama. Era de esperarse de nuestro gobernante, y nuestro rey.”

“… UmuMm.”

Él quería respuestas en lugar de elogios.

Sin embargo, ya no había nadie más a quien pudiera pedir ayuda.

Luego de reunir su determinación, Ainz comenzó a explicar su conclusión.

“Requerimos causa justa.”

“¿Es. Tal. Cosa. Realmente. Necesaria?”*
(*Éste es Cocytus, en el original habla de manera extraña usando katakana en lugar de hiragana, supongo que ésta es una forma de traducir correctamente la sensación que deja al leer eso. En los otros volúmenes creo que sólo vi en uno que lo tradujeron de este modo, creo que fue en el 3ro y decidí no usarlo. Pero ahora creo que da lo mismo así que...)

“Por supuesto. De hecho, podríamos conquistar el Imperio usando sólo la fuerza. Sin embargo, si hiciéramos eso, generaríamos demasiados enemigos contra nosotros. Es diferente a lidiar con oponentes primitivos como los hombres lagarto. Si tuviera que explicarlo, lo pondría de este modo: ‘Mientras vivíamos pacíficamente en nuestro remoto hogar, fuimos atacados y robados por los trabajadores del Imperio. Con furia, los matamos y buscamos obtener una disculpa de su empleador, el Emperador, y ellos a su vez dijeron que nos ayudarían a construir una nación para compensarnos.’ Ésa es la idea general. Haremos que el Emperador sea uno de los colaboradores de nuestro plan.”

“Oh, ya veo~ Pero Ainz-sama, ¿ellos aceptarán eso tan fácilmente?”

“Si lo aceptan o no tiene importancia, Aura. Algo que es verdad no necesita aprobación.”

Eso era lo que Ainz quería decir con ‘causa justa’. Y Ainz no les había dicho una sola mentira.

“Ah, eso, eso significa, ¿qué todo fue para esto? Para, uh, traer al Emperador aquí.”

“¿Hm? ¿Qué quieres decir, Mare?”

“S-sí. Eh, las, las charlas con el Emperador podrían haber dejado pistas, y debido a eso, lo trajo especialmente a este lugar para minimizar la cantidad de filtraciones cuando hablaran. Yo, yo creo que es así.”

“---Jajaja. Cierto, así fue. Buen trabajo, Mare.”

Mare se sonrojó tímidamente, y sonrió.

Mientras miraba la sonrisa adorable de Mare, Ainz suspiró aliviado. Era cierto, las negociaciones con el Imperio podrían dejar mucha evidencia detrás. Sin embargo, al traer a un número limitado del personal del Imperio aquí, ellos podían minimizar el número de filtraciones de información y asegurar que no quedaran registros de ellas. Esto sería útil si se hacían investigaciones.

Ainz estaba impresionado con la previsión de Demiurge, que había arreglado que los eventos tuvieran lugar aquí en primer lugar, y observó a los otros Guardianes.

“Adicionalmente, construir una nación implica que tendremos que defendernos de más personas. Convertir los países en cementerios sólo dañaría la reputación de Ainz Ooal Gown. Ahora, ¿alguno de ustedes ha notado algo más?”

La intención detrás de esas palabras era preguntar si alguien se había percatado de algo especial, al igual que Mare.

Los ojos de todos los Guardianes se centraron en Demiurge. Ellos sentían que Demiurge, de quien creían era la mente más brillante en Nazarick, seguramente podría haber captado algo. Ainz deseaba fuertemente que ése fuese el caso.

 “.--- Kukukuku.”

La risa de Demiurge hizo eco a través del cuarto.

“… ¿Realmente creyeron que ése era todo el plan de Ainz-sama?”

“Kujuju…”

“¿U-uhm…?”

“¿Ehh?”

“¿Qué es lo que quieres decir?”

“¿Qué. Quisiste. Decir?”

“ ¿… Hmm?”

“Todos, necesitan pensarlo mejor. ¿Realmente conocen tan poco sobre nuestro amo, el núcleo alrededor del cual todos los Seres Supremos se movían?”

Ainz tragó saliva y parpadeó, como si hubiera sido golpeado en la cara. Mientras tanto, los Guardianes se encontraban asintiendo y murmurando “Cierto”.

(¡Qué diablos! ¡¿Por qué me estás poniendo las cosas difíciles?!)

Afortunadamente, nadie pudo oír el monólogo interno de Ainz.

“Realmente, ¿pensaron que podrían adivinar las verdaderas intenciones de Ainz-sama con sólo una simple respuesta? Todos son muy precipitados, ¿no es ésa la razón por la que Ainz-sama no se los explicó todo inmediatamente?”

Todos los Guardianes a excepción de Albedo y Demiurge comenzaban a verse intranquilos. Era probablemente porque no estaban seguros de si podían servir de manera efectiva con su capacidad actual de razonamiento.

Todo esto hizo que Ainz estuviera aún más agradecido por su cuerpo actual. Era más fácil mantener una cara de póker de esta manera.

“En verdad… Ainz-sama. Creo que ahora es tiempo de informarnos de su verdadero objetivo. Después de todo, todos nuestro esfuerzos futuros estarán dedicados a conseguirlo.”

La atención de todos se desplazó hacia Ainz. Sus más sinceras, suplicantes expresiones parecían decirle, “Por favor ilumine a éste insensato”.

Luego de mirarlos a todos, Ainz exhaló profundamente. No, tomó varias bocanadas de aire.

Luego, lentamente se levantó de su silla, y volvió la espalda a los Guardianes. Desde esta posición, elogió a Demiurge.

“… Era de esperarse de Demiurge, y de la Supervisora de los Guardianes, Albedo. Pensar que, pudieron descifrar mis verdaderos objetivos…”

“… No, los planes de Ainz-sama son complejos y visionarios. No puedo pretender compararme. Y creo que lo que entiendo es sólo una porción de sus planes.”

Demiurge hizo una respetuosa reverencia en respuesta al elogio de Ainz.

“He oído que algunas de las sirvientas hablan de usted como el Rey Sabio. Creo que ese nombre es el más adecuado para Ainz-sama. Pensar que, asumir el papel de Momon el aventurero era parte del su plan maestro. Ahora él es una alternativa eficaz a usar en lugar de destruir un país.”

Ainz asintió lleno de autosatisfacción presuntuosa, pero su corazón era un vórtice de dudas.

(… ¿Qué está diciendo? ¿Momon? ¿Qué hace el nombre del aventurero de E-Rantel aquí?)

“¿Qué significa todo esto?”

La pregunta de Shalltear llevaba un toque celos, probablemente debido a que sólo dos personas podían pensar al mismo nivel que su amado amo. Mientras veía la ligera sonrisa de Demiurge y la resplandeciente sonrisa de victoria de Albedo, Aura no pudo evitar hinchar las mejillas.

“Ainz-sama, díganoslo también. ¡También queremos serle útiles!”

“E-Entonces, um, uh, ¡por favor díganoslo!”

“Para. Comenzar. No. Deberíamos. Necesitar. Que. Nos. Lo. Deletree. Por. Favor. Perdone. A. Este. Tonto.”

“Ruego que nos ilumine en este asunto, Ainz-sama.”

Ainz continuó dándoles la espalda, y cubrió su rostro con una mano. La presión hacia que sintiera que se iba a desmayar.

--- Para nosotros no hay mayor alegría en la vida que servirle.

Los Guardianes detrás de él estaban diciendo algo parecido, todos al mismo tiempo.

Ainz no pudo evitar que su corazón le doliera por la culpa mientras escuchaba el lamento de los Guardianes detrás de él. Sus emociones deberían haber sido suprimidas, pero el dolor que sentía era incontrolable.

¿Debería decir la verdad y admitir su propia incompetencia?

La infinidad de dudas y especulaciones que Ainz sentía no le permitirían decir eso.

Puso a un lado sus dudas y se dio la vuelta, llevando hacia adelante el Báculo de Ainz Ooal Gown mientras lo hacía.

“Demiurge. Te permito explicar lo que entendiste a los otros.”

“Entendido.”

Luego de que Demiurge asintiera, comenzó a hablar con sus camaradas.


Parte 5


La estructura de los carruajes no había cambiado entre los viajes de ida a y de vuelta de Nazarick, pero por alguna razón, cada ligera sacudida y movimiento a lo largo del camino parecían magnificados. Esto se debía probablemente a la sombría atmósfera al interior del carruaje. O tal vez podría deberse al cambio en la composición de los ocupantes del carruaje.

Las tropas que los escoltaron a Nazarick estaban compuestas por hombres de la Primera Legión. Los que los escoltaban desde Nazarick eran los de la Segunda Legión.

En lugar de Fluder se encontraba uno de sus acólitos. En lugar de Roune estaba uno de sus escribas. Los dos ocupantes originales del carruaje que quedaban eran Jircniv y Baziwood.

Fluder no estaba presente porque había querido discutir lo que habían visto con sus discípulos. Había enviado a uno de sus acólitos para que tomara su lugar en el carruaje de Jircniv. Aunque el acólito era hábil, aún así distaba mucho de su maestro.

 Con toda seguridad, el ritmo de la discusión en el carruaje de Fluder era probablemente de una intensidad febril.

Probablemente la atmósfera en su carruaje era polarmente opuesta a la de éste. En el carruaje de Jircniv, sólo había silencio.

El sombrío estado de ánimo continuó impregnándolo todo dentro del carruaje.

Y el responsable de que fuese así era el mismo Jircniv. Su cara era rígida, y su expresión era amarga, como si hubiese masticado una raíz de loto.

El hombre que era conocido y temido como el Emperador de Sangre era un hombre que típicamente llevaba una sonrisa fría en el rostro. En verdad, esa expresión había sido cuidadosamente ensayada. Esto era debido a que tenía que cultivar la impresión de ser un Emperador fuerte entre su gente. Si una persona que estaba por encima de otros no pudiera dejar una impresión muy fuerte en todos, podría causar inquietud entre aquellos que lo seguían.

Sin embargo, parecía que incluso estas tres personas, que eran los que mejor conocían a Jircniv, nunca habían visto esa expresión en su rostro. Todos los presentes sabían esto, por lo cual se mantenían en silencio y en sus lugares.

Incluso si ellos estaban mirándolo, Jircniv no planeaba decir nada.

La razón de esto era abundantemente clara.

O mejor dicho, si alguien podía pensar en cualquier otra cosa, Jircniv partiría en dos la cabeza de esa persona para ver lo que había dentro. Lo más probable, era que encontraría un cerebro del tamaño de su dedo meñique.

La Gran Tumba de Nazarick… En realidad, llamarla una tumba era groseramente inapropiado.

(¡Es el castillo de un rey demonio!)

Esos aterradores seres, y más allá de ellos---

---El espectro de la Muerte, que se sentaba en el trono.

Y no era sólo miedo lo que sentían.

Habían visto un sinnúmero de lujos, arquitectura brillante, y todo tipo de decoraciones. Nadie podría no impresionarse con eso.

Jircniv podía fácilmente predecir las dificultades que tendría su país, frente a ese ser que poseía una superlativa fuerza militar y poder económico, entre otras cosas.

Si el líder de un país era fuerte, él podría darle a su gente una sensación de seguridad. Sin embargo sin importar lo fuerte que fuese un país, nadie sentiría confianza si fueran dirigidos por una oveja. Afortunadamente, el Imperio era un león de cabo a rabo. Y entonces, repentinamente, un dragón había aparecido ante ellos. ¿Cómo se sentirían los ciudadanos del Imperio ante esto?

Jircniv observó sus manos, que estaban apretadas tan fuerte que todo el color había desaparecido de ellas.

(No, aún no es el fin. No ha habido una derrota decisiva todavía.)

Jircniv sonrió. Era una sonrisa digna del nombre del Emperador de Sangre.

Tal vez ellos estaban esperando el regreso de esa sonrisa fría, pero un sentimiento de alivio surgió en cada uno de sus subordinados. Jircniv no pudo evitar sonreír genuinamente mientras veía esto.

“No se queden mirando tan fijamente. ¿No están desperdiciando su atención así?”

“¡Su Majestad!”

Las tres voces se superpusieron. Había rastros de alegría en ellas, alegría porque el Emperador había regresado a ellos. Mientras Jircniv se daba cuenta de lo que debía estar asiento, asintió vigorosamente.

“Para comenzar, me gustaría confirmar si todos se sienten angustiados por ese lugar. Si alguno tiene una opinión diferente, siéntanse libres de darla. Quién sabe, tal vez soy yo el que se está equivocando. Bueno entonces… supongo que deberíamos comenzar con lo más importante--- ¿Qué piensan del gobernante de Nazarick, Ainz Ooal Gown?”

Jircniv pronunció el nombre del monstruo de la clase más alta deliberadamente un poco más lento de lo normal.

“Ainz Ooal Gown es un monstruo entre monstruos que fácilmente puede crear Caballeros de la Muerte, y si nos hacemos sus enemigos, el Imperio bien puede ser destruido. Sin embargo, incluso si no nos oponemos a él, existe la posibilidad de que nos mate a todos de todas formas, porque es un no-muerto y disfrutaría de ello. ¿Alguien no está de acuerdo?”

“No.”

“Es como dice Su Majestad.”

“Ahh, entonces estamos de acuerdo. Mientras estamos en ello, no creo que la humanidad pueda derrotar a ese ser. Hablando francamente, no creo que podamos reunir las suficientes espadas para enfrentarlo, incluso si congregáramos a todos los ejército del Imperio.”

Luego de recibir tres respuestas similares, Jircniv continuó hablando.

“Adicionalmente, puedo sentir que siendo un gobernante absoluto, posee el carisma que le corresponde a un rey.”

“Ah, sí, su presencia fue realmente formidable. Se sintió como si fuese un mejor líder que nuestro Emperador.”

“¡Baziwood-dono!”

“Está bien. Eso es un hecho. Lo aterrador es que lo que dijo fue sólo una oración y de esa oración pude sentir la inmensa presión de un tirano.”

“‘Hacen mucho ruido. Silencio’. ¿no?”

Jircniv asintió suavemente al escriba.

Esa era sin ninguna duda la actitud que Ainz Ooal Gown había adoptado como gobernante de la Gran Tumba de Nazarick.

“También… lo más aterrador sobre ese monstruo es la forma en que piensa. Él es de una raza especial de planificadores para quienes cada movimiento es hecho con un propósito… no se sorprendan tanto. Piensen sobre ello. Probablemente él ya predijo el flujo de todo lo que hemos discutido hasta ahora. De otra forma, ¿por qué dejarnos ir tan fácilmente? ¿Un oponente con tanto poder, que no usa la fuerza física, sino el cerebro? No es una simple bestia sin cerebro..

Esa parte sobre él era la más molesta.

“Después de eso, hablemos sobre sus seguidores. ¿Qué piensan sobre ellos?”

Esta vez, presionó a sus subordinados por sus opiniones.

“Los que estaban cerca a él debían haber sido sus asistentes cercanos. Y la mujer de alas negras a su lado… ella debería ser su reina, ¿cierto? Es lo que parecía, por su actitud.”

La impresionante belleza en el vestido blanco.

Incluso si la sonrisa en su rostro no fuera muy saludable, aún poseía un encanto que inflamaría los corazones de las personas. Frente a su belleza, habría muchos hombres que serían consumidos por sus deseos y que anhelarían que esa sonrisa fuese dirigida a ellos.

Sobre las alas negras en su cintura, uno podía saber que no eran ítems mágicos de vestir. La principal razón era porque eran demasiado naturales. Aunque se veía como una mujer con alas y existían tribus de humanos con alas, ella debería ser probablemente un demonio, un ser ajeno a este mundo, pensó Jircniv.

“Bien podría serlo. ¿Podría ser la esposa de Ainz Ooal Gown? Si es su esposa, entonces, qué hay sobre su… no importa. Aunque, si él es un esqueleto, entonces su cuerpo sólo deben ser huesos. ¿O estaba usando una máscara? Quién sabe.”

De todas formas, aunque Jircniv había dicho eso, ninguno de ellos sentía que fuese una máscara, y probablemente tampoco era una ilusión.

“Y también está Demiurge, que puede controlar a las personas con su voz… ¿es un bardo? Los sapos se ven como si pudieran cantar.”

Los bardos tenían la habilidad de usar el poder de la música y las canciones para producir efectos mágicos. El poder de Demiurge de controlar personas con su voz era muy similar a eso.

Adicionalmente, también había oído que las criaturas fey llamadas Lorelei poseían una habilidad similar a esa. Sin embargo, ese hombre era totalmente diferente a los hermosos seres que eran los fey. Él estaba absolutamente seguro de ello.

“Ah, ya veo. Un bardo, ¿entonces? Eso ciertamente suena bastante similar. Y había un insecto gigante también, creo. ¿Qué era eso?”

“Aunque creo que puede ser alguna clase de especie de tipo insecto… no conozco mucho sobre los hombres hormiga, así que creo que estarías mejor servido preguntándole al Maestro sobre ello.”

El mundo era enorme. Había muchas especies que no eran muy conocidas, y algunas de ellas podían mutar espontáneamente. También, de acuerdo a las leyendas, los reyes monstruo eran conocidos por ser más desarrollados de lo normal. Era similar a cómo las hormigas reina eran diferentes de las hormigas normales. Jircniv pensó que ésa era una posibilidad.

“En ese caso, los que quedan son la chica del cabello plateado y esos dos elfos oscuros. Dejando a estos últimos de lado, ¿quién es la primera? A juzgar por sus amplios pechos--- ¿podría ser una concubina?”

El carruaje se llenó de risas ante el comentario de Baziwood.

“Ah, bueno, si fuese sólo una concubina, entonces no se hubiese mostrado en ese lugar, ¿no?”

“Probablemente es tan fuerte como esa elfa oscura.”

“Hey, hey, hey… Eso podría ser sólo un truco.”

Las palabras de Baziwood estaban empapadas de seriedad.

“Es verdad, lo más probable es que los que estaban más cercanos al monstruo Ainz fueran sus asistentes. Sin embargo, eso no significa que todos son fuertes. Piensen sobre ello. Si el único criterio para ser un seguidor de Su Majestad fuese la fuerza, y él se rodeara a sí mismo de un ciento de copias mías, ¿no creen que el gobierno se derrumbaría en poco tiempo? En pocas palabras, ella fue escogida para ser su seguidora por otras razones aparte de la fuerza. ¿Tal vez sea una concubina muy inteligente? Tal vez ella sola se encarga de administrar los asuntos de esa fortaleza que se llama a sí misma tumba.”

Diversas respuestas vinieron con un “Ya veo.”

Con confianza, Jircniv podía estar de acuerdo con eso.

Ya que el poder de Ainz Ooal Gown habían capturado la atención de todos, lo único que ellos podían hacer al ver a la chica de pelo plateado en línea con los elfos oscuros era concluir que se trataba de un ser poderoso. Por supuesto, sería aterrador si existía otra persona con el mismo poder que esa elfa oscura. Sin embargo, llegar a una conclusión errónea debido a sus prejuicios tampoco sería algo bueno.

“Es un buen punto”, dijo Jircniv mientras miraba a sus subordinados. “Comparto tu opinión. Ahora que lo pienso, sería fácil de explicar si todos sus seguidores fueran no-muertos… pero por cómo se ven las cosas, ha reunido a todo tipo de monstruos bajo su mando.”

“Bueno, en lugar de considerarla una galería de monstruos, uno podría decir que es una abundancia de talentos…”

Jircniv no pudo evitar sonreír ante las palabras francas de Baziwood.

“En efecto. Tal vez deberíamos tratar y aprender más sobre esos tipos. Aparte de eso… está el asunto de esa fortaleza. ¿Hay algo en los registros sobre un lugar como ése? Debería haber alguna cosa escrita sobre ello, ¿no?”

“Lamentablemente, no sé nada sobre eso. Cuando regresemos a la capital, comenzaré a investigarlo inmediatamente. Comenzaré con los mitos y leyendas.”

Jircniv aceptó amablemente la disculpa del acólito.

“Ahh, lo dejo en tus manos. ¿Hay alguna otra cosa que se nos pudiera haber escapado? Honestamente no puedo creer que un monstruo tan perverso pudiera crear un reino tan maravilloso. ¿Se les ocurre cualquier cosa que pudiera servir de pista? Hablando de ello, ¿realmente hay una tumba en ese área?”

No hubo respuesta.

Lo que significaba que era una pregunta que todos se hacían.

Se sintió como si se hubiesen teletransportado, por la forma en que había ido de un lugar --- posiblemente otro plano de existencia llamado el Mundo de los Demonios --- a la base de la tumba. Era difícil de descontar ese hecho, o mejor dicho, tal vez esa explicación era más fácil de digerir.

“No obtendremos una respuesta. Como pensaba, simplemente no tenemos suficiente información. Todo lo que podemos hacer es exprimir tanta como podamos de Roune, que se ha quedado allá, y de ese sujeto que está viniendo al Imperio. ¿Lo entienden?”

“Por supuesto. Intentaremos no despertar hostilidades con la oposición, o hacer que sospechen algo.”

“Aquí no existe el intentar. La fuerza del enemigo es abrumadoramente superior a la nuestra. Deben moverse con cuidado para no quebrar la falsa alianza que tenemos.”

Al mismo tiempo que el escriba agachaba la cabeza, Jircniv de pronto sintió disminuir el peso sobre sus hombros.

“… No le hemos hecho nada bueno a las personas que trajimos con nosotros, ¿cierto?”

Era por ello que recién ahora mencionaba a las chicas que no habían sido liberadas desde que habían sido acomodadas dentro de los carruajes.

Originalmente, las chicas serían una ofrenda para Ainz Ooal Gown con el objetivo de atarlo al Imperio.

El sexo era un arma universal en cualquier lugar o época. Tal vez las agencias de inteligencia del Imperio debieron preparar trampas de miel profesionales, pero ya que el uso de magia podía potencialmente complicar las cosas, en lugar de ello habían seleccionado chicas puras e inocentes.

“Aunque pienso que es irrespetuoso ante el valor que tuvieron que reunir para despedirse de sus familias, ¿no creen que ahora deberían estar felices?”

“¿Tal vez? Ser capaz de obtener el afecto de ese monstruo sería algo muy impresionante.”

“Una mujer que gustosamente hiciera el amor con tal monstruo tendría que ser muy valiente.”

Aunque Baziwood agitó la cabeza y dijo que ese tipo de personas no existían, esa era una forma de pensar demasiado ingenua. Jircniv podía dar fe de ello, ya que era muy familiar con las batallas secretas que libraban las mujeres, con su madre envenenando a su propio esposo como ejemplo.

“Las mujeres son más valientes de lo que los hombres piensan, y actúan por pasión y ganancias. No deberían faltar mujeres allá afuera dispuestas a ofrecer sus cuerpos a ese rey esqueleto. En ese sentido, nosotros somos los que deberíamos estar contentos ahora. Después de todo, una de ellas podría haberle dicho a Ainz Ooal Gown que amenazamos con matarla a ella y a su familia.”

Aunque la única respuesta a sus palabras fueron sonrisas amargas, Jircniv creía que eso en realidad podría pasar.

La revolución de Jircniv, llevada a cabo a la fuerza con poder despótico y con la fuerza de las armas, le había hecho de muchos enemigos entre los nobles que había desplazado. Por supuesto, habían algunas personas que estaban de acuerdo, pero en verdad, las únicas personas en las que podía confiar eran unos cuantos de sus asistentes cercanos y su mentor, Fluder---

Súbitamente, una pregunta lo golpeó con la suavidad de una pluma.

Era acerca de Fluder.

Fluder no sólo era su mentor, sino también un pilar del Imperio y su carta del triunfo. Era un hombre al que incluso Jircniv veneraba como al héroe más grande del Imperio. Jircniv era muy consciente de que debajo de su apariencia de sabio se encontraba un deseo casi fanático de explorar las profundidades de la magia. Era debido a ese deseo que sentía dudas.

---Fue un comportamiento demasiado extraño para Fluder.

Ainz Ooal Gown era un gran lanzador de magia que sobrepasaba por mucho a Fluder. Él podía crear sin esfuerzo a los Caballeros de la Muerte que Fluder ni siquiera podía controlar. Entonces, ¿por qué Fluder no había dicho nada y dejado la tumba junto a él?

(Si fuese el Abuelo, probablemente le rogaría a ese monstruo por conocimientos mágicos, ¿cierto? Se pondría de rodillas a sus pies y lo ofrecería todo…)

Esa era una forma muy práctica de pensar.

Todos se habían arrodillado ante Demiurge en ese entonces. Sin embargo, tal vez sólo fue una distracción para atraer su atención a esa extraña situación mientras usaba la oportunidad para usar algún tipo de control mental en Fluder.

Él no podía imaginar que Ainz Ooal Gown quisiera tomar a Fluder como subordinado. Aunque Fluder era la carta del Imperio, cuando era comparado al poder de ese monstruo, no era más que una mota de polvo.

Sin embargo, los conocimientos que Fluder había acumulado eran valiosos en sí mismos. Adicionalmente, si él fuese a controlar a Fluder, el poder militar del Imperio se vendría abajo, y ellos perderían su mejor arma contra Ainz Ooal Gown.

Sería como ponerle el collar a un esclavo.

(¿Es esto lo que pretendían? ¿Qué otras cosa hay? El Abuelo no dio ninguna razón… ¿acaso fue porque ya lo sabía? ¿Ya sabía de antemano sobre el poder de Ainz Ooal Gown?)

---En ese momento, la conmoción recorrió su cuerpo como si un rayo lo hubiese golpeado.

Su sudor fluía como un río.

“¿Su majestad? ¿Su majestad? ¿Se encuentra bien? ¿Deberíamos llamar a un sacer---?”

“…N- no. No hay necesidad de eso.”

“¿Eh?”

“Dije, que no es necesario. Es correcto… no lo necesito.”

Jircniv observó a sus temerosos subordinados, y una vez más fue consumido en un torbellino de reflexiones.

(¿Estoy asustado? ¿Yo?)

Su mente era un desorden caótico, y no podía hilvanar las ideas. O mejor dicho, era más como si no quisiera juntar esos pensamientos y lo evitaba deliberadamente.

(¡No! ¡Si escapo de esto ahora, eso sólo traerá desastres sobre nosotros! Cálmate. Tengo que calmarme. Tengo que calmarme y pensar.)

Mientras las miradas llenas de curiosidad de sus subordinados se centraban en él, Jircniv continuó reflexionando sobre la pregunta.

(Para comenzar, consideremos al Abuelo. Asumiendo que el Abuelo ya sabía sobre el poder de Ainz Ooal Gown… no, si él en realidad ya sabía sobre su poder, entonces todas sus extrañas acciones podrían explicarse fácilmente. Así que el Abuelo tiene algún tipo de trato con ese monstruo --- ¡Imposible! A menos que…)

Jircniv no podía darse el lujo de preocuparse por las expresiones de conmoción en los rostros de sus subordinados.

(No, eso no es correcto, Jircniv. Cuando el Abuelo vio al Caballero de la Muerte, el miedo en su rostro era genuino. Lo que prueba que no sabía sobre el poder de Ainz Ooal Gown… o no. Tal vez, lo que el Abue… Fluder no sabía era sobre la habilidad de ese sujeto de controlar a los Caballeros de la Muerte. Él probablemente sabía sobre Ainz Ooal Gown ---ese increíble lanzador de magia--- desde el comienzo.)

Era como armar un rompecabezas, para revelar una hermosa ---u horrible--- imagen.

(Entonces, Fluder conoce a ese monstruo. ¿Desde cuándo están confabulados? ¿Desde el comienzo? Es cierto. Fluder estuvo involucrado con cada paso de este desastre, desde el descubrimiento de la tumba hasta el envío de los trabajadores.)

Finalmente había hecho la conexión entre todas las piezas dispersas del acertijo.

Cuando uno lo pensaba de esa forma, la mayoría de misterios podían ser resueltos.

“¿Traición, cierto? Traición. Él nos vendió.”

Las palabras fueron dichas con un amargo rencor… o tal vez, fueron como el llanto de un niño.

Jircniv lentamente volvió la espalda hacia sus subordinados. Ellos sabían que no tenían permitido hacer preguntas, y por tanto permanecieron en silencio.

“Fluder Paradyne nos ha traicionado a todos. Siendo ése el caso, ¿qué daño provocará esto al Imperio? ¿Podemos darle un cargo sólo de nombre y ponerlo bajo arresto domiciliario?”

Ninguno pudo evitar quedarse boquiabierto ante esta increíble declaración.

“¿Cómo, cómo es eso posible, Su Majestad? Esto es demasiado para una broma.”

Una rabia incontrolable ardió en los ojos de Jircniv mientras el acólito hablaba. Quería gritar, “Eso no es lo que quiero oír” pero contuvo su lengua. La razón por la que pudo hacerlo era porque en su cabeza, un joven Jircniv estaba diciendo que tampoco quería aceptar esas palabras.

Jircniv había crecido observando las brutales políticas del lado oscuro de la sociedad de los nobles. Con eso, el Jircniv adulto tomó un profundo respiro y exhaló el abrasador calor dentro de su pecho y las ardientes emociones en su corazón.

“Diré esto una vez más. Fluder Paradyne nos ha traicionado. Siendo ése el caso, ¿qué daños ocasionará esto al Imperio?”

Sus subordinados se miraron entre ellos, y luego de unos segundos, el acólito habló.

“Es difícil de imaginar. La cantidad de daño no puede estimarse a simple vista. Con el Maestro de nuestro lado, podíamos tener la confianza de poder sobrepasar a cualquier otro país. Hemos sido capaces de no involucrarnos con las tonterías políticas de otros países debido a eso.”

Él miró al escriba, buscando aprobación. El escriba se tornó pálido y asintió.

“Si él averigua que ha sido descubierto y hecho de lado, podía tomar acciones más directas.”

“¿No tenemos una agencia de inteligencia para este tipo de cosas? Ah, ya veo. La experiencia de Fluder era extensa, y la compartía con nosotros.”

“Es como dice, Su Majestad. El Maestro realmente---”

“--- La posibilidad es sorprendentemente elevada.”

Las palabras de Jircniv abrumaron y cortaron lo que decía el escriba.

“… Pero si ése es el caso, entonces tenemos una increíble cantidad de trabajo que hacer. Primero, decidamos quién será el sucesor de Fluder. ¿Hay candidatos adecuados?”

Las llamas del deseo ardían brillantes en los ojos del acólito mientras oía esas palabras, y Jircniv no pudo evitar sonreír para sí mismo.

La posición de ser el sucesor de Fluder como el Mago de la Corte Imperial era una tentación que le hacía agua la boca a uno. Después de todo, era una posición que le otorgaba a uno el derecho de administrar y manejar a todos los lanzadores de magia arcana a lo largo del Imperio.

Ya que un gran héroe había cubierto siempre esa posición, nadie podía reclamarla. Incluso si uno tuviese la ambición para ello, el oponente era demasiado fuerte para caer ante métodos perversos. Y ahora, esta posición hasta ahora sellada para todos le había sido ofrecida a él.

(La codicia es buena. Los deseos impulsan el progreso. Apruebo ese tipo de deseo. Sin embargo, debería preguntar, solamente para estar seguro.)

“Sin embargo, uno debe tener en cuenta que como el Mago de la Corte Imperial, uno podría ser llamado a enfrentarse contra ese monstruo.”

Las llamas de la ambición del acólito se extinguieron en un instante. Ni siguiera podía obligarse a estar emocionado sobre ello. La posición que había deseado se había convertido en una que quería evitar más que nada en el mundo.

Tendría una mayor posibilidad de supervivencia si saltaba de un acantilado de quinientos metros de altura hacia un banco de rocas que la que tendría en una batalla de hechizos contra Ainz Ooal Gown.

No, incluso estaría mejor si muriese justo ahora.

Mientras el acólito pensaba sobre ese prospecto, una nueva mirada pudo verse en sus ojos. Era la de un aterrado ratón que había sido acorralado por un depredador.

Las esperanzas en el corazón de Jircniv murieron. Podía decir que este hombre no tenía el valor para enfrentar a Ainz Ooal Gown. O mejor dicho, él nunca debería haber esperado eso en primer lugar.

“¡Sí! En ese caso, conozco a algunas personas que pueden usar magia del 4to nivel; ¿qué tal si seleccionamos a alguna de ellas? Sin duda, yo también conozco algunos hechizos de ese nivel, pero no soy muy hábil en su uso.”

“¿No eres tú el más hábil de entre todos los acólitos?”

“¿Cómo, cómo puede ser así? Hay muchos más excelentes que yo. ¡Cuando regresemos, le proveeré los nombres inmediatamente!”

Era lo más obvio que un hombre querría abandonarlo todo cuando se le pedía luchar contra un monstruo de la clase más alta como este. Sin embargo, lo que él necesitaba era un hombre que no perdiera su espíritu de lucha incluso es ese caso.

(… Eso no funcionara, eh. Sería ingenuo pensar que él es un caso especial. Probablemente sería mejor considerar que cualquiera que conozca de Ainz Ooal Gown no tendrá el valor para luchar contra él. Eso significa que tengo que entregarle esta tarea a una persona que no haya conocido aún a ese ser. Tal vez esta gente ignorante será impulsada por el deseo y lucharan incluso más desesperadamente contra él.)

Había recibido una mala mano de cartas. Sin embargo, no tenía otra opción más que jugar con ellas.

“… Ya veo. Entonces, reúne información sobre ellos y luego lleva a cabo entrevistas. Luego de eso, querremos que nuestra gente de inteligencia esté lista para lidiar con ese sujeto. Sin embargo, todavía necesitamos ayudar a Ainz Ooal Gown, así que por el momento, seremos sus perros obedientes, para lograr construir buenas relaciones con él.”

“Entendido.”

‘Sus perros obedientes.’ Nadie objetó ante esa frase. ¿Cómo podría hacerlo cualquiera que hubiese visto la Gran Tumba de Nazarick?

“Entonces, Su Majestad. ¿Por cuánto tiempo moveremos la cola para ese monstruo? ¿También nuestros hijos tendrán que dar vueltas cuando lo ordene? ¿O nuestros nietos?”

Jircniv miró alrededor de sí mismo, para asegurarse que ningún espía había logrado llegar al carruaje y comprobó que la puerta estuviese bien cerrada. Con todo eso hecho, y sin más problemas de los que pudiera percatarse, Jircniv comenzó a explicar la estrategia que tenía para luchar contra Ainz Ooal Gown.

“Nosotros ---y con ‘nosotros’ me refiero al Imperio, al Reino, a la Teocracia, a la República, al Reino Sagrado y a otros países--- nos reuniremos en una alianza. Sera una gran alianza, con el objetivo de derrotar a Ainz Ooal Gown.”

Tres pares de ojos se volvieron hacia Jircniv.

“¿Qué hay de sorprendente con eso? Ninguna nación puede derrotar por sí sola a ese monstruo. Entonces, todo lo que podemos esperar es reunir a todos los países vecinos en una gran alianza para cambiar la situación.”

“Realmente, ¿realmente vamos a luchar contra él?”

“Sí.”

La respuesta de Jircniv fue simple y cortante.

“Mejor dicho, si no luchamos, no tendremos oportunidad de sobrevivir.”

“¡Entonces por qué estamos ayudando a ese monstruo a fundar un país!”

“Porque es el primer paso en la formación de esta gran alianza.”

Jircniv los miró a todos.

“¿Están prestando atención? Bien. Nos encontramos actualmente en las afueras de E-Rantel, que es un lugar estratégico en los límites del Imperio, del Reino, y de la Teocracia. Si ese monstruo Gown quiere fundar una nación aquí, estaría haciendo enemigas a tres naciones.”

Jircniv tomó un respiro, y continuó.

“Y otra cosa. Gown es un no-muerto. Dudo que trate a los humanos ---a los vivos--- con nada cercano a la decencia. Las personas tampoco soportarán el gobierno de un rey no-muerto. Habrá rebeliones, que serán rápidamente aplastadas por ese monstruo. El Reino tampoco estará muy feliz de tener que cederle tierras, y dudo que la Teocracia, la nación vecina más fuerte, no haga nada.”

“¡Pero! ¡Pero, Su Majestad! Si el Imperio lo apoya en sus iniciativas, seguramente seremos vistos como sus colaboradores, ¿cierto? Las naciones vecinas estarán en guardia contra nosotros, ¿cierto? ¡La gran alianza de la que habla no contará al Imperio como uno de ellos! ¡E incluso si derrotan a ese monstruo, nosotros seremos los siguientes, o peor, ellos podrían atacarnos primero!”

Juju, Jircniv sonrió.

“Trabajaremos detrás del escenario. Necesitamos dejar que los otros países sepan que el Imperio está tramando secretamente contra la nación de Gown. Será difícil, pero también es la única forma.”

“¿Realmente creerán en nosotros? Si fuese yo, pensaría que es una trampa.”

“Entonces, tendremos que convencerlos mostrándoles la fuerza de Ainz Ooal Gown. Si sólo hubiese una forma de mostrarles a las otras naciones su increíble poder… sin importar qué, necesitamos asegurar que las cosas se desarrollen en esa dirección. Por ejemplo, dejando que muestre su poder en el campo de batalla.”

“¿No podría el Imperio simplemente ayudar a Gown a construir su nación y fingir ignorancia de todo?”

Jircniv miró molesto al escriba como si fuese estúpido.

“Como mínimo, necesitamos asegurar la seguridad de nuestra nación antes de poder meternos de lleno al negocio de las intrigas y misterios. Si Gown destruye el Imperio, ¿qué planean hacer luego de escapar al Reino?”

Jircniv simplemente estaba escogiendo el menor de los males.

“Adicionalmente a todo lo que he dicho, el Imperio pretenderá ayudar al monstruo mientras que secretamente formaremos una alianza contra él. Lo que quiere decir que, si somos descubiertos, hay una gran posibilidad de que nosotros seamos el primer país que ese monstruo destruya. O mejor dicho, él nos usará de sacrificio para asustar a las naciones vecinas y lograr que se sometan. Que no les quepa duda de ello.

“Ah --- si se tratara de Su Majestad estoy seguro de que eso es lo que haría.”

“… Tomaré eso como un cumplido y lo acepto. Debido a eso, no podemos ser los que propongamos la gran alianza. Necesitamos dejar que otro país haga el primer movimiento. Lo que deberíamos hacer es reunir tanta información como podamos sobre Nazarick, y también encontrar a alguien que pueda derrotar a Gown.”

“¿Realmente existe gente así?”

Dado el tono informal con que esto había sido dicho, nadie pudo creer que las palabras vinieran del acólito. Gown era un oponente inimaginablemente poderoso, que tal vez incluso los más poderosos dragones serían incapaces de vencer. Era un oponente que hacía que las personas pensaran de esa forma.

Y ante eso, Jircniv dio una respuesta confiada.

“De hecho, sí.”

“¡¿Realmente existe gente así?!”

“¿No lo hacen? Mira dentro de ese cuarto del trono.”

Cuando lo ponía de ese modo, parecía muy obvio.

Los monstruos en fila con Ainz. Aura. Mare. La chica del cabello plateado. El insecto. Demiurge. Él se refería a ellos.

“… ¿Planea inducir una revuelta?”

“Aunque no creo que pueda ser posible, de todas formas deberíamos prepararnos para ello, sólo por si acaso. Necesitamos preparar riquezas, prestigio, miembros del sexo opuesto y demás para hacernos parecer incluso un poco atractivos para ellos.”

“Será muy peligroso, ¿cierto?”

“Ahh, por supuesto, lo será. Ainz Ooal Gown se muestra a sí mismo como un tirano. Con un amo así, seguramente no dejarán pasar la oportunidad de traicionarlo, ¿no? Sin embargo, incluso si ése es el caso, tenemos que pasar a la acción. Este ya no es sólo un conflicto entre naciones.”

Jircniv miró a los tres ante él con una expresión decidida en el rostro.

“Lo que viene después de esto será una batalla por la supervivencia de la humanidad como especie. Será una batalla por el futuro. Dediquen sus corazones y sus almas a ello.”


Parte 6


“… Y así, pienso que el Emperador intentará poner en marcha un plan como ése. Si fuese más tonto, sus acciones caerían fuera del rango de mis predicciones, pero creo que las posibilidades de eso son bajas. Leer los movimientos de un intelecto ‘ligeramente por sobre el promedio’ que se imagina a sí mismo un genio es más fácil que intentar interpretar las acciones de un completo imbécil.”

Demiurge levantó un dedo mientras decía esto.

“En otras palabras, el Emperador intentará formar una alianza con el objetivo de derrotarnos--- de derrotar a Ainz-sama, ¿cierto?”

“Mmm, es sorprendentemente estúpido.”

“¿E-entonces, n-no deberíamos tomar la iniciativa y ba-barrer con él primero?”

El comentario de Mare siguió al de Shalltear y Aura, pero no había rabia en su voz. Era más como si hubiese decidido si tomar o no una roca que había encontrado a un lado del camino.

“Más importante que este problema es---”

Sebas quiso hablar, pero alguien más ya había anticipado lo que iba a decir.

“--- Es el hecho de que él en verdad piense que podríamos traicionar a Ainz-sama, ¿es eso?”

“En. Verdad. Sebas, Parece. Que. El. Emperador. No. Conoce. El. Significado. De. La. Lealtad.”

Unas risas burlonas llenaron el cuarto.

¿Realmente pensaba que ellos podrían traicionar a Ainz, uno de los 41 Seres Supremos que los habían creado?

Aunque ésta no era más que una hipótesis de Demiurge, fue suficiente para molestar a los Guardianes. Una luz fría brillaba en los ojos de todos.

“Bueno, no estoy tan molesta como Mare, pero aún así estoy bastante molesta. ¿Deberíamos matarlos a todos?”

Shalltear reía mientras veía a Aura de mal humor.

“Lo convertiré en un vampiro. Después de todo, si es lo suficientemente capaz, no hay razón para que no pueda servir a Nazarick.”

Aunque Cocytus había permanecido en silencio, sus grandes mandíbulas produjeron un peligroso sonido de chasquido.

“Damas y caballeros, ¿recuerdan que estamos en presencia de Ainz-sama?”

Cuando oyeron la fría y clara voz de Sebas, la rabia de Aura, Shalltear y Cocytus se desvaneció como niebla en el viento.

“Kuju ---Mm. Así es, todos, por favor cálmense. Por favor recuerden lo que Demiurge acaba de decir. Todo esto ha sido arreglado. ¿Qué otra cosa podemos disfrutar sino la actuación de ese payaso? En lugar de eso, deberíamos estar agradecidos --- ya que todo esto no es más que parte del plan maestro de Ainz-sama. ¿Cierto, Ainz-sama?”

(Ooh… el plan de Ainz-sama, eh. Ya veo. Un plan especial creado por alguien que lleva mi mismo nombre. Hacer un aliado del Imperio Baharuth y que luche contra Nazarick también era parte de ese plan, eh… No tengo idea cuál es el objetivo de todo eso. ¡Si sólo pudiera preguntarle sobre ello a ese sujeto Ainz!)

Sin embargo, escapar de la realidad de este modo no cambiaría nada.

Honestamente, Ainz quería preguntar sobre los detalles del plan, y sobre lo que Demiurge y Albedo imaginaban sobre él.

Sin embargo, él no podía hacer eso.

Ainz movió la vista hacia Albedo.

Allí, vio a una mujer mirándolo de vuelta, con una delgada línea cubierta de rocío conectando sus labios medio abiertos a la red dorada de su vestido. Sus ojos se veían húmedos por la fascinación y sus mejillas sonrojadas de color rosa.

Era debido a que creía que todo procedía según lo planeado. Estaba tan abrumada por la perspicacia de su amo, que estaba reaccionando de ese modo.

Como tal, Ainz no podía seguir negándolo. ¿Quién sería capaz de decir ‘¿Qué?’ con una atmósfera como ésta?

Con respecto a la pregunta de Albedo, sólo había una respuesta que Ainz podía dar.

“C-ciertamente. Así es.”

Ainz quería elogiar su voz por no temblar.

“Ohhh,” los Guardianes repitieron con respeto.

“----Kujujuju~”

Albedo extendió los brazos, y con ellos, las alas en su cintura también se abrieron.

“Ainz-sama desea conquistar una ciudad pacíficamente, y gobernar con compasión y amor. Sin embargo, el Imperio Baharuth ha decidido formar una vil conspiración contra este paraíso en la tierra. En el futuro próximo, Ainz-sama les mostrará a esos países el verdadero significado de la bondad. ¿No es esa la causa que busca?”

“Cómo espero por que llegue ese día. Todo descansa en la palma de Ainz-sama. Cuando ese idiota se dé cuenta, me pregunto qué tipo de expresión pondrá… después de todo, Ainz-sama siempre piensa varios movimientos a futuro.”

Al mismo tiempo que Demiurge daba su discurso, Albedo continuaba con una expresión adecuada de respeto en el rostro.

“Así es, la sabiduría de Ainz-sama está más allá de lo que nuestras habilidades pueden alcanzar. Si Ainz-sama no hubiese creado al héroe Momon, sería imposible gobernar pacíficamente. En ese caso, la única manera de controlar E-Rantel hubiese sido con violencia y terror.”

“… Tal vez podríamos usar a la Princesa Dorada para lograr un efecto similar, pero eso sería desperdiciar una carta del triunfo. Ella es un ser humano igual de interesante ---no, tal vez incluso aún más--- de lo que determiné del análisis de los reportes de inteligencia de Sebas. Será un peón excelente.”

“Ah, luego de oír eso, también desearía echarle un vistazo.”

“Entonces, luego de fundar nuestra nación, ¿podríamos convertirla en una emisaria para nosotros? Después de todo, los tratos deben cumplirse.”

“… Ustedes. Dos. Se. Han. Desviado. Del. Tema. Están. Desperdiciando. El Precioso. Tiempo. De. Ainz-Sama.”

Ainz respondió con un simple “está bien” ante sus apresuradas disculpas.

En verdad, había aprendido mucho de su conversación casual, y había conseguido tiempo para pensar en más excusas. Para Ainz, ésa había sido una oportunidad valiosa.

“Pero a decir verdad, Ainz-sama es realmente sorprendente,” dijo Shalltear.

“Mhm. Sip sip, Shalltear. Después de todo, Ainz-sama preparó un plan que logró asombrar incluso a Albedo y Demiurge.”

“E-era de esperarse de Ainz-sama. E-es tan genial. Re-realmente lo admiro.”

“… Mi. Tonto. Ser. Está. Avergonzado. Por Mi. Falta. De. Inteligencia.”

“Todo lo que puedo decir es que nuestra falta de capacidad para mantener el ritmo con las consideraciones de Ainz-sama es verdaderamente indecorosa.”

Los elogios de los Guardianes golpearon a Ainz como espadas.

Aunque Ainz no pudo evitar pensar que era una burla, los ojos de los Guardianes estaban llenos de respeto y lealtad, y la adoración que sentían hacia él era genuina. Por tanto Ainz no los contradijo, y en su lugar usó sus habilidades de actuación para responder de la manera usual.

“Nada de eso es así. Simplemente fue una coincidencia. Y al final, Demiurge y Albedo pudieron entenderlo.”

“No, si Ainz-sama no hubiese respondido de esa forma, yo no hubiera podido ser capaz de conectar los puntos.”

“Demiurge tiene razón. Planear con tanta antelación sin ningún conocimiento de la situación es una hazaña que sólo le es posible al más grande de los Seres Supremos. Me he enamorado aún más profundamente de usted.”

“Era de esperarse de Ainz-sama, cuyo intelecto sobrepasa incluso el de Demiurge, la mente más brillante en Nazarick,” dijo Shalltear.

“¡Es verdad! ¡Ainz-sama es realmente sorprendente!” Exclamó Aura.

“¡Hm! ¡Re-realmente sorprendente!”

“Por. Mucho. Tiempo. Sabía. Que. Ainz-Sama. Poseía. Excelentes. Habilidades. Pero. No. Podía. Imaginar. El. Alcance. De. Sus. Destrezas… Era. De. Esperarse. Del. Más. Grande. Tesoro. De. Nazarick.”

“Bien dicho. Él está lleno de compasión y desborda sabiduría. No hay mejor amo para nosotros que Ainz-sama,” dijo Albedo.

“… Ahh.”

“Ahora que lo pienso, hay un asunto que necesita ser decidido. Aunque no tengo problema en dirigirme a Ainz-sama como ‘Rey’, temo que dejar simplemente el título de ese modo podría provocar confusiones con los gusanos alrededor nuestro. Siento que debemos considerar un nombre más adecuado para dirigirnos a Ainz-sama.”

Los Guardianes estuvieron de acuerdo unánimemente con la sugerencia de Demiurge.

“¿Está de acuerdo, Ainz-sama?”

“Está bien. Hagan lo que crean conveniente.”

Ser llamado Rey Ainz Ooal Gown ya era lo suficientemente malo. Su supresión de las emociones ya se había activado varias veces cuando pensó sobre lo que implicaba el llamarse a sí mismo rey.

“¿Alguien tiene alguna sugerencia?”

“Entonces, permítanme comenzar,” dijo Shalltear mientras levantaba la mano. “El nombre que escojamos debería obviamente indicar la sorprendente belleza de Ainz-sama. Siento que Rey Hermoso sería adecuado.”

Ohhhh, los Guardianes corearon estando de acuerdo.

“¡Oh, yo! Yooo~ ” Aura levantó la voz mientras alzaba la mano. “¡El nombre debería resaltar el poder de Ainz-sama! ¿Qué tal el Rey Poderoso, o Rey de Poder para acortar?”

Ya veo, murmuraron los Guardianes.

(¿Rey de Poder Ainz Ooal Gown?)

“Entonces, entonces. ¿P-podría intentarlo? Ehm… ya que Ainz-sama es muy amable, tal vez sería bueno dejar que las personas sepan eso. Entonces, entonces, ta-tal vez podríamos probar con, ¿el Rey Misericordioso?”

Los Guardianes asintieron.

(¿Rey Misericordioso Ainz Ooal Gown?)

“En cuanto a mí---” aquí Demiurge hizo una pausa para causar efecto. “---para elogiar el eminente intelecto de Ainz-sama, propongo el Rey Sabio.”

(¿Rey Sabio Ainz Ooal Gown?… Me siento mal sobre tener que decir no, pero paso de eso.)

“¿Qué piensas tú, Sebas?”

En respuesta a la pregunta de Albedo, Sebas respondió, “Pienso que un simple ‘Rey’ bastará.”

“Entonces, lo intentaré yo. Ya que es un Ser Supremo que está por encima de los otros Seres Supremos, creo que Rey Supremo sería apropiado.”

Los Guardianes una vez más murmuraron estando de acuerdo.

(¿Rey Supremo Ainz Ooal Gown? Si todos dicen eso… sonaría terriblemente exagerado.)

Los ojos de todos se centraron en el único Guardián que no había hablado aún.

“¿Qué hay sobre ti, Cocytus? Aunque tal vez sea un poco difícil competir con ‘Rey Supremo’, ¿tienes algún título que sientes sería apropiado para Ainz-sama?”

“Umu. En. El. Futuro. Ainz-Sama. Gobernará. A. Muchas. Personas, Por. Tanto. Él. Será. Un. Mago. Que. Gobierna. Como. Un. Rey. Creo. Que. Rey. Hechicero. Sería. Lo. Más. Adecuado. Para. Eso.”

Los Guardianes no respondieron inmediatamente.

Sin embargo, todos miraron a Ainz. De la mirada en sus ojos, todos sentían que no había un título mejor que ése, aunque Albedo parecía un poco decepcionada.

“Muy bien. Entonces usaremos la sugerencia de Cocytus.”

Ainz lentamente se puso de pie.

“¡Cuando nuestra nación sea fundada, me coronaré a mí mismo como el Rey Hechicero, Ainz Ooal Gown!”

Ainz agitó sus manos con vergüenza para detener los estruendosos aplausos que siguieron. En verdad, estaba comenzando a sentir un poco de comezón en la espalda.

“¡Bueno entonces! ¡Demostremos el poder de Nazarick en la batalla entre el Reino y el Imperio!”

“Es como dice Ainz-sama. Ellos desean investigar los límites del poder de Ainz-sama. Lo que no saben, es que están haciendo justo lo que queríamos.”

Demiurge continuó, con un humor excelente.

“Antes de que las negociaciones tengan lugar, lo más importante es dar un poderoso golpe al otro grupo y dejarles saber la diferencia entre nuestro poderío y el de ellos. Las criaturas insensatas como los humanos hacen cosas tontas porque no se dan cuenta de que tan poderosos son sus oponentes. Ellos no saben que la opción más inteligente es agachar las cabezas y lamer las botas de Ainz-sama.”

“Dejar que laman las botas de Ainz-sama ha sido considerado, pero ¿no debería ser en realidad una recompensa?”

“Ya veo. Era de esperarse de Albedo. Ah, pero si tuviese que lamer a Ainz-sama, escogería su cuerpo~”

Ainz decidió ignorar la conversación paralela entre Shalltear y Albedo.

“Entonces, todos. ¡Comiencen la tarea de hacer grande el nombre de Nazarick!”

“¡Entendido!”

Los gritos de reconocimiento de los Guardianes se mezclaron en uno.

http://overlord-es.blogspot.com/
Traductor: Erb

Comentarios

  1. Increible, Ains no solo dio demostracion belica los dejo asombrados en todo sentido.En cuanto a titulo la novela habla sola ... Overlord
    gracias por la traducción

    ResponderBorrar
  2. muchas gracias por la traduccion! no esperaba que sacaran el volumen 9 de un solo golpe casi completo en tan poco tiempo. de verdad que se nota el tiempo que le han dedicado a esta novela. saludos!

    ResponderBorrar
  3. Como siempre, gracias por traducirlo (*.*)7
    Ainz-sama, como siempre haciendo planes tan grandes y complejos que ni el mismo entiende :v

    ResponderBorrar
  4. Sino fuera porque las intenciones de demiergue de coronar a ainz como el gobernante total del mundo porque siente un respeto igual o más grande que albedo (que quiere hasta matar a los otros seres supremos sólo por ainz) diría que demiergue solo lo está usando para coronarse a si mismo....y para los que no se han dado cuenta es más que claro que demiergue sabe que ainz es sólo un tonto en el cuerpo de un ser supremo

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. joder ojalas estes en lo cierto porque apenas puedo soportar leer las situaciones donde Ainz dice -Demiurge explica lo que acabo de hacer (PORQUE NO TENGO PUTA IDEA)

      Borrar

Publicar un comentario