Gate: Jieitai Kanochi Nite, Kaku Tatakaeri, Volumen 4, Capitulo 10


Por el aspecto de las cosas, el plan de Yao y Yanagida fue un completo fracaso. Lo único que ella  podía hacer era apretar sus dientes de rabia. Por su parte, Itami ya había aceptado la locura de Tuka.

"Papa "

Itami estaba de acuerdo con esa triste fantasía de ella.

Después de tratarlo como su padre, ella parecía haber retrocedido del borde de la locura, y él la estaba atendiendo adecuadamente.
 Por supuesto, esto era solo una evasión del problema. O más bien, era para alejarse del problema.

No era imposible que ellos puedan recibir una orden de retirada mañana. Cuando el momento llegue, obviamente Itami no podría traer a Tuka con él. Lo único que él podía hacer era dejarla aquí, y eso sería lo mismo que matarla.

Además...

¿Qué puedo hacer? ¿Qué puedo decir? Itami apretó sus dientes y trató de contener las lágrimas, y forzó una sonrisa en su rostro antes de darse la vuelta.

"¿Qué pasa, Tuka?"

Tuka tarareaba alegremente mientras preparaba el desayuno.

Después de que los dos terminaron de comer, Itami dijo que tenía trabajo que hacer, así que iba a volver con el "equipo". Por su parte, Tuka tenía trabajo que hacer en el ALC, así que se dirigió a un bosque cercano.

Cuando llegó la noche, Tuka esperó a que Itami regrese, después de preparar la cena. Esta vida falsa y pacífica se prolongó durante diez días.

"¿Qué vas a hacer hoy?"

"Oh, cosas del JSDF."

"Debes estar muy ocupado...”

"Bueno, esta ciudad ha crecido mucho, así  que tenemos que hacer el trabajo que el JSDF nos asignó. ¿No es lo mismo para todos nosotros? "

"Bueno, eso es cierto...”

"Además, tengo que ir a la capital mañana. Tienes que cuidar la casa”.

"¿La capital? ¿Por qué, padre? "

Parecía que necesitaban a alguien para que traduzca y lidere  el camino. El 3ª Reconocimiento también estaría allí, así que no había necesidad de preocuparse.

Itami era el cuidador de Tuka, pero en el fondo seguía siendo un militar del JSDF. Él no tenía ningún derecho de rechazar cualquier orden que se le dé. Por lo tanto, él tenía que estar ahí   según lo apropiado.

"Padre, ¿en serio tienes que ir? Me gustaría que te quedes en casa... "

"No sea así. He estado afuera durante varios días unas cuantas veces en el pasado”.

De repente, Tuka frunció sus cejas, e hizo una mueca mientras un dolor de cabeza se apoderaba de ella.

No importa cuánto Tuka intentaba tratar a Itami como su padre, al final, ellos eran diferentes    personas. Había pequeñas diferencias en su forma de hablar y hábitos.

Además, Itami no sabía nada sobre el padre de Tuka, Hodoryu Ray Marceau. Si él tuviera alguna idea de cómo era su padre, al menos podría mejorar su acto, pero sin ningún tipo de información sobre su padre, Itami no podía evitar entrar en conflicto con la impresión mental de Tuka sobre él.

Estos conflictos rompían la fantasía. Tuka se alejaba de ellos para protegerse a sí misma. Luego,   pasaba por alto esos conflictos. No pensaba en ellos, no los veía, no los oía y no los entendía.

El estrés de hacer esto se manifestaba como fuertes dolores de cabeza que atormentaban a Tuka.

Vivir, comer y pasar el tiempo junto a Tuka aumentaba lentamente las desviaciones de la imagen idealizada de su padre. Cuando los conflictos con la realidad aumentaban hasta que Tuka no podía soportarlos, la atormentaban con dolores de cabeza y otros síntomas de malestar corporal. Y a medida que pasaban los días, la frecuencia de estos ataques, y el dolor que acompañaba cada ataque, aumentaba.

Itami miraba la cara bonita de Tuka, que ahora se retorcía en la agonía, y murmuró en voz baja, "¿Qué debo hacer?"

No podía hacer nada. Esto estaba tomando todo su esfuerzo sólo para mantener la situación actual. Mientras Itami pensaba sobre esto, dejó la habitación de Tuka, pero justo cuando salió a la calle, vio a Yao, que lo había estado esperando.

"¿Qué, tu otra vez? ¿Aún no te has ido? "

"..."

Itami sintió una punzada de culpabilidad mientras ella lo miraba con ojos llenos de odio, y él desvió su mirada. Luego, furiosamente sacudió su cabeza a un lado y pasó junto a Yao, ignorándola.

En la mayoría de las historias de héroes, una hermosa doncella entre lágrimas le pedía ayuda al    héroe, y el héroe se anunciaría con su espada en mano. Itami odiaba esas historias.

Eso se debía a que la batalla era una cosa que se ganaba viviendo y se perdía muriendo.

Como las historias eran historias, el guerrero saldría victorioso, obtendría su recompensa y ganaría    una amante. Pero en la realidad ocurría lo contrario. La mayor parte del tiempo, los cadáveres de los guerreros eran dispersados por el territorio.

¿Qué haría la hermosa doncella si eso ocurriera?

Todo esto sonaba como si alguien estuviera buscando a un idiota que estuviera dispuesto a arrojar  su vida por una escasa compensación pagada después del hecho. Entonces, si tenía éxito, seria   pintado como un héroe.

En estas historias, la vida del guerrero era barata.

Itami no quería morir. Aunque su forma de vivir hasta ahora no era muy buena, él no creía que su vida era lo bastante inútil como para desprenderse de ella por el capricho de otro.

Él había estado casado (a pesar de que termino en un divorcio), pero sentía que había llegado a conocer a más mujeres. Él estaba a la espera de lo que sucedería con ellas.

Sin embargo...

"Ella no puede quedarse así para siempre. El final llegará pronto”.

Las palabras de Yao eran como una maldición.

Itami se detuvo y gritó detrás de él.

"¡¡Hija de perra!!"

♦ ♦ ♦

"Yo, Itami. Así que, ¿cuánto tiempo tienes pensado jugar a la casita? "

La voz de Yanagida vino detrás de Itami, mientras él estaba sentado frente a su PC. Él estaba burlándose de Itami sobre Tuka.

"¿Es necesario que te lo diga? Tú ya deberías saberlo."

"Ah, olvídalo. Mientras estés bien con eso, yo también lo estaré. Más importante aún, el primer grupo de prisioneros que estamos repatriando están llegando a través de Japón. El ayudante del primer ministro está yendo con ellos también. Ellos van a comenzar las conversaciones pronto, utilizaran a los presos como garantía”.

"¿Qué pasa con la gente secuestrada?"

"Están haciendo arreglos mediante algún tipo de intercambio de prisioneros. Esta ronda de devoluciones también tiene la intención de enviarle un mensaje a Piña, que estamos tratando  bien a nuestros cautivos. Nosotros les diremos: 'que el resto de los presos sean devueltos va a depender de su actitud. Su tratamiento podría empeorar dependiendo de cómo van las cosas." Luego, el Imperio no tendrá más remedio que decir: "Vamos a trabajar tan rápido como podamos" o algo similar."

"¿Es así…?"

"Es así... ¿esto no es un poco aburrido para ti? eres totalmente diferente del tipo que golpeo al    príncipe de la corona del Imperio en la cara y lo tuvo siendo golpeado hasta volverlo una pulpa”.

"Lo siento, estoy un poco distraído ahora".

Itami suspiró, y puso sus manos lejos del teclado.

Él no estaba haciendo ningún progreso. En su lugar, estaba hablando con Yanagida sobre cosas sin sentido. Por alguna razón, él también se sentía preocupado.

A él nunca le había gustado hablar con Yanagida en primer lugar, y ahora esa sensación se intensificó.

"¿Estás bien?"

"Francamente, no. Recientemente, mi mente esta hecho un desastre" Itami dijo eso mientras cerraba su laptop y agarro su cabeza.

"Entonces, la solución es simple, ¿verdad? Mata al dragón y todos tus  problemas se acabaran”.

"Si hago eso, la mayoría de la gente que ira conmigo morirá. No puedo hacer eso. Yo quiero a Tuka, pero también quiero a mis chicos. No puedo sacrificar a ninguno de ellos.

¿Sabes? la hija del sargento mayor Kuwabara se va a casar. Él me dijo lo mucho que desearía jugar con su nieto después de su retiro.

Nishina se queja sobre como su esposa, con quien recién se casó,  lo domina con su trabajo, pero en secreto, creo que él es del tipo que le gusta eso.

Kuribayashi tiene que ir a las citas con los chicos que le he presentado. Ella es bastante exigente, creo que dijo algo sobre 'Ninguno de los hombres son mi tipo ".

Kurokawa sigue siendo una idealista como siempre, pero ha mejorado después del incidente con Tuka. Lo está haciendo muy bien.

Tomita está saliendo con Bozes, que vino para las clases de idiomas. Incluso hay rumores de que  están rompiendo las regulaciones saliendo por la noche. Si son atrapados, él va a ser castigado.

Kurata es totalmente devoto a esa sirvienta de la casa formal llamada Persia. Él trabaja duro cada vez que es elegido para las misiones en Itálica.

Katsumoto está preocupado por los niños en el ALC.

Las habilidades financieras de Tozu están mejorando más y más. Siempre ha mostrado una comprensión anormal del capital, y ha sido elogiado por su trabajo con las finanzas del ALC.

Azuma está a punto de terminar su entrenamiento para su asignación a una unidad de combate. Después de que termine su curso, será un sargento.

Sasagawa participa en concursos de fotografía. Él se los toma en serio.

Furuta no deja de perfeccionar sus habilidades culinarias, y siempre está pensando en cómo hacer nuevos platos con los ingredientes de este lado del Gate.

Pues bien, como puedes ver, todos son unos compañeros interesantes. Aunque esto sería diferente si se tratara de una misión propia, si tuviera que elegir, no me gustaría llevarlos a    cualquier lugar peligroso”.

Yanagida tomó una silla cercana y se sentó sobre ella.

"Sólo te estoy diciendo que este asunto implica a los diamantes y el petróleo. Son una inmensa ventaja para una nación hambrienta de recursos como la nuestra. En cualquier caso, piensa en los intereses del país. Si el lugar donde viven los elfos oscuros tiene recursos como esos, entonces  tenemos que obtenerlos en nuestra deuda. Posteriormente, la extracción de esos recursos será fácil”.

"Entonces, Yanagida-san, ¿por qué no vas tú mismo?"

Itami estaba diciendo que Yanagida también era un hombre del JSDF. Él tenía que salir y ensuciarse las manos en lugar de enyesar su trasero a una silla durante todo el día.

Yanagida simplemente se encogió de hombros, aparentemente despreocupado.

"Por desgracia, no tengo hombres bajo mi mando. ¿O quieres decir que me prestaras a tu gente, Itami? "

"Como si lo fuera a hacer, puedes ir por tu cuenta”.

"¿Yo, por mi cuenta? De ninguna manera…"

"Yanagida-san. La única cosa que los seres humanos pueden usar libremente es su propia vida. Si crees que los diamantes y el petróleo valen la pena como para apostar tu vida, entonces, utilízala    como una apuesta. Después de todo, el premio es un diamante del tamaño de una cabeza humana y una belleza elfo oscuro”.

"Bueno, si una persona pudiera manejarlo sola, entonces me gustaría hacerlo también. Sin embargo, eso es un dragón. ¿Qué puedo hacer yo contra eso? "

Itami entrecerró los ojos y dijo: "Bueno, los LAMs funcionan contra el Dragón... si puedes  golpearlo con ellos."

Incluso un tanque tendría problemas para encargarse de un dragón en un campo abierto. Sin embargo, en un lugar con una densa cobertura y un montón de campos liados como un bosque, una sola persona podría ser capaz de hacerlo.

Bueno, asumiendo que el dragón fuese igual a un helicóptero de ataque.

Al final, combatirlo seguía siendo un problema. Entonces, ¿qué pasaría si él se imaginaba a su oponente como un tanque volador? estaría bien combatirlo en un espacio reducido donde no pueda girar alrededor fácilmente. Atraer al dragón en un terreno como ese, y luego derribarlo    con un LAM. Podría funcionar.

"Bueno, tu oponente es un ser vivo. Podrías envenenar su comida, una emboscarlo mientras está durmiendo, y así sucesivamente... "

"............................Yo podría. Incluso podría funcionar”.

Sorprendido, Yanagida miro a Itami, que se había perdido en sus pensamientos y no estaba tan atento. Se puso de pie bruscamente para dejar el tema.

"Bueno, Itami, hazme saber cuándo estés listo para ir. Me haré cargo de los trámites por ti".

Itami no se giró para mirar a Yanagida.

"............................ Ah, cuento contigo entonces."

♦ ♦ ♦

Esa noche, Itami llevo a Tuka a la cantina para que pueda beber con todos.

Por lo general, los elfos no se mezclaban con la gente porque ellos eran soberbios por naturaleza. Sin embargo, Itami estaba preocupado de que la gente pueda malinterpretar las cosas si los veían  juntos en las calles. Al mismo tiempo, esto significaba que Itami podía dejar de interpretar el papel de un padre. Esto le dio tiempo para pensar.

La gente de la ciudad y el 3 Reconocimiento se reunió alrededor de Tuka, y Kurokawa se sentó a su lado para ayudarla.

Tuka sentía que Kurokawa tenía un aspecto profesional a su alrededor. Como resultado, Tuka tenía una expresión que decía, "¿Podría ser que ella tiene algo para mí? ..."

Aunque probablemente no estaba hasta ese grado, se podría decir que ella tenía sentimientos de admiración.


Y así, Kurokawa se sentó junto a Tuka, y Tuka le dijo a Itami, "Padre, ven a sentarte conmigo". Itami, por el contrario, estaba sentado en otra mesa y bebiendo con Lelei y Rory.

"¿Cómo se siente tener una hija mayor que tú?" sonrió Rory. Itami sonrió con amargura ante ella.

"Es complicado. Muy complicado."

No pasaría mucho tiempo antes de que este juego termine. Las palabras de Itami llevaban una pizca de querer poner fin a esta farsa. Lelei y Rory sabían esto, y por eso no le respondieron.

Itami y Tuka estaban corriendo hacia un acantilado. Pero si se detenían a medio camino, Tuka se desquiciaría. Por lo tanto, Itami no podía salirse de esto.

Itami era plenamente consciente de que los dos tenían que esperar hasta que él tome una decisión. Siendo ese el caso, no había necesidad de arruinar los ánimos de esta manera. Se suponía que esta era una ocasión feliz.

"Hola, siento la espera."

La chica-gato se veía un poco tambaleante mientras traía la comida. Ella debía ser nueva aquí.

"¿Qué pasó con Dalila?"

"Sempai recibió una carta de su hogar natal, así que se está tomando un descanso."

"Ya veo…"

Rory levantó su copa y brindó con Itami desde el lado opuesto de la mesa. Sentado junto a Itami, Lelei levantó su copa llena de una bebida no alcohólica de Japón y también brindó con él.

Las dos tenían un aire radiante sobre ellas.

Mujeres como ellas eran muy raras, ya sean amantes o simplemente amigas. Las mujeres que no sabían mucho desatenderían la situación y adoptarían una actitud egoísta o molesta.

Con esto en mente, Rory y Lelei eran excelentes chicas. Él las valoraba.

Después de darse cuenta de eso, Itami comenzó a pensar en lo que podía hacer, y lo que debería  hacer.

♦ ♦ ♦

La madre de Itami se había enfermado cuando él aún estaba en la escuela media.

Para poner fin a su marido, que estaba cada vez más y más violento, ella cogió un cuchillo de la cocina.

Fue en defensa propia. No se pudo evitar.

La policía, abogados, detectives y la gente de las instalaciones de asesoramiento para mujeres vinieron para consolarla. Sin embargo, su madre no podía dejar de odiarse a sí misma.

Ella seguía castigándose a sí misma, a pesar de que no había nada que se pudiera hacer al respecto.

Esto la desgarro, el dolor de perder a su amado esposo, su ira y su odio hacia la "persona" que mató a su amado esposo, y la inquietud por el futuro de su hijo.

El camino que su madre eligió para salvar su alma era negar la realidad. Esa era la única cosa que ella podía hacer. Itami ahora sabía cómo ella había logrado seguir viviendo de alguna manera.

Pero en ese momento, Itami no entendía por qué lo había hecho.

Ya sea bueno o malo, esto era importante para mantener el equilibrio de uno. Después de todo, salvar a todos en el mundo era imposible. Sin embargo, el joven Itami no entendía esa lógica.

Cada mañana, cada noche, el veía un lugar fijado para su padre. Eso lo hizo preocuparse, y luego lo enojo, y entonces

"Mi papá está muerto. Tú lo mataste."

Si al menos no hubiera dicho eso.

Muchas veces, él se imaginó a sí mismo regresando a ese momento, como una de esas novelas ligeras donde la gente podía viajar atrás en el tiempo. También había soñado que él estaba en ese momento. Él había deseado, rogado y suplicado que se le permitiera regresar al pasado. Si tan sólo pudiera regresar a ese momento, habría hecho algo diferente. Hubiera podido hacer algo, debería hacer algo. Él no dejaba de pensar en ello. Sin embargo, la realidad no podía ser rebobinada. Ese era el por qué esto era la realidad.

Si pudiera volverse loco como su madre, estaría bien. Pero no podía.

Y así, Itami vio a su madre descomponerse lentamente. Si uno arrojara una rana en el agua hirviendo, esta saltaría inmediatamente. Pero si uno la pusiera en agua fría y la calentará  lentamente, la rana se quedaría allí. De esta manera, su locura crecía y crecía, y era difícil saber cuándo iba a explotar. Luego, a medida que pasaba el tiempo, ella se volvió loca frente a los ojos de Itami. Su madre se prendió fuego.

Al final, fue hospitalizada por la fuerza, porque había el  temor de que ella se pueda poner en peligro a sí misma o a otras personas.

Su hospitalización fue ordenada por la ley. Por lo tanto, se hizo sin su consentimiento o el de sus familiares. Cuando el costo del pago por sus gastos del hospital fue demasiado grande, el gobierno lo asumió.


Todo lo que Itami el estudiante de secundaria podía hacer era mirar como su madre gritaba: "No quiero estar aquí, quiero ser dada de alta!" Pero vivir con su madre desquiciada era demasiado para él. Por lo tanto, la palabra "mandato" lo aliviaba. Ya no tenía que sentirse culpable por su hospitalización.

"Esto es obligatorio, así que no se puede evitar. Es la ley, después de todo”.

El pesado y metálico sonido de la puerta de hierro cerrándose aún resonaba en los oídos de Itami hasta el día de hoy.

Sí, este no era un hospital ordinario.

Uno podía ver a los pacientes charlando entre sí a lo largo de los pasillos del hospital.

Como no estaban físicamente enfermos, sus cuerpos estaban sanos, y la mayoría vestían ropas normales. Ellos no hacían nada más que permanecer en el hospital, mientras pasaba el tiempo.

Ellos desayunaban, hablaban, almorzaban, y luego esperaban la cena.

Y luego, en el momento en que se dieron cuenta, diez o tal vez veinte años había pasado. No, para algunos de ellos, treinta años había pasado en realidad. Sin embargo, sus edades mentales seguían estancadas en sus cumpleaños 20 o 30ª, cuando habían sido internados. Después de todo, no habían tenido la oportunidad de reunir la experiencia de vida que las personas de su edad tenían. Era bastante difícil tratar de soportar el dolor que  sus enfermedades les trajeron.

Los hospitales mentales en ese entonces eran salas que parecían grandes habitaciones de estilo japonés, donde la gente se tumbaba en el suelo y dormía en filas. Llamar “sala” a una habitación como esta se sentía muy mal. Sin embargo, así eran las cosas. Fue sólo recientemente que los hospitales regulares comenzaron a darle a cada paciente su propia cama.

Mientras uno caminaba a lo largo de los grandes pasillos, podía ver a tíos y tías fumando como   punks, usando una lata vacía de jugo de tomate como cenicero.

Estos eran los pacientes más estables. A veces, uno podía ver casos más severos.

Por ejemplo, los que hablaban con el aire.

Había gente que seguía subiendo a lugares altos, y adolescentes que gritaban con enojo a los teléfonos públicos.

Había mujeres que estaban drogadas con una medicación potente y vagaban por los pasillos, con  una torpe y sedada expresión en sus rostros.

Había hombres con estetoscopios haciendo chequeos a las enfermeras.

Había chicas que corrían desnudas. (Oye khe rikho)

Había un hombre que estaba atado a su cama, llevaba  un pañal, y gritaba hasta que su garganta estaba a punto de romperse.

Había un olor único en el aire del hospital, y no era sólo el humo del cigarrillo. Con el fin de prevenir los suicidios, las puertas de los baños eran bajas y fueron hechas con un gran desnivel del suelo, así que la gente podía ver si había alguien adentro.

Al final, Itami abandonó a su madre en un mundo como este. Eso fue todo lo que pudo hacer.

Cuando Tuka íntimamente agarró el brazo de Kurokawa mientras ella sonreía y se reía con los soldados a su alrededor y con las chicas del PX, no había señal alguna de que se estaba volviendo loca. Pero si Itami la dejaba sola en ese estado, bien podría terminar como su madre. No, ella definitivamente terminaría de esa manera.

Y lamentablemente, la psiquiatría moderna no había encontrado una cura para eso.



Todo lo que se podía hacer era recetar medicamentos para aliviar los síntomas. La gente incurable no podía ser curada. Lo único que se podía hacer era darles medicamentos y esperar a que se mejoren.

A Itami le había tomado más de diez años entender eso. Por lo tanto, él sentía que si iba a salvar a Tuka, tenía que hacerlo ahora.

Ese día, en el pasado, él no pudo hacer nada.

En aquel entonces, no era más que un niño.

Entonces, ¿qué pasaba con él ahora?

¿Aún era incapaz de hacer algo?

Tal vez si Tuka derrota al dragón de las llamas, que mató a su padre, eso podría ayudar a aliviar su locura. Tal vez si ella acepta la muerte de su padre y se venga, podría interrumpir su odio.

Sin embargo, esa era una apuesta arriesgada, y del tipo más desastroso.

Para empezar, él no podía apostar la vida de nadie en esto.

Itami solo tenía una ficha que podía apostar, una ficha que le pertenecía solo a él. Él tomaría esa  ficha y la colocaría encima  de la ficha de Tuka, y luego los dos se sentarían en la verde mesa de juego.

Sin embargo-

"¿Eso es todo lo que puedo hacer?"


Aunque él ya había aceptado que no tenía otra opción, luchar contra un dragón de las llamas era   una perspectiva aterradora.

♦ ♦ ♦

Era cerca de la medianoche, e Itami estaba sentado en uno de los bancos frente a las puertas del centro de tratamiento.

La brisa de la noche sopló. Itami agarró su cabeza y murmuró: "¿Qué debo hacer...?"

Cuatro o cinco minutos más tarde, se oyó un metálico sonido acercándose a él. Una silueta surgió de la oscuridad y se paró frente a él.

"Joven, ¿puedo sentarme aquí?"

La silueta era la de un anciano. No, él podría ser más joven que eso. Sin embargo, las arrugas innumerables que cubrían su rostro le daban el aspecto de un hombre mayor. La razón por la que hacia un ruido metálico cuando caminaba era debido a que su pierna izquierda era una prótesis, y él estaba hablando en el idioma de la región especial, no en japonés.

Intimidado por la presencia del anciano, Itami se deslizó inmediatamente para hacerle un poco de espacio.

Además, había otros bancos aquí. No había necesidad de darle dificultades si quería sentarse allí.

"Hoooh ~ realmente lo hiciste. Yo vengo aquí cada noche. Ten esto en cuenta”.

El anciano no parecía estar acostumbrado a sus prótesis, y se sentó después de mucho esfuerzo.

"Entonces, joven. ¿Qué te preocupa, y a estas horas de la noche? "

"Probablemente no tiene nada que ver con usted, abuelo."

"Ya veo. Entonces olvídalo. Si no quieres hablar, está bien”.

El hombre respiró profundamente. Parecía bastante cansado por los ruidos que su brazo izquierdo artificial hacia cuando lo movía.

"Aun no entiendo cómo se hicieron tales objetos exquisitos. En tu mundo, ¿todas las personas que no tienen brazos y piernas se las arreglan con estas cosas? "

Aunque Itami estaba bastante molesto por el hombre que estaba tratando de entablar una conversación, no podía poner en aprietos al JSDF por ser grosero, así que tenía que entretenerlo. "Mm. Bueno, no todos son así, pero en su mayor parte, las personas tienen esas cosas”.

"El médico me dijo que podía caminar normalmente después de que me equipe esto, pero aún me  parece sospechoso.”

"Hay personas con extremidades artificiales que pueden correr más rápido que la gente normal."

El hombre se sorprendió, y presionó a Itami para que le dé más detalles. De acuerdo con Itami, las personas en los Paralímpicos pueden establecer records con sus extremidades artificiales que la gente normal estaría en apuros para vencer.

"Ya veo, ya veo. Pues bien, parece que puedes hablar cuando se trata de un tema que te interesa. Muy bien, vamos a dejar las cosas así. Dime; ¿qué te está molestando hasta el punto en que te mantiene despierto hasta tan tarde? "

"¿Ha?"

"Un hombre no debe vacilar. Es una vergüenza”.


Itami se preguntó cómo había empezado a hablar con el anciano sin darse cuenta. Después de ordenar sus pensamientos, se dio cuenta de que tenía algo que discutir con él.

Sin embargo, la persona a la que él estaba buscando era un trabajador social psiquiátrico de este centro de tratamiento.

Ese trabajador social no se parecía mucho a un hombre. Más bien, él parecía bastante andrógino. Su cabello era corto y llevaba gafas redondas. A pesar de que su ropa blanca le permitía a la gente saber que él era un personal médico, no tenía el aire de autoridad de un médico. En cambio, las personas podrían confundirlo con un estudiante débil, o quizá sería mejor decir que tenía un aura suave sobre él.

"Bueno, si no es el teniente Itami. ¿Qué haces aquí a estas horas? "

"En realidad, quería consultarle algo al médico, sobre...”

Ese trabajador social estaba aquí por el bien de Noriko. Él era el encargado de aconsejarla  y ayudarla a recuperarse.

Itami se sorprendió al saber que la persona que ayudaba a Noriko era un hombre.

La mayoría de las personas que habían pasado por lo de Noriko les tenían miedo a los hombres. Y en verdad, en muchos casos, las mujeres víctimas de traumas se llevaban mejor con una psicóloga. Sin embargo, para el caso de Noriko, el médico decidió que un psicólogo masculino sería mejor.

De lo contrario, ella no podría ser capaz de confiar en los hombres, y su inquietud en torno a los hombres podría derivarse en una fobia a los hombres. Si ese punto no era tratado, ella no podría  ser capaz de tener una pareja o casarse y tener hijos.

Por supuesto, sería muy difícil al principio. Sin embargo, era importante ser capaz de diferenciar entre los hombres malos y los hombre buenos. Ese paso fue completado con bastante facilidad, porque Noriko tenía a Itami y a los demás.

Itami y Tomita representaban a los hombres buenos en su corazón. Con el fin de transmitir esta posición simbólica, Itami le presentó formalmente al trabajador social masculino, y así fue como Itami lo conoció.

Por cierto, este trabajador social era una persona extraña que tomó un curso de NCO de infantería y se retiró como sargento antes de entrar en la universidad. Se le permitió pasar a través del Gate  después de ser hecho un militar provisional.

Itami se sentó frente al trabajador social y lentamente le explicó todo.

Él le contó la historia de una hija cuyo padre fue asesinado. ¿Matar al asesino de su padre y   vengarlo era la única forma de salvarla?

El trabajador social se encogió de hombros y respondió que todo lo que se podía hacer era observar la situación y reaccionar en consecuencia.

"Porque, alguien me dijo eso antes."

Él habló a pesar de ser una opinión personal. El deseo humano de vengarse de un enemigo no estaba relacionado con el instinto.

Atrapar al enemigo y castigarlo. En este día y época, las víctimas de un delito y sus familiares tenían sus sentimientos aclarados cuando la policía detenía al culpable, lo entregaba a un juez para el juicio, y él finalmente era condenado y la sentencia se llevaba a cabo.

Por supuesto, esto no excluía la noble idea de perdonar al transgresor, pero eso por lo general   sucedía cuando la víctima tenía algunos antecedentes religiosos o filosóficos que le permitían hacer eso. En ese caso, cuando las víctimas y sus familias perdonaban al transgresor, sus corazones eran purificados.

"En otras palabras, la venganza no es importante en absoluto."


"En efecto. Quién sabe, esto realmente no podría ser importante. Sin embargo, este asunto "sin importancia" les puede dar a las personas la fuerza para seguir adelante. Si uno no quiere estar encadenado por cosas sin importancia, entonces eso está bien. Correr las cortinas sobre el asunto      y terminarlo con eso. El corazón de una persona necesita cerrarse”.

Después de que Itami oyó esto, empezó a pensar. ¿Tenía que derrotar al dragón de la llama para salvar a Tuka?

En el momento en que se dio cuenta, el anciano estaba compartiendo su opinión sobre el asunto  de Tuka.

"Creo lo mismo que él. Tal vez tomar venganza aclararía su corazón, Si yo supiera que mi enemigo  está en libertad, haciendo lo que quiere, estaría tan enojado que ni siquiera podría comer”.

"Aun así, el enemigo es muy fuerte."

"¿qué, estás asustado?"

"Mmm. Sí, porque es un dragón... no, en tus palabras, sería un dragón de las llamas”.

"¡Qué dijiste! ¿Ha aparecido el Dragón de las llamas? "

El anciano frunció sus cejas.

Itami lo miró de nuevo, y entonces se dio cuenta de algo. El anciano llevaba un parche en el ojo, y estaba cubierto de heridas. Y su rostro tenía grandes cicatrices.

"Bueno, debido a la ubicación, no podemos llevar una gran cantidad de poder de ataque. Si nos encargamos de esto con un pequeño grupo, la mayoría de nosotros serán asesinados”.



"Es verdad. Es sensato lanzar toda la fuerza de ataque contra un oponente fuerte. Sólo un bastardo enviaría su fuerza de combate en trozos y piezas, o le ordenaría a sus aliados atacar a un enemigo sin decirles nada acerca de ese enemigo”.

Esa última frase parecía haber tocado una fibra sensible sobre él.

"Incluso si llevó a Tuka, nosotros dos no podremos ganar."

"Ohhh, ya veo. No quieres involucrar a personas inocentes en esto. Sin embargo, que solo vayan ustedes dos es simplemente suicida”.

"Esa es la razón. Sé que esto es imposible, y eso es lo que me preocupa”.

"oí, joven. Incluso si no deseas suicidarte, el momento en que tengas que hacer algo que no quieras hacer llegara. Con el fin de evitar que esto se convierta en un suicidio, tienes que devanarte los sesos y encontrar una mejor opción”.

El anciano se levantó mientras hablaba.

El sonido metálico vino de su pierna artificial, y sus hombros se balancearon hacia atrás y hacia adelante mientras él cojeaba hacia adelante. Y puso su mano sobre el hombro de Itami.

"A veces, te encontrarás con una situación peligrosa de la que no podrás huir. A veces, sabrás que vas a perder, pero tienes que avanzar de todos modos. Si no puedes ser un hombre inteligente, entonces tienes que ser el hombre más estúpido de todos. ¿Qué piensas hacer?”

♦ ♦ ♦

Al día siguiente, Itami y el 3 Reconocimiento se encontraban en el Chinook.

Como de costumbre, Yanagida traía las cosas que ellos iban a enviar a la capital imperial. Después de asegurarse de que su gente este sentada, él se sentó.

El aviador le estaba hablando a Yanagida.

Tuka llegó para despedirse. Ella estaba parada fuera de la pista de aterrizaje, con Rory y Lelei.

Itami sintió una oleada de frustración al ver la cara sollozante de Tuka. Pero esto era natural. Su misión era liderar a su gente mientras estaban en la Capital Imperial y proteger a los diplomáticos. Luego, él volvería, y se quedaría por un tiempo antes de su próxima misión. Eso era todo.

Sólo podía quedarse por un tiempo.

Después de que Yanagida término, se bajó del helicóptero.

Mientras el portón trasero se cerraba, el pecho de Itami hervía con frustración.

"Entonces, nos estaremos moviendo.”

A la mitad del anuncio del piloto, Itami de repente maldijo, "demonios!" ,y se giró hacia el sargento mayor Kuwabara, que estaba  junto a él.

"Lo siento, abuelo. No puedo ir”.

Sin embargo, el ruido de las hélices, que giraban para despegar, ahogo la voz de Itami.

"¿Qué dijiste?"

"me bajo! Te encargo el resto! "

Itami decidió abandonar su mando, y saltó de la puerta trasera justo antes de que se cerrara.

Y entonces, el helicóptero voló lentamente.

Itami observó a los miembros del 3er Reconocimiento mientras se iban.


Traducido por Nando


Comentarios

  1. por favor traduscalo ya se que no es facil es que avirigu que tuka disque tiene hijo de itami

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